Cap 22: El Picnic

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¿Deseas utilizar a tu viejo compañero?...

♡Sí ♥No

- ¿Eh? - preguntó la ojirrubí, un tanto desepcionada.

- Lo siento, Chara. Recuerda que estamos en una Ruta Pacifista, no tenemos que matar a nadie.

- ¿Quién dijo que ibamos a matar a alguien?

- ¿Qué propones?

- Una simple tortura, Frisk. Sabes que ella se lo merece, al igual que sus insoportables amigas. - tomó mi rostro, acercándo mi oido a ella. - Piensalo, hermanita - susurró con una sonrisa controladora, para luego levantarse e irse.

- Si algo sale mal, luego podría reiniciar... No, no puedo romper mi promesa, no debo reiniciar. Quizás podría volver al último punto de guardado, pero eso fue en el Subsuelo aún, sería prácticamente lo mismo. - pensé para mis adentros. - No puedo hacer esto por Sans... Pero es cierto, ellos lo dejaron bastante malherido. ¿Qué debo hacer? No quiero desepcionar a Chara, pero tampoco a Sans.

Por fin llegó el día, un hermoso viernes soleado y perfecto para salir con amigos. Lástima que mis padres no podrían estar ahí con nosotros, pero aún así la pasaríamos genial, como siempre.

- ¡SAAAANS! - No recibí respuesta alguna... - ¿Sans? - volteé a verlo y lo sacudí con todas mis fuerzas.

- ¿¡¡AHHH, Q-QUÉ!!? - despertó de golpe cayendo de la cama.

- ¡¡YA ES EL DÍA!! ¡¡¡YA ES EL DÍA!!! - Me tiré al suelo encima de él, aún sacudiéndolo de la emoción.

- ¡¡Sans!! ¡Suelta a mi hermana ya mismo! - ordenó Asriel, corriendo hacia mi habitación, preocupandose por mis gritos.

- ¿Q-qué? ¿Que yo qué?

- ¡¡ASRIEEEL!! ¡YA ES EL DÍA, ES EL DÍA! - Solté a Sans y me abalanzé a Asriel tirándolo al suelo también.

- ¿Q-qué? ¿el día? ¿qué día? - preguntó extrañado subiéndome a sus piernas.

- No importa, está loca... - se levantó lentamente el ojiazul.

- ¡Hey! - gritó mi hermano desde el suelo.

- ¿Qué? - preguntó el comediante con sus ojos completamente negros, estaba observando a mi hermano pacientemente con una sonrisa escalofriante. Por alguna razón le gusta intimidarnos de esa manera.

- N-nada... - contestó, desviando su mirada hacia abajo.

Yo moría de la emoción, ansiaba un encuentro con mis amigos afuera desde hace bastante tiempo.

- ¿Todo este escándalo es por el picnic, niña? -Asentí con la cabeza, éste recuperó su atractiva sonrisa despeinando mis cabellos de una forma muy tierna. - Eh, pequeño principe. Vamos, arriba. - dirigió su mirada a mi hermano, que aún seguía en el suelo. Luego, le ofreció su mano y de esta forma se levantó con una sonrisa. - ¿La cuChara aún sigue durmiendo?

- CHARA no quiere salir de su habitación. No quiere verte.

- Es tan amigable... Bueno, entonces dile que se va a quedar sin desayunar y si sigue así, no va a comer nada en todo el día.

- No creo que le importe viniendo de ti, Sans.

- ¿Enserio? Welp, entonces no tendrá el chocolate que le compré para ella solita. - afirmó decidido, cruzándose de brazos. Instantáneamente después del comentario, la ojirrubí se decidió por aparecer frente a nosotros - Heh, lo sabía. Pero ya es muy tarde cuChara. Ese chocolate ahora esta aquí. - dijo el ojiazul alegremente, dando pequeñas palmadas en su barriga.

- ¿Te comiste mi chocolate? - sus ojos se volvieron negros y chorreaban de ellos un líquido espeso, parecido a la sangre llamado ODIO.

- ¡Yo lo compré! - reprochó.

- Pero Asriel te dijo que lo hagas, para que nos llevemos mejor ¿verdad? - lo fulminó con la mirada. Aquella mirada penetrante, que haría temblar a cualquiera... Excepto a Sans, claro.

- Saben... Ya dejemonos de tonterías, vamos a desayunar y a vestirnos, que hoy será un gran día. - dije, intentando calmar las aguas.

- De acuerdo. Ni crean que les voy a hacer el desayuno. - dijo el de ojos azules, mientras caminábamos a la cocina.

- Que malo. Mamá seguro que nos hacía un rico café con leche, o leche con chocolate o...

- Pero yo no soy su mamá... - aún hay algo más que puedo intentar... Creo que es hora de usar. ¡mi ataque especial!

*Usas "carita de perro" contra Sans... ¡parece efectivo!*

- Agh... Bien, pero mientras vístanse y no molesten. - al decir esto todos obedecieron, excepto la ojirubí que seguía enfadada por su chocolate. - Heh, era broma, niña, no seas llorona - le entregó el dulce tan deseado a la del sweater verde y ella se fue felizmente y sin reprochar.

Horas más tarde, ya era tiempo de partir hacia el picnic. Aquel tan esperado por todos.

- ¡Buenas, Undyne! - saludó alegremente Asriel, mientras nos encontrábamos en las afueras del parque en el que transcurriría todo.

- ¡Muy buenos días príncipe! - terminamos todos reuniéndonos en en el centro de aquel lugar. - ¿Dónde está Papyrus? ¿Le avisaste, Frisk?

- Sí, le avisé... - ¿dónde estará el puntual Papyrus?

- ¿¡ACASO ESCUCHÉ EL NOMBRE DEL GRAN PAPYRUS!? - Preguntó éste con un gran entusiasmo, acercándose y corriendo hacia nosotros a grandes y largos pasos.

- ¿Qué te dije, Frisk? Paps nunca olvidaría venir y menos si se trata de tí. - dijo Sans con una sonrisa, recostándose en el pasto.

- Me alegra mucho que no lo olvidaste, Paps, incluso si tan solo fue un pequeño comentario de mi parte.

- ¡Jamás lo olvidaría, humana! Y traje ¡ESTO! - De su mochila salió un pequeño perro blanco, con el mismo entusiasmo que su dueño. - ¿¡Eh?! yo no tengo perro. ¡¡Sal de aquí!! - el perro corrió por alrededor del albino de ojos amarillos y se abalanzó a mi, babeando todo mi rostro. - oh, bueno, como sea... Eso no era lo que quería mostrarte. Era...
¡ESTO! - Sacó de su mochila un artefacto extraño y brillante. El perro, aún en mis brazos, saltó hacia el objeto y se lo llevó, para luego huir lo más lejos posible.
Se escuchó una música incidental proveniente del trombón de Sans. ¿Será un deja vu?

- ¡¡SANS!! ¡DEJA DE PLAGAR MI VIDA CON MÚSICA INCIDENTAL! Vaya. Supongo que ya no hay más que mostrar... - dijo, un poco frustrado.

- Heh, ¿y de dónde sacaste esa cosa?

- Bueno, ahora que lo mencionas, hermano. Ayer bajé al Subsuelo y encontré ese objeto extraño en una casita para perros y supuse que te gustaría Frisk, pero no lo volveremos a ver a no ser que atrapemos a ese perro tonto.

- ¡¿Qué bajaste al Subsuelo?!

- ¡Paps! Sabes que eso es peligroso. No tienes que bajar tú solo, al menos ve con alguien. - dije mientras Alphys y Undyne colocaban una manta en el pasto, debajo de un gran árbol.

- El vago y la punk tienen razón, Papyrus, bajar solo es muy peligroso. Los humanos aún guardan un poco de rencor hacia nosotros y hay muchos policías vigilando esa zona. La próxima vez ve junto con Sans y Frisk, que suelen bajar seguido, estarás seguro con ellos, ¿okay, mi gran aprendíz? - Acotó la pelirroja, sentándose sobre la manta recién tendida. Papyrus solo bajó la mirada un poco apenado.

- ¡Papyrus! Esto es en serio. No quiero que vuelvas a bajar solo... - dio un pequeño suspiro - ¿Lo ves? Se supone que Gaster tendría que haber estado cuidando de tí. Pero como siempre.. Prefiere sus estúpidos experimentos antes que a su propio hijo.

- Sans, hermano... Yo no le dije nada a Gaster. Él ni siquiera sabe que salí de casa.

- Hey, yo... Invité a Gaster a que venga hoy. - dije.... Aunque dudo que lo haga.

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora