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La puerta del lugar de abrió, llamando la atención de Taehyung, quien estaba pintando las paredes de color blanco. Sonrió al visualizar a Jungkook en la entrada, con dos envases de bebida para llevar que rápidamente reconoció, ya que eran del local donde Momo trabajaba.

-Buenos días -Jungkook caminó hacia él, dándole un corto beso en los labios. Ya podían besarse sin temor de enfermar al otro.

-Buenos días -el mayor sonrió ampliamente-. ¿Listo para trabajar?

-Más que listo -respondió Jungkook, extendiendo uno de los vasos hacia su novio-. Compré esto en el camino.

-Oh, gracias -Taehyung se llevó la bebida a los labios, disfrutando el sabor. Se alegró al darse cuenta de que Jungkook conocía muy bien sus gustos, de hecho, solo una vez le había dicho lo mucho que le gustaba aquella bebida y había sido en una llamada telefónica-. Té de matcha...

-Imaginé que tendrías hambre -Jungkook se acercó al mostrador que estaba salpicado con algunas gotas de pintura, apoyando allí su vaso y su mochila para luego sacar de ella un paquete-. Así que compré galletas.

Taehyung rió, enternecido por la atención. Se acercó al menor y le dio un beso en la mejilla, provocando que se sonrojara un poco.

-Tú y Jin quieren engordarme, definitivamente.

-Serías un gordito precioso -Jungkook lo rodeó con sus brazos, sonriendo mientras lo miraba a los ojos-. Y muy adorable.

- ¿Entonces quieres que suba de peso? -Taehyung estiró su brazo para poder dejar su vaso en el mostrador y así llevar sus manos a los hombros ajenos.

-No sería nada malo -el menor se inclinó, depositando un beso muy corto en los labios contrarios.

-Sería muy injusto, tú estás cada día mejor -apretó levemente la zona donde sus manos se encontraban, sintiendo los músculos en los hombros de su novio.

Jungkook rió, aunque interiormente estaba orgulloso de sí mismo. No sabía que Taehyung estaba pendiente de físico, y se sintió contento porque pensara que lucía bien, ya que si bien él había comenzado a entrenar sólo para verse mejor a sí mismo, no negaba que era agradable recibir un halago del chico del cual estaba enamorado.

- ¿Así que piensas que estoy cada día mejor? -Preguntó, con cierto tono de burla en su voz. Rió al notar el rubor instalarse en las mejillas del mayor.

-S-solo... Pintemos las paredes -Taehyung se alejó rápidamente del chico, volviendo a lo que estaba haciendo antes de su llegada.

Jungkook negó con la cabeza, decidiendo ayudar a Taehyung en ese momento, ya tendría tiempo luego para abrazarlo todo lo que quisiera. Además, ya que se había enterado de que su cuerpo le gustaba al mayor, no dudaría en utilizar eso cuando quisiese avergonzarlo, o quizás para llevar las cosas a otros niveles también...

Quiso golpearse en la cabeza ante aquel pensamiento, definitivamente Jimin lo había vuelto un pervertido.

Quizás eran sus hormonas, después de todo, era la primera vez que estaba con alguien que hacía que sus pensamientos divagasen de aquella manera -por más que luego se avergonzara de su propia imaginación.

- ¿Te dije que Momo consiguió que me aceptaran en la cafetería? -Preguntó mientras que con su mano recogía el pincel que sobraba, el cual permanecía a un lado de una de las latas de pintura.

- ¿En serio? Eso es fantástico, Kookie.

-Sí, comenzaré a trabajar la semana que viene.

-Y... ¿No pensaste en si quieres continuar estudiando alguna carrera? -Taehyung lo miró un momento-. Está bien que trabajes si aún no sabes lo que te gusta, pero creo que tienes mucho potencial para lograr acabar cualquier estudio que comiences, eres muy inteligente.

Romero | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora