Cap 24: El Gran Juicio

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Flashback

La Gran Batalla por fin dio comienzo. Ambos adversarios demostraban todo su potencial, con deseos de terminar con aquel mal momento por el que los dos estaban pasando.

El comediante comenzó con su primer ataque, lanzando aquel truco proveniente de su padre. Los "Gaster Blaster", un arma letal con forma de calabera de vaca, que lanzaba rayos de energía azulados, al igual que el ojo flasheante de su dueño. Todos ellos intentaron asesinar a la humana sin piedad. La sala se iluminaba de azul y manchaba el suelo y las paredes de sangre. El dolor se mostraba en ambos, pero de nada servía llorar, el juego era de vida o muerte y todo lo hecho, ya estaba hecho. Pero... Podían volver atrás ¿no es así? Y nadie recordaría nada.

- Siempre me pregunté por qué la gente no usa su ataque más fuerte primero. - comentó el albino, descansando sus manos en los bolsillos de su chamarra.

Luego de apenas haber podido sobrevivir al primer ataque del ojiazul, por fin era turno de la humana.
*Chequear. Sans. Uno de ataque y uno de defensa. El enemigo más fácil. Sólo puede aguantar un golpe.*

- ¿Sólo uno?... Vaya...Esto será fácil, compañera. - dijo sorprendida la ojirubí, apoderandose del cuerpo de su gran amiga y hermana.

Otra serie de ataques provenientes del "héroe", perforaban sin piedad el cuerpo de la humana. Este estaba compuesto por los ataques azules, previamente explicados por él mismo.
Los ataques azules... Si recibes algún golpe de tu enemigo color azulado, lo único que debes hacer es quedarte completamente quieto y no te harán daño. En caso de que te muevas, sentirás lo que es el verdadero dolor de tus pecados.

- Bien. Es nuestro turno, Frisk. Esto acabará ahora mismo. - ambas humanas poseedoras de un mismo cuerpo, corrieron decididas con cuchillo en mano hacia el monstruo. Un pequeño movimiento rápido y lograrían atravesar su pecho. O al menos ese era el plan. Un parpadeo bastó para darse cuenta de que su oponente no se encontraba en el mismo lugar. ¿Acaso, logró esquivar su ataque?

- ¿Qué? ¿Te crees que voy a quedarme quieto y recibir el golpe?

- ¡N-no puede ser! ¿Lo esquivó? *pero...¿cómo? Nadie más lo había hecho antes.*

- Bien. Vayamos al grano. - al decir esto, otra serie de ataques atravesaban a Frisk/Chara, mientras que Sans solo se dedicaba a esquivar todos los ataques provenientes del demonio.

*Todo iba bien, hasta que llegó el momento en el que te ablandaste ante él. En el que te sentiste arrepentida de tus pecados, en el que realmente creíste que podías ser perdonada por un bromista.*

Ambos sentían el cansancio jugándoles en contra. Pero a pesar de que el dolor no pueda simplemente desvanecerse, ellos tampoco podrían hacerlo. Debían seguir, y luchar por sus objetivos. Ganar poder, o vengar a sus amigos.

- Dicho eso. Te, eh, encanta agitar esa cosa por el aire ¿eh? - ya ambos estaban sudando y parecían muy cansados. Aún así, sabían que tenían que mantenerse Determinados.- Escucha. Sé que antes no me has respondido, pero... En alguna parte, puedo sentirlo. Hay un destello de una buena persona dentro de tí. El recuerdo de alguien que alguna vez quiso hacer lo correcto. Alguien que, en otro tiempo, incluso podría haber sido... ¿un amigo?

Frisk escuchaba atentamente las palabras de su viejo amigo, Chara estaba obligada a hacerlo.

- Vamos, amiga. ¿Me recuerdas? Por favor, si puedes oirme... Olvidémonos de todo esto ¿de acuerdo? Baja el arma y... Bueno, mi trabajo será mucho más fácil.

*Sans te está perdonando*

Las lágrimas comenzaron a asomar por los cristalinos ojos de la niña. Por fin, luego de mucho tiempo. El ángel había regresado y podía estar en control de su cuerpo nuevamente.

- No vas a caer en eso, ¿verdad? - preguntó la ojirubí, en alguna parte de la conciencia de Frisk.
- Sabes que es una trampa. ¿Cómo iría a perdonarte luego de haber asesinado a todos sus amigos?, incluyendo a su propio hermano... ¿Acaso crees que... Realmente siente algo por tí, más fuerte que lo que siente por todos los demás?

El ángel no contestaba, pero escuchar al demonio, quizás sea una buena opción. Al fin y al cabo, las decisiones hasta el momento habían sido tomadas por las dos y el control ya no le pertenecía.

- Oh, vamos Frisk. Tendremos ventaja si atacamos ahora, es el momento perfecto... ¿eh? ¿estás llorando? - la niña, arrepentida de sus pecados y dolida por las palabras de su amigo, dejó caer el cuchillo de su mano, resbalándose rápidamente a través de ella. - ¿Qué haces? ¡Levanta ese cuchillo y pelea!

Luchar♡ Piedad♥

- ... ¿Me perdonas? Por fin. Niña, colega. Sé lo difícil que debe ser... Tomar esa decisión. Dejar de lado todo en lo que has trabajado. Quiero que sepas que... No dejaré que se eche a perder. Ven aquí, amiga. - sus brazos se alzaron, abriéndose a la niña que apenas se daba cuenta de lo que había hecho. ¿acaso un abrazo resolvería todo?

Ambos caminaron esperanzadamente hasta llegar a hacer contacto entre ellos. Cayeron en los brazos del otro y sus fragancias se impregnaron es su aún temblorosa piel.

La luz del "sol falso" que alumbraba a través de las ventanas, reflejaba los sentimientos de dolor que quizás, por fin podrían ser sanados al perdonarse el uno al otro. Parecía ser un abrazo tan cálido y reconfortante, que no terminaría nunca.
A pesar de todo lo que ambos habían vivido, esas sonrisas no podían borrarse. Esos recuerdos. Luego de unos minutos de nostálgicas respiraciones, la Sala Del Juicio volvió a tornarse de color azul marino, y con dolor y arrepentimiento, sucedió lo que predijo una frustrada ojirubí.
De repente, unos afilados huesos atravesaron violentamente el estómago de la niña, que no dudó en quejarse del dolor, mientras que las lágrimas rebalsaban como cascadas de sus ojos.
Lo que dolía, no solo era tener que soportar unos segundos más los ataques de su enemigo clavados en sus extremidades, sino, tener que cargar con el peso tan grande de sus pecados y saber que había sido engañada por lo que una vez fue su mejor amigo, colega y protector. Al que, incluso, había llegado a querer de una forma especial y diferente a la de todos los demás monstruos.
¿Acaso al haber sido engañada, la niña dejaría el camino que estaba siguiendo, y traería a todos de vuelta? ¿De verdad se arrepentiría?

- ¡¡¡Rematado!!! Oye, niña.... Si de verdad somos amigos... No vuelvas..... - sus palabras dolían, cada una de ellas atravezaba el alma latente de la humana, haciendo muy difícil poder tomar una decisión.
La joven niña de apenas 8 años, dejó caer su cabeza en el hombro del albino y su cuerpo se relajó completamente, para luego de unos segundos de confusión y sufrimiento, observar su HP quedar en cero. Cerró débilmente sus ojos, y sintió su Alma partirse en mil pedazos, para luego volver a tener una pequeña charla con el demonio que habitaba en su subconsciente y se reflejaba de manera fantasmal ante sus ojos.

- ¿Lo ves? Te lo dije. Era obvio que no te iba a perdonar, Frisk.

- S-sans... ¿Cómo pudiste?- se preguntaba la niña, con palabras casi inaudibles.

- De seguro él se estará preguntando. ¿Cómo tú pudiste matar a todos sus amigos? La niña a la que tanto amaba y cuidaba, se ha convertido en un demonio que se alimenta del miedo de los demás.

- Pero, él era... - hizo una pequeña pausa- diferente

- Oh vamos, compañera. Sans ni siquiera sentía lo mismo que tú, ahora lo comprendes. - sus manipuladoras palabras controlaban las acciones de la humana.

Lo último que podría llegar a pasar para el demonio, era otro reinicio, y que todo el trabajo de matanza que habían hecho, fuese borrado de esa línea temporal. Ella lo impediría a toda costa. Todo estaba perfecto tal y como estaba.Todos estaban respetando su espacio, al fin y al cabo, en el Subsuelo ya estaban casi todos muertos, si es que algunos habían evacuado de milagro.

- Vuelve...Frisk. Tengo fe en que esta vez podremos matarlo. Ahora es su turno de tener un "Game Over". Ese estúpido y autonombrado juez, ya no podrá juzgar nuestras acciones nunca más. Será su fin... Vamos, niña. Continuemos...

Continuar♡ Reiniciar♡

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora