Sans utilizó uno de sus atajos para llegar al laboratorio, aún estaba un poco cansado y con el sentimiento de culpa, pero sabía que para traer a Frisk de vuelta debía mantenerse determinado y no caer dormido en el intento.
Una vez puesto el código de entrada, las enormes puertas corredizas se abrieron frente a sus narices. Entró luego de un profundo suspiro y allí pudo encontrar a ambos Científicos Reales muy felices por haber terminado de reparar su gran creación.- ¿Qué sucede? - preguntó el recién llegado, prendiendo un cigarro.
- Oh, S~sans, no lo creerás, ¡p~por fin lo logramos! - exclamó Alphys muy contenta y entusiasmada, admirando con aprobación aquel gran artefacto con apariencia a una máquina del tiempo. El ojiazul no quitó la vista de aquel aparato, sabía perfectamente de qué se trataba, era la misma máquina que tiempo atrás había matado a su padre en el intento de encontrar a su esposa.
- A ver si entiendo, ¿ahora se supone que yo tengo que entrar ahí? - respondió sin ningún tipo de entusiasmo, de hecho, su voz sonaba ronca y cansada, como si entrar ahí fuese lo último que anhelaría hacer en ese momento.
La rubia lo observó de reojo, le había leído la mente apenas entrar. Guió su mirada hacia Gaster, que se veía satisfecho con lo que había creado. Ambos se acercaron al artefacto y comenzaron a presionar algunos botones con notable sabiduría. Se escuchó un irritante ruido, parecido al vibrar de un celular pero mucho más intenso, y un destello blanco dentro de la puerta de la gran creación.
- P~parece que tenías razón después de t~todo Sans... Frisk sigue con vida, pero su esencia está en un lugar desconocido, una dimensión alterna. Por lo que me contó U~Undyne, Jennifer la tiene atrapada con ella. A mi parecer, p~planea llevarse su alma y comérsela o algo parecido, no lo tenemos muy en claro.- Dijo La Científica, exagerando sus movimientos y expresiones, mientras subía y bajaba los tonos de voz.
- Welp, la verdad es que yo...vendí mi alma por Frisk. Jennifer necesita un alma de monstruo para no decepcionar a la gente de su planeta y pienso hacer algo así como un... Sacrificio.
- No vas a hacer nada de eso, Sans. Créeme cuando te digo que esto funcionará, hijo, funcionará. Esta es tu oportunidad para recuperar su alma y la tuya. - aseguraba el Científico, señalando repetidas veces hacia la máquina, siempre manteniendo un tono de voz tranquilo y profundo.
Sans solo dio un bufido y rodó los ojos en señal de desaprobación, quitó el cigarro de su boca, para luego lanzar una bocanada de humo y toser ante el mismo hecho.
- Sabes, te queda bien esa cosa después de tantos años que no la usabas, hijo. - comentó triunfante el Científico real, observando la bata del ojiazul con una nostálgica sonrisa. Solo recibió una mala mirada de su parte, cosa que ya se esperaba de antemano. - bien, sé que no estás aquí para quedarte mirándome, Sans. Pongamos esto a andar de una vez. - se levantó y abrió la puerta del artefacto, incitando a su hijo mayor a entrar.
El albino de ojos azules aspiró un último bocado de tabaco, para luego arrojar el cigarro al suelo y pisotearlo hasta su apagado.- No voy a entrar si no sé de que se trata, Gaster, tampoco es como que está máquina me traiga muy buenos recuerdos- aseguró, agrandándose ante su padre, mientras contaminaba el aire con humo.
- ¡¡T~te ayudará a encontrar a Frisk!! De eso no hay d~dudas. - agregó Alphys, con un entusiasmo desbordante. Señalando al gran invento como si fuese un trofeo ganado justamente.
- Te llevará a la dimensión en la que ella está atrapada, o así debería. Pero, si no confias en que es seguro y no quieres hacerlo... - fue interrumpido por su hijo, que no quitaba la mirada amenazadora hacia Gaster.
- Lo haré, ya abre esa cosa... - contestó él, acercándose inseguro al artefacto. No confiaba demasiado en su padre, pero si Alphys decía que de esa manera salvaría a Frisk, no tenía razones por las que no intentarlo. Pero, de repente, una niña se asomó al laboratorio, dejándose ver por delante de las dos puertas recién abiertas. - Vaya, pero si es la persona que mas odio en el mundo.
La muchacha se acercó al de la bata y la chamarra azul, entregándole un pequeño y sólido objeto.
- Tómalo, lo necesitarás... - agregó ella, para dejar el gran y afilado Cuchillo Real en las manos del chico. Tan solo pensar que en otra línea temporal había sido asesinado con esa misma arma lo inquietaba, pero ese mismo factor lo hacía aún más imprescindible por si las cosas se salían de control, por lo que decidió quedárselo. - Cuídalo y...Buen viaje, basura sonriente. - dijo la niña con una pícara sonrisa en su rostro.
- Heh, créeme que será muy divertido, sucia asesina de novias. - al decir esto, Chara soltó una risa burlona en su contra, recordándole que Frisk no era su novia y con una mueca de decepción, se preparó para despedir al comediante, observando como ingresaba valientemente a aquel artefacto que le daba inseguridad ante cualquier otra cosa.
Luego de ese pequeño retraso, Gaster abrió la puerta con mucha seguridad, dejando que Sans entre a la máquina.
- H~Hey Sans, q~quizás duela un poco la partida... A~al igual que la vuelta.- comentó Alphys hacia el joven ya metido en la cápsula.
- Muy tarde. No puede escucharte, pero lo superará... Es Sans después de todo, ¿no? - preguntó el científico, irónico.
- Bueno, es precisamente por lo que yo me preocuparía... El "ser Sans" es la única falla de este magnífico plan para traer a mi hermana de vuelta. Creo que si Azzy ahora mismo no estuviera vendado y en reposo, iría a buscarla sin ningún problema y habrían más chances de que esto salga bien. - agregó la ojirubí, haciendo que su voz sea una combinación entre sarcástica e irónica. Difícil de distinguir si hablaba en serio o si solo estaba de broma.
Al encenderse, la máquina comenzó a desprender un pálido vapor que llenó toda la sala. Después de unos segundos de su encendido, se podía observar al albino retorcerse del dolor desde la cápsula , pero sin ningún grito de por medio. Esto solo ocasionó la risa burlona de los demás espectadores, quienes por dentro rogaban que todo salga bien. Un guapo comediante dentro de una cápsula no se ve todos los días.
Por parte de Sans, solo esperaba llegar pronto a su destino, quién sabe que falla podría tener esa máquina recién construida. Mientras pasaba un mal rato en aquel claustrofóbico lugar, pudo olfatear un repugnante olor, proveniente del cambio de dimensiones. Se puso aún más pálido de lo que ya estaba, mientras que hacía arcadas intentando no provocar algún vómito inesperado. Cerró los ojos, manteniendo el equilibrio lo más posible, pero fue en vano ya que después de unos segundos, un fuerte golpe provocó su caída y choque contra el suelo.Por fin todo se detuvo, el silencio predominaba en la cápsula. El albino se incorporó, sobando algunas zonas en las que se había golpeado, se levantó y decidido, abrió la puerta en busca de "Justicia".
Narro yo:
Wenu humanillos, quizás se preguntarán por qué dos capítulos un mismo día y es pues por la tardanza, estuve de vacaciones y por eso no pude actualizar. Pero ya volví y ahora tienen su recompensa, voy a actualizar más rápido y aprovecho para comentarles que se acerca el final.
Dicho esto, ¡no olviden darle a esa bella estrellita de ahí abajo, comenten cositas sukistrukis y síganme para mas! Muchas gracias por el apoyo a esta historia.
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HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]
Fiksi PenggemarAclaración: La historia se relata dentro de una Ruta Pacifista Verdadera. (Ruta Post Genocide). Desde que la barrera fue destruída, todos viven en paz en la superficie. Pero Frisk, el ángel encargado de vaciar el subsuelo, aún tiene recuerdos sobr...