Cap 17: Siempre Estaremos Contigo

1.2K 114 17
                                    

Luego de un día con los hermanos, disfrutando de sus cómicas peleas, la comida de Paps, las bromas de Sans, realmente me sentí como una niña pequeña. Estar con ellos siempre es divertido, siempre hay algo nuevo que hacer, además de alimentar a su roca mascota, claro. De todas formas, según ellos, esa piedra solo come confites. Creo que Sans solo se lo toma en modo de broma, pero lo hace igualmente y la trata como parte de su familia. Mientras que Papyrus, bueno... Él se lo toma un poco más enserio, quien sabe, quizás realmente piensa que esa roca tiene vida. Como sea, yo aprecio que aún mantengan un carácter infantil, aún si es ese hábito tan extraño de darle de comer a una piedra grisácea, sin ningún aspecto que se pueda destacar de ella.

Ya era tarde, y nos pusimos a ver una película de terror. A mi me encantan, aunque mamá Tori no me deja verlas porque a la noche siempre tengo pesadillas, de todos modos, a veces con Chara y Asriel solemos ver algunas sin que nuestros padres se den cuenta.
Nos sentamos en aquel sillón verde, preparamos las palomitas de maíz y servimos CocaCola. A decir verdad, la película fue bastante terrorífica, fue chistoso ver a Papyrus cubrirse los ojos en las escenas fuertes, el ojiazul me dijo que hiciera lo mismo, pero me rehusé y decidida, mantuve mi Determinación para no saltearme ninguna parte. Unas horas después, la película terminó y como aún era temprano, decidimos ver otra.
Ya era muy tarde, ni siquiera mi razgo sirvió para mantenerme despierta. Aún con mis ojos cerrados, sentí el inconfundible aroma del ojiazul y me aferré a este como pude, recosté mi cabeza en su hombro y noté como me cargaba. Abrí mis ojos, ¿ya es tan tarde? Me encontraba en la cama de Sans, pero él no estaba ahí.

De repente, sentí algo fresco y afilado por detrás de mi cuello, luego un gran escalofrío. Me incorporé de modo que pudiese ver el techo de aquella habitación, no había nada. Inspeccioné el lugar como más pude, luego de haberlo analizado, comenzé a entrecerrar los ojos. Dos frescas gotas cayeron en mi rostro, pasé mi mano derecha sobre estas y divisé un líquido rojo y espeso cubriendo toda mi ropa. Quedé atónita, observando sin poder siquiera hablar, algo me lo impedía. La habitación estaba de repente empapada con este mismo líquido, el olor impregnado en mis ropas era insoportable, se sentía como si debajo de la cama hubiesen un montón de cadáveres. Volví a sentir mis pecados trepar por mi espalda y en cuanto mis cuerdas vocales me lo permitieron, grité lo más fuerte que pude, pidiendo ayuda, quien sea, esto no puede estar pasando.
La puertá se abrió de inmediato, dejando ver a un albino de ojos azules muy preocupado. Corrió hacia mí, preguntandome qué había pasado, sin pensarlo ni un segundo lo abracé, cerrando mis ojos con fuerza. Por detrás de él entró Paps con un pijama color rojo y una gorra del mismo tono.

- ¡¡Wowie Frisk!! ¿Te lastimaste?

Algo seguía impidiendome hablar, por lo que comenzé a llorar desesperadamente, ahogándome entre mis entrecortados gritos. Sans se percató de esto y dijo que me calmara, lo intenté como más pude pero nada funcionaba, había algo que presionaba mi pecho, de modo tal que impedía que el aire entre a mis pulmones.
Me sacudía rápidamente, intentando encontrar una posición en la que pudiera respirar, ambos hermanos intentaban ayudarme, el ojiazul me calmaba mientras que Paps intentaba recordar el número de la ambulancia.
Como por arte de magia la sangre había desaparecido, pero sin dudas había algo o alguien con intenciones de matarme. Comencé a ver borroso, intenté pestanear varias veces, pero solo lograba inundar la chamarra del ojiazul con lágrimas. Una voz de mujer resonaba en mi cabeza una y otra vez, juzgándome por todos mis pecados, parecía que nunca iba a detenerse...Parecía que ese sería el fin.

- ¡Frisk, niña, vamos! Si es una broma... No es nada graciosa... Hey cariño, ¡despierta, por favor! ¡Demonios Frisk, de verdad, ya basta!

- ¡Sans! ¡¿Oh Dios, qué le está pasando?!

- No lo sé, Papyrus ¡No lo sé!

- ¡Frisk, no puedes dejarnos! ¡¡No te mueras, por favor!! - Sus desesperados gritos no me dejaban morir. Eran lo único por lo que seguía luchando.

Sentí el aroma de ambos impregnarse en mi piel, sus cuerpos rodeándome y entregándome el cariño que necesitaba. Ese dolor en mi pecho desapareció al saber que la palabra MORIR no podría ser asimilada por mi sistema... No tan de repente. Si tengo que morir, será por una causa. No puedo morir luchando con algo que desconozco, eso sería una humillación para mí, por eso... Me rehuso a morir.
De repente, el dolor desapareció por completo, al igual que las hilarantes palabras de la chica.
Comencé a toser sangre, mientras intentaba volver a recobrar el aliento, me sentía fatal. No podía creer lo que había sucedido.

- ¡¡FRISK!!

- Paps.. - balbuceé, intentando abrir lentamente los ojos para ver el rostro de Papyrus cubierto en lágrimas.

- ¡Frisk! Vamos, despierta princesa. - y, ¿cómo olvidar a mi vago favorito?

Me tomó unos momentos recuperar el aire, e incorporarme correctamente, al hacerlo, ambos hermanos comenzaron con el desesperado cuestionamiento.

- No sé... N-no se que pasó... - los dos me miraron extrañados, estaban muy confundidos, pero lamentablemente no había explicación alguna que yo pudiese darles al respecto. - Juro que no se que pasó, ¡¡algo me estaba apretando el pecho y no me dejaba respirar y también había una chica y me susurraba que asesiné a todos y que ya nadie confiaba en mi!!

- De acuerdo, cálmate...

- No comprendo Frisk, ¿Qué te sucedió? ¿Podrías hablar más despacio?

Intenté tranquilizarme y conté todo lo que había sentido a los hermanos.

- ¡No te preocupes, Frisk! ¡El gran Papyrus y el vago de mi hermano, no dejaremos que mueras, recuerda que siempre estaremos contigo! - A veces me pregunto, ¿qué más puedo pedir de ellos? Realmente no quiero olvidar que puedo contar con ambos, siempre que lo necesite.

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora