Cap 19: En La Pastelería de Muffet

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Entramos a la pastelería de la mano, y efectivamente allí estaba Muffet, aquella mujer con aspecto de araña, llevaba puesto un traje rosado muy bonito con grandes moños, y unas dos coletas a los costados de su cabeza, sus negros y brillantes cabellos le daban ese look de limpieza y cuidado, tanto a ella misma, como al gran salón que presentaba todos sus pasteles y donuts de araña. Puede parecer un poco raro, pero a la gente le gusta, me refiero a los humanos, les gustaron tanto sus donuts que ahora están prácticamente de moda. Sus grandes ojos lilas, resaltaban con su pálida piel y sus extravagantes atuendos.
Muffet, al vernos de la mano, no dudó ni un segundo en decir algo al respecto.

- ¡Buenas tardes! ¡¡Oh, Dios mío!! ¿Ya hicieron pareja y nadie me avisó? - negamos a su pregunta, con risas nerviosas. Sans ya me dejó claro que lo único que pretende conmigo es una amistad. - Oh bueno, realmente me gusta la pareja que hacen, supongo que podrían pensarlo ¿no? Ajujuju, O tienen miedo de que los juzguen por ser humana y monstruo, ¿eh? - De hecho, no había pensado en eso antes. - ¡Bueno linduras! Al parecer se decidieron a venir a comer a mi bellísima pastelería, ¡que genial! Ya los extrañaba. Entonces, donuts y... ¿Café?

- Con leche, por favor. - agregué a Muffet quien con una gran sonrisa fue a preparar nuestros pedidos.

- Entonces... - el ojiazul colocó su mano en el mentón, esperando algún comentario de mi parte.

- Oh cierto, Sans, casi lo olvido, Undyne nos invitó a un picnic este viernes. ¿Vas a venir, verdad?

- Bueno, sabes que soy un tipo bastante ocupado, pero... Por ti haré una excepción.

Bajé la mirada y apoyé ambos brazos sobre la mesa.

- Frisk, de hecho hay algo que quería contarte, siento que te debo una explicación. - agachó su cabeza un poco, al parecer le intimidaba hablar del tema.

- ¿De verdad? Adelante, te escucho.

- Bueno... reconozco que últimamente mi actitud no ha sido muy positiva, no la he estado pasando bien desde aquella vez.

- Aquella vez, ¿te refieres a la discusión con Jennifer, no es así?

-Sí, nos sermonearon bastante feo en la dirección y ella aprovechó para hablar conmigo. Es imposible ganar una discusión a su lado, sabe todo lo que voy a decir y la verdad es que no me he podido sacar de la cabeza todo lo que me reprochó, me pidió disculpas y yo no me comporté bien con ella.

Él hizo una pequeña pausa, frunciendo el ceño a la par que se acomodaba los cabellos hacia atrás.

-Creí que en estas últimas semanas lo había superado, sin embargo, mis actitudes contigo y con los demás me han demostrado lo contrario. No tengo en claro lo que debería hacer, pero he descubierto que es innegable que hay alguien que me gusta. - De acuerdo, Frisk, relájate, la esperanza es lo último que se pierde.

- Quién lo diría, Sans, realmente nunca creí escuchar tal cosa de ti. ¿se puede saber quién es?

Él cerró los ojos con pesadez. - Me vas a querer matar.

- Es Jenny, ¿verdad? Piensas darle otra oportunidad.

- Tal vez... a decir verdad, no me la puedo sacar de la cabeza. - frunció el rostro esperando algún tipo de golpe.

- Sans, no voy a golpearte. No sé si te diste cuenta, pero esa chica está loca por ti. Si le dices de volver seguro que se desmaya.

Cerró sus ojos y soltó un suspiro profundo, yo desvié mi mirada hacia la derecha. El nudo en mi garganta no me permitía pronunciar bien las palabras, de hecho tampoco quería seguir hablando de eso con él. El lugar estaba lleno de personas, divisé en una de las mesas y quedé impresionada. Le dije a Sans que me acompañara.

- No sabía que vendrían aquí en su cita. - dije alegremente frente a la pareja.

- ¡Y yo no sabía que en tus citas te vistes como payaso! - Me retrucó Chara.

- N-no es una cita, es una merienda de amigos. -afirmó Asriel, con una sonrisa nerviosa.

Juntamos las mesas y comenzamos a charlar sobre temas irrelevantes y recuerdos del pasado. Estuvimos los cuatro allí, un buen rato, hasta que se hizo bastante tarde y volvimos a casa.
Chara decidió romper el hielo, ya que habíamos estado callados los primeros minutos de caminata.

- Oye Frisk, ¿Dónde dejaste el Cuchillo Real?

- No importa eso Chara. - la ojirubí me observó expectante, levantando una ceja- Está en mi cajón.

- ¿No te dije que te deshicieras de esa cosa? - me reprochó el de ojos azules con una mirada incrédula. Por alguna razón, siempre que intentaba alejarme del cuchillo, éste volvía a aparecer en mi habitación poco tiempo después, ¿será alguna señal?

- Estoy esperando con ansias otro genocidio, hermanita.

- Ya basta Chara, solo lo empeoras. - se quejó Asriel.

- Como siempre. - agregó Sans en un susurro, pero al parecer la ojirubí lo escuchó.

- ¿Qué dices?

Luego de que Chara y Sans se destrozen entre ellos, por fin llegamos a nuestro destino. Mamá Toriel nos estaba esperando.

Sans se quedó un rato en casa y nos pasamos unas largas horas jugando videojuegos. En uno de nuestros intentos de aniquilar a nuestros oponentes, Toriel llamó al ojiazul, este fue sin chistar y ambos se reunieron a charlar en la cocina. Me dio curiosidad e intenté escuchar, pero los gritos de mis hermanos no me lo permitían.
Luego de unos minutos, Sans regresó con la misma sonrisa de siempre y seguimos con lo nuestro. Hicimos muchas cosas divertidas, bueno, quitando la parte de terminar la tarea de Biología, claro, hasta que luego tuvo que irse, ya que Papyrus lo necesitaba.

- Así que. ¿Pasó algo en lo de la araña, Frisk? - preguntó Chara, con una mirada pícara.

- No - ella siguió insistiendo- Bueno, si, pero no es bueno.

- ¿Qué tal si me cuentas en tu habitación? - luego de decir esto, asentí y subimos ambas a mi cuarto, cerramos la puerta, nos colocamos los pijamas, nos sentamos en la cama y le conté lo que el ojiazul me había dicho.

- ¡No puede ser! ¿Pero entonces, por qué la rechazó hace unas semanas en el colegio?

- Lo escuché bastante arrepentido de eso. No puedo creer que después de todo aun siga enamorado de ella, quiero decir, fue nuestra culpa haber engañado a Jenny con un mensaje falso, pero ella tampoco reaccionó apropiadamente y Sans terminó pagando las consecuencias con heridas que pudieron haberle costado la vida.

- Es increíble, Frisk. Si me lo hubieses dicho antes ahora mismo ya estaríamos en su funeral.

- No sé que hacer, no sé si de verdad me gusta, creo que de todos modos ya lo he perdido.

- Hermana, mi única recomendación ahora es que lo dejes. Ni siquiera tienes claros tus sentimientos, quizás solo lo amas como un... ¿Hermano? - la observé confundida, tal vez ella tiene razón, debería olvidarme de eso.

Fruncí el rostro y la abracé, aferrándome a ella con fuerza.

- A veces me pregunto por qué tengo dos hermanos tan llorones, siempre soy yo la que debe consolarlos. Debiluchos.

- Cállate - dije, mientras se me dibujaba una pequeña sonrisa.

Ella correspondió a mi abrazo, como si de una madre protectora se tratase. Sentí su aroma e intenté contener las lágrimas como más pude, jamás creí que estaría llorando por un amor no correspondido, más específicamente por parte de mi mejor amigo.

- Ya deja de llorar, compañera. Te ayudaré a encontrar a alguien que te ame como yo y Asriel. Bueno, eso no es cierto, ¡pero será el tercero! - eso me recuerda a un comentario de Papyrus. Dijo que me ayudaría a encontrar al segundo más genial. Por un momento creí que ese podría ser Sans, pero, a veces si quieres que alguien sea feliz, solo tienes que dejarlo ir por más que duela.

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora