23 | La dura convivencia en lo desconocido.—¿Se conocen? —interroga la señora Van Lexer mientras nos mira a los dos con las cejas bien juntas y la boca entreabierta. Sacude su cabeza, de repente confundida—. Scott, se llama Quinn.
Él arquea una ceja sin prestarle atención a su madre, sus ojos sorprendidos puestos solo en mí.
—Ya veo —contesta mirándome con mucho detenimiento, como si intentara atrapar cada detalle de mi rostro. Humedece sus labios de tal manera que me da malas vibras. Al parecer, no le gustó que le mienta sobre mi nombre.
—¿Se conocen? —insiste Stella desorientada. Trago saliva. ¿Qué se supone que debo decirle? Algo como «es una historia muy graciosa, conocí a su hijo ayer a la noche y nos besamos, despertó en mi habitación esta mañana».
Estoy por inventar algo que, con los nervios que tengo, seguro saldrá terrible, cuando Scott actúa más rápido al decir:
—¿Dijiste que va a Everdeen? —inquiere con una tranquilidad e inocencia que me resulta inquietante. Luce tan diferente al chico que Rick echó esta mañana—. Ya recuerdo. La conocí por Liam hace unos días. Lamento confundir tu nombre, Quinn, ya sabes cómo es Liam. Tantas chicas que es difícil seguirle el paso.
Por poco me ahogo con mi propia saliva.
De todas las personas de Miami, el chico con el que accidentalmente estuve anoche tiene que conocer a Liam Hamilton.
Miro a Stella esperando que no le crea nada y le vuelva a preguntar. No pasa. Se queda en silencio y asiente, digiriendo sin problema alguno la mentira de su hijo. Aunque presiento que realmente no le importa.
—Qué bien. Tomemos asiento, la comida se enfría.
En silencio, me siento en el mismo lugar en el que me senté esta tarde. Stella va en la punta y Scott a mi frente formando un perfecto triángulo. Intento ignorar la pesada mirada que tiene sobre mí y bajo la vista a mi plato.
—Olvidé por completo decirte que mi hijo vive aquí, Quinn —se disculpa Stella cortando el silencio—. Pero seguro se llevarán bien. Scott es graduado de Everdeen.
Asiento, mostrando un interés poco creíble por el tema de conversación.
—Me gradué el año pasado —agrega Scott. Por lo menos eso me confirma su edad. Dieciocho o diecinueve años. Por alguna razón, aparenta ser mayor.
—¿Estás estudiando algo en la universidad? —le pregunto para que la charla siga a flote y aparentar normalidad. En realidad, detrás de las cortinas, en mi cabeza, hay platos volando por todos lados y estrellándose en cientos de pedazos. ¿Qué tanta mala suerte debo tener para terminar bajo el mismo techo que este chico?
—No —responde. Pff, cómo no. Seguro tiene una herencia millonaria y no debe trabajar un solo día en su vida.
—Hace años el señor Van Lexer murió —explica Stella al ver que su hijo no es un gran conversador. Me aterra ligeramente el brillo emocionado de los ojos que tiene al hablar de su marido muerto—. El tío de Scott maneja la empresa familiar por ahora, a Scott le toca heredar ese cincuenta por ciento de acciones que su padre le dejó.
Genial, me besé con un empresario multimillonario sin saberlo. Lo usual, ya saben.
—En realidad —interrumpe corrigiendo a su madre al aclararse la garganta— estoy en un año de preparación intensiva. Aún no estoy trabajando.
—También es un año de prueba —dice ella entre risas. Endereza su espalda y alza escasamente su mentón—. Debe mostrar que se merece el puesto, si no, su tío seguirá con la empresa. Eso significa... —mira a Scott con ojos amenazadores— nada de fiestas, de alcohol y esa vida que llevaba el año pasado.
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The New Heartbreaker | DISPONIBLE EN LIBRERÍAS
Teen FictionPRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA HEARTBREAKERS. YA DISPONIBLE EN LIBRERÍAS. (La version disponible en Wattpad es un borrador, no esta editada) «Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arreg...