HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]

Cap 11: Entre Llantos, Lo Que Uno No Espera.

Por fin, sus labios se juntaron, la pelirroja sostenía a la rubia, mientras ambas se envolvían en aquel apasionado beso. La Científica Real, amante del anime permanecía completamente ruborizada al estar junto con la gran heroína, quien dirigía la Guardia Real. Mis ojos se ensancharon, ¡mi ship número uno se había hecho realidad! Las grandes y lujosas paredes pálidas, parecían absorver aquel romanticismo, transformando el ambiente en una situación en la que solo abundaba la ternura entre ambas.
Los gritos de emoción de Papyrus, junto con los aplausos alterados de Asriel, volvían una atmósfera de espectáculo. Algo que no se había visto antes. Mientras que el albino de ojos azules, mantenía la calma y la castaña de ojos rubís grababa con su celular, tornando un ambiente mas pasivo. Aunque la tranquilidad de Chara no duraría demasiado. Mettaton, a través de la cámara, observaba festejando la ocasión.
En cuanto a mi, no era capáz de borrar esa sonrisa, esa típica sonrisa contagiosa que a veces se hace muy dificil evitar. Estaba muy felíz por ellas, realmente me sentía muy animada, esperar dio resultado finalmente.

- ¿Y, como te sientes?

- ¿A qué te refieres niña? - preguntó Sans, abriendo otro tarro de Ketchup.

- Las heridas.

- Bastante bien, de hecho, ya ni siquiera duele. - no le creí en absoluto.

- ¿Crees que ahora si deberíamos ir a ver a Gaster? -él nos había llamado hace unas horas, nos había pedido ir al laboratorio.

- No, solo cállate y disfruta del show.

- En realidad, no se por qué te pregunté. Vas a venir conmigo de todos modos. - me sonrió y guió su mirada hacia la computadora, donde Mettaton observaba. - ¡Hey! Lamento interrumpir este lindo beso que estuve esperando desde que salimos del subsuelo, pero Sans y yo tenemos que irnos.

- ¡Sans! - La pelirroja se alejó de su amada y caminó con pasos firmes hacia el albino. Lo tomó de la camiseta con fuerza. - ¿A dónde demonios te la vas a llevar?

- ...¿y eso te incumbe?...

- Ya estás muerto, Sans - dijo la ojirubí entre burlas, ensanchando su sonrisa.

El rostro de Undyne se enfurecía cada vez más, aunque Sans aún seguía manteniendo la calma... "Él siempre lo hace."

- ¡Undyne! Tranquila, no es lo que crees, en realidad Gaster me llamó hace un par de horas y nos dijo que vayamos a su casa. - intenté tomar control de la situación.

La pelirroja fijó su penetrante mirada directamente a los ojos del albino, quien se mantenía despreocupado.

- Espera Punk, antes de que se vayan, necesito hablar con Sans unos segundos. Ya volvemos.
- sin bajar al comediante, se lo llevó a un lugar más apartado. Quien sabe que se habrán dicho, aunque con la mirada amenazadora de Undyne, supongo que nada demasiado bueno.
Luego de un par de minutos, volvieron a integrarse, y Sans se dirigió directamente hacia mi con pasos inseguros.

- Vaya, así son las cosas, de acuerdo niña. Nos vamos. - me tomó de los hombros, guiandome lentamente hacia la salida. Parecía nervioso.

- Sans..¿Qué pasó? - pregunté discretamente, tomando su mano mientras que caminábamos a la puerta.

- Hey, supongo que si cierro la chamarra no se van a notar las vendas ¿verdad? No necesito que haga ningún escándalo por ello. De todos modos, no nos vamos a quedar mucho tiempo allá.

- No respondiste mi pregunta. - dije deteniéndome, él se quedó pensando unos segundos y evitando nuevamente mis palabras, me levantó estilo princesa. No me sorprende, se que me evita a propósito, quizás cree que porque soy una niña no me doy cuenta de su actitud.

- Welp, si no vas a caminar, entonces te llevo.

- ¡Sans!

- No me lo agradezcas. Se que ya no quieres caminar entre la nieve. ¡Alphys! ¿Por casualidad no tendrás algún abrigo?

Me quejé asqueando mi rostro. Supongo que mi forma infantil de responder algunas veces, es una de las razones por las que él sigue llamándome niña.

- Oh, eh.. S-si.. ¿Es para Frisk? - Alphys se levantó de su lugar, para subir nuevamente a su cuarto unos momentos y bajar con una sudadera rosa.

Entre mi capricho, le azoté un par de manotazos en su intento torpe de colocarme el abrigo.

- Bien... Tu lo pediste. - contestó sobándose el golpe.

"No puedo permitirme que ya no me importe"

- ¡No, aléjate!... - esas palabras duelen demasiado....

El oji azul me sentó en una pequeña mesa que se encontraba a un lado de la puerta de entrada. Abrió nuevamente su sudadera y la cerró conmigo adentro.

Salimos del laboratorio y nos adentramos en aquel camino bañado de blanca y suave nieve.
En nuestro recorrido, distintas imágenes iban pasando por mi cabeza, haciendose ver frente a mis ojos.

"Supongo que nunca fuimos amigos después de todo..."

Realmente duele mucho. Lo abrazé fuertemente, ya podía sentir el calor corporal de ambos mas el de la sudadera en mis espaldas. Mientras más camino avanzábamos, mas imágenes venían a mi mente, trayendo consigo dolor y horribles recuerdos. El asesinato de los monstruos de las Ruinas, el de Toriel, el de los monstruos de Snowdin, el de... Papyrus....
Chara, aunque pueda parecer una psicópata a veces, en realidad es una buena persona. Desde que caí al Subsuelo o "Underground", me la encontré y puedo jurar por lo que sea, que pude ver la piedad en sus ojos y creo que... Todo el mundo puede cambiar si tan solo lo intenta. Ella sin dudas cambió, y aun ese cambio sigue en proceso, cada día me lo demuestra, ella se preocupa por los suyos.
No quiero seguir llorando frente a él, no de nuevo. Pero a decir verdad, realmente se me hace imposible a veces, aún me siento muy culpable y es algo que dudo mucho vaya a desaparecer.

- Welp, ya llegamos - me bajó de sus brazos, dejándome de pie a su lado. - Hey, ¿Qué pasa? - Agaché mi cabeza, ocultando mi rostro. - Frisk...

- N-nada.... Estoy bien - mi voz temblorosa y entrecortada, hacía cada vez mas obvio el hecho que me la había pasado llorando todo el camino.
Sans se agachó quedando a mi altura, y tomó mi rostro con ambas manos. Se notaba el blanco vapor de nuestras respiraciones. Me observó unos segundos, parecía preocupado, nos unimos en un abrazo en el cual me atrapó fuertemente escondiéndome entre su camiseta y ya de paso me secaba las lágrimas que habían resbalado por mis mejillas sin ningún permiso.
Nos quedamos así unos momentos, hasta que me calmé y decidimos entrar.
Caminamos hasta donde se encontraba Gaster, estaba leyendo un libro, mientras que su computadora estaba prendida en frente suyo.
Sans sabía que yo no iba a hablar, y por más que él tampoco tenía muchas ganas de hacerlo, procedió tomando mi mano con suavidad.

- ¿Qué encontraste ahora?

- Bien... La verdad, me la pasé curioseando entre libros e internet, acerca del alma dorada y luego de una larga búsqueda, encontré lo que necesitábamos- tomó un antiguo libro café, y luego de un soplido, que hizo volar gran cantidad de polvo se dispuso a abrirlo, en una página que no alcanzé a registrar. Se colocó unos lentes negros del estante y comenzó a leer.

- Muy bien, voy a resumirles esto... Alma Dorada: carácter fuerte, instinto de posesión, su poder característico es la Telepatía.