Cap 20: Un Pequeño Recuerdo

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(Dibujo del capítulo hecho por mi)

~Narra Frisk~

Me encontraba en mi habitación mirando al techo, sin poder dormir, hasta que recordé un día en el que fui con Sans a Waterfall, cuando era más pequeña. Siempre solemos ir allí y hace poco tiempo encontramos un bellísimo cristal, el cual ahora es el medallón que llevo en mi cuello y no pienso quitármelo.

Flashback.

- Bueno, entonces, ¿te gustan o no? - dijo mostrándo una gran sonrisa, mientras extendía hacia mi, una gran flor Echo. Su único e inigualable aroma a mora azul, sus grándes y luminosos pétalos, su color turquesa fluorescente que decoraba naturalmente todo Waterfall, iluminaban nuestros ojos y las cristalinas cascadas, tanto grandes como pequeñas.

- Son preciosas, Sans. Este lugar es hermoso.

- Son preciosas, Sans. Este lugar es hermoso. - una aguda voz sonó desde aquella gran flor, repitiendo cada una de mis palabras, con el mismo tono entusiasmado y maravillado.

- Este es el lugar en donde los monstruos piden deseos, ¿verdad?

- Se supone que si pides un deseo a estas flores, te lo cumplen, la verdad yo no creo mucho en eso pero, quien sabe. Quizás todos terminemos en la superficie algún día.

- ¿Ese es tu deseo, Sans? ¿Ir a la superficie?

- No lo sé, creo que ya me he rendido con eso. - él parecía incómodo con mi pregunta, ambos desviamos la mirada a nuestros costados, buscando otro tema de conversación.

- Sabes, hace unos días vine a Waterfall con MonsterKid y nos pusimos a escuchar los deseos de los monstruos. - me dirigió la mirada pacientemente, parecía interesado. - Y había uno en el que se escuchaba un sonido extraño. Creo que era del hombre que habla con las manos. Es todo un misterio.

- Niña, te dije que ese hombre ya no tiene remedio, se fue y no va a volver.

- Si yo tuviera la oportunidad de salvarlo, lo haría.

- No era un buen hombre.

- Él era el Científico Real, ¿crees que Alphys lo conocía?

- Tal vez si, tal vez no. - desvió la mirada nuevamente. - Niña, dime todo lo que sabes de él.

- Bueno, se dice que era el Científico Real antes que Alphys, era un señor muy inteligente y amaba la ciencia, él mismo creó el Núcleo. Un día, inventó una gran máquina y luego de eso nadie más lo volvió a ver. Dicen que se quedó atrapado en una línea temporal. - me miró impresionado. - ¿Y cómo sabes que era un mal hombre?

- Yo lo conocía. Sí, era muy inteligente y también creó el Núcleo. Todo iba bien, su vida parecía perfecta, hasta que se obsesionó demasiado con inventar una máquina que pudiera transportarlo de una línea temporal a otra, que imitara e incluso superara el poder de la misma Determinación. Fueron muchos intentos fallidos, mucha frustración y su familia siempre terminaba herida por ello.
Pero luego de mucho tiempo, logró hacerla funcionar y en cuanto entró, se quedó atrapado en una línea temporal. Hasta el día de hoy no ha logrado volver, él desapareció de la memoria de casi todos los monstruos que lo conocían.

Yo lo observé intrigada, ¿Cómo es que sabía tanto?

- De todas formas, Frisk. Si algún día llegaras a verlo, no te le acerques, como ya te dije no era un buen tipo. - él me tomó de ambas manos con fuerza, estaban frías. - promételo, niña.

- Lo prometo, Sansy.

Fin Del Flashback.

Giré la cabeza a mi izquierda y me quedé inmóvil observando un cuadro en el que me encontraba con los dos hermanos. Adoro esa foto. - para ser sincera, a veces me gustaría volver el tiempo atrás y hacerlo todo de nuevo, solo tengo que presionar un botón y eso es todo, pero hice una promesa y no voy a romperla.

Me pregunto, ¿qué le habrá dicho mi madre a Sans? ¿habrán hablado de mi? No lo creo.
Hmm, Flores Echo, Flores Echo, Flores Echo... ¡Ah! Ya recuerdo, hay una gran Flor Echo en la cocina, tal vez, si tengo suerte, pueda escuchar algo.

Y así como pensé, en la plena oscuridad que inundaba toda la casa, bajé cuidadosamente hacia la cocina, pasando por las habitaciones de mis dos hermanos. Efectivamente allí estaba, esa brillante Flor Echo en aquella pequeña maceta pintada por los tres menores de mi casa, tan brillante, que iluminaba toda la cocina de ese azulado color que tanto agradaba a toda mi familia. Me acerqué a ella y la froté suavemente.

- Muchas gracias Sans, recuerda que volveremos el martes. Cuídalos bien ¿quieres?

Inconscientemente levanté las cejas, me tomó unos segundos pensar en cómo interpretar aquellas palabras. No se me ocurrió mejor idea que llamar a Sans y preguntarle yo misma.
*Ring Ring* *click*

- Heya niña, ¿qué sucede? ¿Por qué me llamas a estas horas? ¿Tanto me extrañas? - me sonrojé ante su comentario.

- No es nada grave, solo quería saber lo que te pidió mi madre.

- Oh, lo escuchaste..

- Eh, sí, ¿me explicas?

- Toriel tiene que salir, se va mañana hasta el martes, entonces tendré que cuidarlos.

- ¿Tú vas a cuidarnos? Eso es genial, seguro que la pasaremos muy bien, como en los viejos tiempos.

- Sí, como en los viejos tiempos - repitió él. Mi entusiasmo se desvaneció rápidamente al recordar sus palabras en nuestra cita. Yo ya no tenía oportunidad alguna de estar a su lado. - Deberías dormir, niña, es tarde.

Nos despedimos, colgué, me senté en la cama y la tendí sin ganas para caer de cabeza y enterrarme entre las sábanas apenas acomodadas. Seguí disfrutando acurrucarme entre ellas, hasta que sentí que algo estaba a punto de caerse.
Lo tomé a unos centímetros de tocar el suelo.

- Así que eres tú, pequeño Sansy. - efectivamente, era un pequeño muñeco de peluche que imitaba a Sans, con su tierna sonrisa y su típica chamarra azul que lo caracteriza. Me lo regaló él mismo, el día de San Valentín del año pasado.
Desde que lo tengo siempre duermo con él, pero cuando viene Sans a casa lo dejo en un estante, realmente no quiero que se de cuenta, sería vergonzoso.

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora