Romero | KookTae

37.

Capítulo largo (+3.000 palabras)

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-La comida está deliciosa, Seunghyun -Jungkook opinó en medio de la cena.

Taehyung lo había invitado a cenar, diciendo que su padre había insistido en que Jungkook probara alguna de sus recetas. Jungkook se quedaría a pasar la noche allí, ya que al otro día debía inscribirse en la universidad y el bus pasaba cerca de la casa de su novio.

-Me alegra que te guste, Jungkook -el padre de Taehyung le sonrió-. También me alegra que al fin me llames por mi nombre.

-Estoy intentando acostumbrarme -Jungkook bajó la mirada a su plato, sonriendo.

Tanto Seunghyung como Eunji -la madre de Taehyung- le habían pedido a Jungkook que comenzara a llamarlos por sus nombres, ya que al fin y al cabo, era el novio de su hijo.

- ¿A qué hora volverán del cine? -Preguntó Taehyung, moviendo con su tenedor la comida que, Jungkook notó, ni siquiera había tocado. Sin embargo el menor decidió no hablar de eso, no en ese momento.

-No lo sé, hijo -dijo Eunji-. Es una película de terror, siempre las dan después de media noche.

-Pero nos iremos después de cenar para pasear un poco antes de la función.

Luego de terminar la comida, Jungkook ayudó a Eunji a levantar los platos que había en la mesa, ya que luego Taehyung tendría que lavarlos. Mientras, Eunji le había dicho que Taehyung había comenzado nuevamente a ir al psicólogo y lo puso al tanto de cómo iba el negocio de la florería. Jungkook se extrañó debido a que su novio no le había dicho que había reanudado su terapia, ya que habían hablado de eso anteriormente.

Una vez que Seunghyun y Eunji se habían marchado, ambos chicos fueron a la habitación de Taehyung. Se habían vestido para dormir, el mayor usando uno de sus típicos pijamas, era igual al que había dejado en el departamento que compartían Jungkook y Jin, solo que aquel era azul y el que estaba utilizando en ese momento era blanco. Jungkook no podía imaginar a otra persona a la cual le quedaran bien aquellas prendas.

-Tae... No me dijiste comenzaste con tu terapia otra vez -rompió con el silencio el menor.

Taehyung miró a su novio a través del espejo que se encontraba en la puerta de su armario, ya que estaba colocándose crema en el rostro. Sin embargo, en seguida su mirada bajó, sabía que Jungkook no lo estaba regañando ni tampoco le estaba exigiendo explicaciones, pero él mismo se sentía un poco mal por no haberle avisado. Quizás se debía a que en el último tiempo Jungkook se había convertido en la persona a la cual le podía hablar acerca de todo lo que le sucedía o lo que hacía... Pero cuando se trataba de algo relacionado a Minjae, le era demasiado difícill hablarlo con su novio.

Y era inevitable, su terapia se debía al accidente y eso lo llevaba directo a Minjae.

-Es solo que... Me sentí mal en la sesión, lloré mucho, no quería decirte algo así.

-Está bien, no...

-Me recetaron pastillas para dormir -lo interrumpió Taehyung, sintiendo al fin que podía desahogarse. Cuando estaba a solas con su novio, era más fácil-. No me daban pastillas desde el accidente.

- ¿Estás teniendo problemas para dormir? -Jungkook se removió en la cama, quedando sentado en el borde. Miró al mayor, confundido, ya que ni siquiera lo había notado más agotado.

-No puedo dejar de pensar en ti y en Minjae -la voz de Taehyung sonó mucho más baja de lo habitual, pero aún así, el menor pudo oírlo y, si anteriormente estaba confundido, en ese momento no sabía que pensar. Taehyung nunca lo había nombrado a él en una misma frase que a Minjae-. Yo... No creí que volvería a enamorarme, no luego de lo que pasó. Pero te conocí y... Te amo.