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Las clases habían acabo hacía un mes, y Jungkook continuaba manteniendo un contacto constante con Taehyung. El mayor estaba más atareado que nunca, ya que pronto abriría su florería y ya no podían pasar tan seguido juntos las tardes como antes, aunque estaban enviándose mensajes cada día.

El cover de Jungkook había tenido bastante éxito, así que continuaba trabajando con Yoongi y Namjoon en el estudio casi todos los días. Para nada estaba en sus planes ser un cantante exitoso, pero habían obtenido una buena ganancia con solo una canción y él había obtenido un pago, lo cual tampoco le desagradaba en absoluto. Mientras continuara así y le pagaran a cambio, todo estaba más que bien para él, además de que también ayudaba a sus amigos en la industria de la música.

Por otro lado, no había vuelto a besarse con Taehyung, y ninguno de los dos sacaba el tema cada vez que se veían. Continuaban con su amistad igual que antes, y nada se había tornado incómodo, pero ninguno podía negar que sí habían más caricias de por medio cada vez que estaban a solas, tampoco podían negar los besos en las mejillas que se dedicaban cada vez que se veían y cuando se despedían.

Intentaban ocultar esa clase de gestos cuando se encontraban con sus amigos presentes, porque sí, Taehyung ya era parte de aquel grupo, pero había ocasiones en las que ni siquiera ellos controlaban sus impulsos. Namjoon y Yoongi obviamente ya sabían que a Jungkook le gustaba Taehyung, ya que éste mismo se los había dicho, pero nadie aparte de ellos estaba enterado. Hoseok también sabía que a Taehyung le gustaba Jungkook, porque él había sido la primera persona a la que se lo había dicho. Sin embargo, Jin ya sospechaba que algo sucedía entre los dos menores del grupo, y confirmó sus dudas cuando en una de las ocasiones en las que todos se habían reunido, Jungkook y Taehyung se habían apartado un poco para hablar solos, él los había pillado justo en el momento en que Jungkook le acariciaba la mejilla al otro, quien tenía la mirada gacha. Tuvo que reprimir las ganas de tomarles una fotografía. Jimin, por su parte, no había notado nada, y sólo se enteró cuando un día estaba hablando con Yoongi acerca de que Jungkook parecía más alegre últimamente, y su novio había dicho que probablemente se debía a Taehyung.

Ese día, Jungkook había ido al gimnasio con Seokjin y lo primero que hizo al llegar al departamento fue correr a la ducha antes que su amigo lo hiciera. Seokjin había decidido mirar un poco la televisión, mientras que esperaba pacientemente a que Jungkook acabara, ya que el menor solía fastidiarlo cada vez que quería usar el baño tardando más de lo debido.

La puerta del departamento sonó y Seokjin abrió la puerta, creyendo que Namjoon había olvidado nuevamente las llaves, sin embargo, se sorprendió al encontrarse con Taehyung.

–Hey –lo saludó, haciéndose a un lado para que pudiera ingresar–. ¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿Acaso tienes las llaves?

–No, claro que no –el menor ingresó–. El conserje me reconoció.

–Ah, fue eso –Jin asintió–. ¿Viniste a visitarnos? ¿O sólo a ver a Jungkook?

El rostro de Taehyung enrojeció, ya que era más que obvio que había ido sólo a visitar al muchacho, pero se sintió avergonzado al percatarse de que era demasiado evidente.

–Y-yo...

Seokjin rió ante el nerviosismo del contrario –Tranquilo, ya sé que viniste por Jungkookie.

Taehyung estaba por responder, pero entonces tanto su atención como la de Seokjin fue hacia el chico que salía del baño. Cuando Jungkook se acercó a ellos, Taehyung enrojeció nuevamente. El cabello del menor estaba mojado, y también parte de su cuello, lo cual provocaba que las gotas que caían sobre la remera blanca que estaba utilizando se adhiriese a su pecho de forma tal que mostraba levemente sus músculos.

Romero | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora