HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]

Cap 12: Una Solución o Un Castigo

Ya veo... Telepatía. Un poder determinante, dominante, y magnífico. Quién no querría saber lo que piensa cada ser viviente en este planeta. Es extraño saber que todo este tiempo, esa chica pudo tener conciencia de todos nuestros pensamientos, ya sean malos o buenos.

- Welp Frisk, lamento decirte que tú y tu hermanita ya no son las únicas diferentes ahora. - eso me suena a burla.

- ¿Me estás insultando?

- ¿Eh?

- Estoy segura de que esto no es más que una mentira, no puede haber otra alma diferente. Es simplemente imposible. Si las almas en cada planeta se dividen en una cantidad específica y aquí son siete contando la Determinación.

- Tienes razón, esto va completamente en contra de la regla. Ya vuelvo niños, voy a buscar un libro.

- Aquí hay algo muy raro, eso es cierto. Pero tampoco es para que la tratemos así, quiero decir, ni siquiera es peligrosa- Sans se recostó entre el asiento, mientras que Gaster regresaba con la gran y antigua enciclopedia.

- No solo los planetas de aquí, sino que otras Galaxias que están en nuestra misma dimensión funcionan de igual forma. Con las mismas divisiones de almas. Es decir, algunos planetas de otras Galaxias llegan a tener alrededor de 27 razgos con poderes distintos. Siendo que en el Planeta Tierra solo son siete.

- ¿Habremos encontrado otra anomalía? - preguntó el comediante, en un tono bastante serio.

- Realmente, yo lo vería como algo más. Hasta ahora, algo inexplicable. Pero hemos avanzado bastante con nuestra investigación al descubrir el Razgo del Alma dorada, por lo que podríamos simplemente comenzar a analizarlo mejor, para ello voy a necesitar su ayuda. Esperemos que en algún punto podamos extraer algo de su razgo, así podremos estudiarlo. Ustedes, ¿son amigos de ella?

- No. - contesté de forma cortante con un tono frío, cruzándome de brazos a la vez que fruncía el rostro.

- Creo que comprendo lo que quieres que hagamos, ¿no es obvio? Ser amigos de ella para que nos muestre su Alma. Pero Gaster, lamentablemente eso no va a ser posible, además, ¿para qué diablos queremos estudiarla? No va a lastimar a nadie.

- ¿La estás defendiendo?

- No, niña, no la estoy defendiendo en absoluto, solo estoy diciendo que no hace falta estudiar algo con lo que no nos vamos a meter. O al menos, ya no pienso hablar con ella y mucho menos con sus amiguitos de nuevo.

- ¿De nuevo? - preguntó el padre de Sans y Papyrus colocando su mano en su mentón.

- Bueno Gaster, ya nos vamos.

- ¡Papá! - corregí indignada.

- Como quieras.. Voy a acompañar a Frisk a su casa, quizás me quede ahí un par de días, fijate que Papyrus debería estar por llegar. - dijo el albino de ojos azules, tomándome de los hombros mientras me dirigía a la puerta de salida.

Gaster ni siquiera se molestó en contestarle, sabe que su hijo se pasa mas tiempo afuera "trabajando" que en su propia casa. Supongo que de todos modos ya sabe que Sans no es mas que un vago que no se sabe ni como se gana la vida.
El camino a casa fue inundado con chistes malos por parte de Sans, pero como siempre, la mayoría son tan malos que por eso dan risa.

- Sans... ¿No podemos usar tu atajo? Ya es tarde, nos pasamos casi todo el día en lo de Alphys, y no te olvides que nos escapamos de la escuela. Mamá Toriel me va a matar. - me froté los ojos mientras que mi otra mano se entrelazába con la del albino. - Además, ella ya nos regañó por llegar tan tarde.

- Tienes razón, demonios, deberíamos ser más conscientes de la hora. - comenzó a ponerse nervioso acelerando un poco el paso. ¿Por qué no simplemente nos teletransporta? Preferí quedarme con la duda, probablemente esté cansado y en ese caso, es mejor caminar en vez de que nos teletransporte en medio de una pared. Que por cierto, una vez lo hizo y no terminó nada bien.

- Bueno, si no vas a usar un atajo entonces me llevas. - agregué decidida, alzando mis brazos hacia él, esperando a que me levante. Efectivamente, lo hizo y así caminamos hasta casa. Adoro estar entre sus brazos y apoyar mi cabeza sobre su hombro.

Abrí mis ojos. ¿estoy en mi cama? El albino está al lado mío sentado en una silla, observándome pacientemente.

- ¿Sans? ¿Que pasó?

- Heh, tonta. Estamos en tu cuarto. Te dormiste en el camino. Parece que ese anime te afecta hasta los huesos. Deberías dejar de verlo.

- No le heches la culpa, ¿mamá te regañó de nuevo?

- No, solo pidió que no volviéramos tan tarde, y me dejó quedarme. Eso es todo.

- Bueno y a que esperas. Ven aquí. Aunque, pensándolo mejor, no voy a dormir así. Voy a cambiarme. - anuncié para luego levantarme de la cama, buscar ropa y dirigirme al baño. No tomé ninguno de mis pijamas, simplemente elegí una camiseta color lila, un short azul y unas medias blancas.
Regresé a la cama y me recosté al lado de Sans, este lo único que había hecho era quitarse la chaqueta. No me extraña, en lo absoluto. Colocó un brazo por debajo de mi cabeza, reemplazando a mi almohada y me atrajo a su pecho abrazándome con su brazo izquierdo libre.
La verdad, solo pensar en lo que descubrimos hoy de Jenny, me espanta, todo este tiempo pudo saber lo que pensábamos. No se si es mejor saberlo o no. Puede que sea una solución a nuestros problemas o un castigo constante al estar siempre pendiente de ello, porque, ¿cómo no pensar en absolutamente nada?
Como sea, me hundí tanto en mis pensamientos que resultó ser una forma de quedarme dormida, de todas formas no iba a aguantar mucho mas.
Volviendo al hecho de que estoy indudablemente enamorada de Sans, creo que estoy comenzando a aceptar que solo me ve como a una niña a la que debe cuidar. Aun así los sentimientos no desaparecieron, pero igualmente tengo miedo de declararme y que me rechace, para él soy muy pequeña.
Como sea, de todas formas, soy demasiado tímida como para declararme, supongo que el tiempo lo dirá. Por otro lado, Jenny no terminó con él oficialmente, por lo que en ese aspecto me veo en desventaja. Si realmente lo quiero, voy a tener que pedir la ayuda de Chara. Odio decirlo, pero creo que su fuerte carácter me va a ayudar en esto.