Cap 18: Una Dura Advertencia

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Un par de semanas más tarde.

Pasó un tiempo luego de haber visitado a los hermanos. Cada día que pasaba, Jennifer me trataba peor, ya no eran simplemente malas miradas y extraños encuentros, pasaron a ser duras advertencias. Me amenazaba con matar a Asriel si no me alejaba de Sans, o a mi madre, preferí no contarle a nadie y evadirla. No sería capaz de matar a nadie, ¿verdad?

Tocó el timbre del recreo, todos salieron como animales sin siquiera dejar al profesor de Geografía dictar la tarea. Sans se había quedado dormido en el asiento, ya es típico. Lo dejé allí y acompañé a Chara al baño, según ella quería arreglarse, porque a la salida tendría una cita con Asriel, bueno, para ella era una cita. Los sentimientos hacia su hermano incrementaron y cada vez se hacía más evidente, decidí ayudarla en lo que pudiera, como ella me ayudaría con el ojiazul. Entramos al baño y Chara comenzó a peinarse y maquillarse, le advertí que no se pase demasiado, de lo contrario, algún profesor podría verla y llamar su atención. Asintió con la cabeza y siguió con lo suyo.

- Mierda, ¡olvidé el rubor! Espérame aquí, ¡ya vuelvo! - dijo alegremente para luego salir corriendo al aula, a buscar lo que le faltaba. Me miré al espejo, la habitación estaba completamente vacía. El timbre sonó nuevamente, tomé los cosméticos de mi hermana, que aún no llegaba, y caminé hacia la puerta.

Seguí caminando y me encontré con alguien que realmente no esperaba ver.

- ¿Y ahora qué quieres? - por detrás de Jennifer, se asomaron cuatro muchachas.

- Tú sabes lo que quiero, cariño. - la miré confusa, por más que sabía perfectamente lo que quería. - Sabes perfectamente lo que quiero. Mejor dicho, lo que tú me robaste.

- ¡Yo no te robé nada! Ahora, déjame pasar que el recreo ya acabó. - dicho esto, me observó con desprecio y miró a sus amigas que cubrían su espalda.

Hubo un pequeño silencio incómodo, en el que un poco nerviosa, me aferré a aquella pequeña bolsita verde de Chara, ya sabía lo que sucedería.

Regresé al aula, evitando las miradas de mis compañeros. Por suerte, ellas no me hicieron nada grave, pero tuve que cubrir algunas heridas con venditas que siempre mantienen alto mi HP. Le dije al preceptor que me había lastimado, pero a mi hermana le dije la verdad, Jennifer había hecho esto. Regresé a mi aula, me senté y observé a la que me odiaba. Me miró a los ojos fijamente, muy furiosa.
Cuando el ojiazul despertó, comenzó a hacerme un cuestionamiento larguísimo al que solo respondí con la mentira de haberme lastimado yo misma. No me creyó demasiado.

A la salida, Jeniffer desde los arbustos tomó mi brazo, atrayéndome hacia ella.

- Te dije que no le dijeras a nadie.

- ¡No le dije a nadie! -contesté nerviosa.

- ¿Acaso tu hermana es nadie? - lo había olvidado por completo, ella puede saberlo todo. - Tú sabes muy bien lo que yo puedo hacer y sabes lo que significa esto - me mostró su alma, un pequeño corazón brillante color dorado que flotaba por encima de sus manos. - También sabes que te conozco a ti y a todos tus amigos. Sé lo que ellos quieren, puede que los hayas liberado de vivir en el subsuelo por siempre, pero no todos están felices aún, Frisk. - luego de su advertencia me soltó, y dudosa, seguí caminando a casa.

Unas horas más tarde, me encontraba haciendo tarea de Biología en mi habitación, hasta que recibí una llamada.

*ring ring*- es Undyne.

- ¡Buenas, Undyne!

- ¡Hey piltrafa, oye, quería hablar contigo... Tu hermana me contó lo que pasó hoy con Jennifer y otras chicas más, realmente lamento no haber estado allí para ayudarte.

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora