Cap 16: Un Extraño Comportamiento

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Nos miramos fijamente entre todos manteniendo el silencio y sin pronunciar palabra alguna, caminamos hacia nuestro salón de clases correspondiente. Desde su asiento, Chara me observó preocupada al verme sola, yo le sonreí incitándola a que disfrute sentarse junto con Asriel, no necesitaba preocuparse por mi. Comenzamos con las clases, principalmente estas consistían en escuchar de lo que iba a tratar la materia, ya que apenas había empezado todo. Luego de unos largos minutos de prestar atención a la profesora, un albino de ojos azules abrió la puerta bruscamente, parecía enfadado, detrás suyo una rubia de cabellos largos y rizados caminaba hacia su asiento. La profesora les preguntó a ambos por qué habían llegado tan tarde a la clase, Sans respondió fríamente que habían sido llevados a dirección por la profesora Undyne.

El albino se sentó en el lugar vacío de mi banco sin siquiera mirarme, preferí no preguntar ni decir nada, ya he visto a Sans varias veces salir de sus cabales y cuando eso sucede es mejor dejar que se calme. Pasamos toda la mañana así, no me dirigió la palabra ni una sola vez, tampoco parecía prestarle atención a los profesores, tan solo se recostó entre sus brazos y de ahí no se movió. La verdad, pensar en que tendré que soportar este dolor en mi pecho todo el año me espanta, pero tengo que mantener mi Determinación y darme cuenta que ese chico al que le estoy temiendo, es nada más ni nada menos que el lindo Sans.

Tocó el timbré para irnos, Asriel me dijo que iría con Chara a un lugar al que realmente no le presté mucha atención. Sans me preocupaba demasiado, al parecer se había quedado dormido en el asiento. ¿Debería dejarlo? Parece muy cansado, pero no puedo irme sin más, es mi amigo y tengo que ayudarle a pasar por lo que sea que esté pasando.

Tomé su hombro, susurrando su nombre unas cuantas veces, ya todo el mundo se había ido y había que dejarle lugar a los alumnos del turno tarde, que probablemente no tardarían en llegar. Me senté a su lado y despeiné un poco su cabello, por alguna razón comencé a sonreir y un extraño sentimiento me desconcertó, no podía dejar de mirarlo. Luego de unos minutos, me decidí por fin e hize lo imposible para despertarlo.
Una vez conseguido mi objetivo, caminamos juntos por los pasillos hacia el aula de Paps, sin decir ni una palabra. Se veía cansado y desconcertado, como si estuviera en su propio mundo, me sentí realmente ignorada.
Papyrus salió de su salón con la misma alegría de siempre, comenzó a hablarme de millones de cosas que sirvieron para animarme, parecía que no se daba cuenta que su hermano caminaba cabizbajo y callado.

Dijo entusiasmado que me haría los mejores Spaghettis que haya probado en toda mi vida, este chico realmente sabe como hacerme sentir mejor. Luego de una charla llena de risas por parte de ambos, el hermano menor de mis acompañantes me invitó a una pijamada en su casa, remarcando que sería más divertido porque su padre, Gaster, se iría por dos días a resolver algunos asuntos laborales y que sería bueno poder pasar más tiempo juntos.

Realmente me sentía ofendida por el comportamiento del ojiazul, y a la vez preocupada, por lo que le dije con las palabras más sinceras posibles:

-No creo que a tu hermano le agrade la idea, quizás otro día.

Sans reaccionó de inmediato luego de muchas horas de silencio.

- Claro que me agrada, sería genial una pijamada juntos. Como en los viejos tiempos... - Contestó como si no huviese pasado nada en toda la mañana.

- Bueno, vamos a mi casa a preguntarle a Toriel.- Tomé la mano de ambos, el albino de ojos amarillos mostró una gran sonrisa y correspondió inmediatamente, mientras caminabamos. En cambio, el ojiazul tardó un poco más en reaccionar, desviando su mirada hacia los costados.

Llegamos a casa, mamá Toriel me dejó quedarme a dormir en casa de los hermanos, recordándole a Sans que quería hablar con él en cuanto esté desocupado, por lo que tomé mis cosas y nos dirigimos a su hogar.

- ¡Hogar dulce hogar! ¡Sientete como en casa humana! Puedes dejar tus cosas en el cuarto de Sans, a noser que quieras dormir con el Gran Papyrus, obviamente. Oh, ahora que lo recuerdo, Sans nunca ordena su cuarto, ¡por lo cual está claro que oficialmente dormirás conmigo!

- En realidad ya estaba por ordenarlo... ¿Espérenme aquí abajo okey? - el hermano mayor usó uno de sus atajos para ir a su cuarto.

- ¿Qué acaba de pasar?- pregunté intrigada.

- ¿Acaso el verdadero Sans fue a ordenar su habitación?

- Bueno, al parecer las teorías del fin del mundo son totalmente ciertas.

Luego de unos minutos cocinando spaghetti con Papyrus, Sans bajó por fin y ambos quedamos impresionados al ver lo impecable que había dejado la habitación.

- ¡Oh, wowie hermano! Hasta recogiste tu calcetín. No me lo puedo creer.

- Dios... Tu no eres Sans ¡IMPOSTOR! - me abalanzé sobre él y comenzé a golpearlo débilmente, él comenzó a hacerme cosquillas por lo cual le pedí ayuda a Papyrus que observaba con una sonrisa de oreja a oreja.

Pero nadie vin.. - ¡¡EL GRAN PAPYRUS AL RESCATE!! - se arrojó sobre ambos y los tres caímos al suelo en un ataque de risas, que deseaba que nunca terminaran. Ya estaba lista la comida.

- ¿Estás segura de que quieres comer eso? Está rancio y feo ¿Qué tal un perrito caliente? Solo está $99999.

- ¡¿QUE HAS DICHO?! Mis Spaghettis son los mejores de todo el subsuelo y de toda la superficie. Además, Frisk es nuestra invitada, por lo cual no tiene que pagar por la comida ¡pedazo de vago!

Luego de unas risas al ver la conversación burlona de los hermanos, me decidí a contestar - Lo siento Sans, ¡prefiero los spaghettis del Gran Papyrus! Pero si quieres te puedes encargar del postre.

- Oh, vamos niña, solo estaba de broma, por ser tú, te lo dejo a $1000 y el postre lo paga Paps.

- ¡¡SANS!! - Papyrus comenzó a hacer gestos de disgusto en contra de su hermano, realmente se lo está tomando enserio.

- No, sigo eligiendo los Spaghettis de Papyrus.

- ¿Qué tal un helado?

- ¡No es Justo, Sans! Me pasé mucho tiempo cocinando para Frisk ¡y esos perritos calientes ni siquiera están calientes!

- Y si te gustan tanto y quieres repetir, niña, tengo otro aquí abajo. Ese es totalmente gratis. - Dijo aguantando la risa... No comprendo.

- Si es otro de tus chistes, no lo entendí. - volvió a reirse en mi cara, ultimamente sus chistes se hacen cada vez más difíciles de comprender, o al menos para mí. Según él soy demasiado inocente.

- Entonces te quedas con mis spaghettis, ¿verdad Frisk? - preguntó, con su tierna sonrisa característica y sus ojos resplandecientes, como cuando tuvimos nuestra primera cita.

- Claro que sí, Paps.

- ¡Wowie! ¡Me alegra muchísimo oírlo humana! Entonces, ¿a qué estamos esperando? ¡Vamos a comer!

- Oh bueno... Supongo que dejaremos los panchitos recién calentitos para la próxima. - dijo el ojiazul acercándose a la mesa.

Al final, terminamos comiendo en el sillón, mientras mirábamos el programa de MTT, que ya era furor en toda la superficie. Me alivié bastante al saber que Sans había vuelto a ser el de siempre, aunque no me iba a guardar tal comportamiento, e iba a preguntárselo cuando sea el momento justo. ¿Qué pasó con Jeniffer y Undyne en dirección? ¿Le habrán hecho algo a Sans? ¿Por qué cambió de comportamiento tan repentinamente? Un montón de preguntas pasaban por mi cabeza, y juro que las voy aclarar como sea posible.

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora