Cap 35: La Revelación...

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Ya era tarde, el ojiazul aún no llegaba a casa, lo que hizo preocupar mucho a su hermano. Pero para su suerte, recibió una bonita visita que lo haría sentir acompañado.

La chica rubia tocó la puerta desesperada. Papyrus, corriendo abrió la puerta, sin siquiera saber quien se encontraba del otro lado. Con una sonrisa de oreja a oreja, jaló del picaporte a punto de abrazar a su querido hermano, pero su felicidad se desvaneció al observar a una muchacha sollozando bajo la lluvia. La reconoció al instante, pero su gran corazón le impedía dejarla ahí afuera, sola y con frío.
La hizo ingresar a su casa, recostándola en el sillón. De inmediato cerró la puerta, impidiendo que la nieve se acumule por dentro y apresurado corrió a la cocina a preparar un café para la invitada.

- Saludos Papyrus... - dijo tiernamente, mientras se cubría entre sus pesadas ropas. Este correspondió al saludo y subió las escaleras hacia la habitación de su hermano mayor. Como siempre, todas las sábanas estaban en el suelo, al igual que sus medias y algunas playeras lisas de colores fríos. Tomó una de las mantas y bajó nuevamente hasta lograr envolver a la niña con ella.

- ¿¡Wowie humana, que hacías afuera a estas horas!? ¡¡¡Sabes que es muy peligroso con tanta nieve, ya estamos en pleno invierno!!! - Papyrus volvió a la cocina un poco preocupado,llenando una taza de café, para luego entregársela a Jennifer con una sonrisa misericordiosa.

- ¿Qué no puedo visitar a mi novio y su hermano? - preguntó sarcásticamente con una sonrisa de agradecimiento hacia el peliblanco. Este comentario intrigó al muchacho, observando como su invitada daba pequeños sorbos a la taza.

- Sans no está aquí, se la pasa en el Hospital por las noches con Frisk. Pero le diré que venga si lo necesitas, ¡¡no creo que sea ningún problema, humana!! Además, está llegando un poco tarde...- ella, a pesar de saberlo, cambió el rostro notablemente.

- No hace falta, mal por él, y yo que venía a ayudarlo a salvar a Frisk, de ese modo él ya no tendría que molestarse en visitarla ni dejar a su hermano menor solo tanto tiempo en casa - el albino la observó intrigado, deseaba que todo terminara y ansiaba poder salvar a su mejor amiga. Apoyó su mano en el hombro de la muchacha, con una sincera sonrisa.

- No te preocupes, lo llamaré... - se levantó ansioso del sillón y tomó su teléfono para marcarle a su hermano. Éste, como de costumbre atendió de inmediato. Una vez que cortó la llamada, su sonrisa se ensanchó, por fin podrían volver a estar juntos y todo se arreglaría. Aquella chica parecía tener todas las respuestas que necesitaban. Pareció devolverle la sonrisa, mientras daba pequeños sorbos de su café.

- ¡PAPYRUS! ¿¡Que tanto haces ahí dentro que no vienes a abrirme!?- una eufórica y decidida voz lo llamó desde afuera. Este corrió hacia la puerta de entrada y con mucho gusto la abrió, dejando ver a su gran entrenadora con una sonrisa igual de amplia. Entró sin rodeos, chorreando agua por toda la casa, dispuesta a charlar con su amigo, pero su rostro se desfiguró al observar a su alumna sentada en el sillón. - ¡¿Se puede saber qué demonios haces tú aquí?! - tomó su lanza con ambas manos, preparada para cualquier ataque.

A pesar de los esfuerzos de Papyrus por dejar a la niña en su casa, Undyne no toleró su presencia y por poco no la saca a patadas. Una vez que Jennifer ya se encontraba afuera, decidió permanecer cerca de su casa, después de todo su novio estaba en camino y había algo importante que discutir.

- Saludos... La gran amiga de tu hermano me dejó afuera en plena tormenta, ¿te parece bonito? - se aferró a su brazo izquierdo, abrazándolo como una niña pequeña abraza a su osito de peluche.

- Así que tú estuviste en mi casa... Con mi hermano. - aquella amigable sonrisa se desvaneció de su rostro. Sans se sentía estafado, sin embargo la inesperada visita de Jennifer podría hacer que ésta entrara en razón y entregara el medallón de una vez por todas. Ambos tocaron la puerta, congelados y esperaron alguna respuesta de Papyrus.

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora