49. El secreto entre Liam y Tyler.

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Recuerden que esta es una versión editada del libro por lo que los comentarios antiguos no aparecen ;( No se olviden de comentar y votarr♥


49 | El secreto entre Liam y Tyler. 

A medida que el auto de Key avanza, solo puedo pensar en cuánto quiero que dé la vuelta para así largarnos de esta zona de la ciudad. Observo a Key, quien tampoco luce muy contento de estar aquí. Conduce lento mientras intentamos ubicar el bar que, según los datos de Riley, se llama Ride.

El panorama luce aterrador. No hay otra forma de describirlo. Tenues luces provenientes de los postes de luz de la ciudad son lo único que salvan a esta zona de hundirse en el olvido. No es una zona residencial, por lo que hay unas que otras personas caminando por las calles, saliendo y entrando de bares, borrachos y causando ruido. Finalmente, empiezo a cuestionarme qué hago aquí y si esto vale la pena. Lo único que tengo claro es que quiero saciar esta horrible presión en mi pecho a la que me animo a llamarle inquietud —para no decirle miedo—, que no va a irse hasta saber de Liam, y si para averiguarlo debo internarme en las calles más turbias y complicadas de la ciudad, pues que así sea.

—Ahí está —hablo rompiendo el silencio que se había formado entre los dos desde que la zona comenzó a ponerse más y más extraña. Señalo con un dedo hacia mi derecha, donde en una esquina, un letrero luminoso color verde y algo gastado dice Ride.

Brillantes luces hacen resaltar el lugar, aunque unas cuantas claramente se han agotado y no han sido reemplazadas. Afuera del lugar, un grupo de mujeres que no parecen superar los cuarenta años, visten atuendos ajustados y se ríen mientras fuman, claramente intoxicadas con alguien más por la forma en la que se mueven. Cerca de ellas, tres sujetos ya han escaneado sus cuerpos como si fuesen un pedazo de carne y murmuran entre ellos.

Repito, ¿qué hago aquí?

—Puedes dejarme en la esquina —murmuro. No debí haber traído a Key. Está más claro que el agua que ninguno de los dos pinta absolutamente nada aquí. Sin pensarlo, bajo mi mirada a mi falda y mi top blanco. Antes de salir de casa parecía una buena idea, ahora me siento desnuda. Key luce una camisa de marca que no hace falta preguntarle para saber que salió demasiado costosa. Hasta sus malditas zapatillas exclaman tener mucho dinero.

—¿Dejarte? —inquiere a mi lado, con un tono de voz indignado—. ¿Acaso no ves este lugar, Meyer? No voy a dejarte aquí.

Si la situación fuera otra, probablemente estaría diciendo algún chiste sobre cómo ahora le importo.

—Tengo que encontrar a Liam.

—Ya lo sé —suspira pesado—. No irás sola. Déjame encontrar un lugar para estacionar...

Observo el tablero del precioso Bentley de Key. Incluso siento culpa por dejarlo afuera en un lugar como este. Muerdo mi labio inferior con nerviosismo, ¿Qué se supone que hacen Liam y Tyler en un lugar como este?

Hay otra gran posibilidad, y es que Riley me mintió y estoy caminando derecho a una trampa.

Tras buscar un poco más, atisbo un lugar vacío a unos metros. Lo señalo y Key se apresura a tomarlo. De lo poco que aprendí hoy sobre él es que tiene una paciencia fina y corta. Estoy conociéndolo más en una simple noche que lo que pudiese haberlo hecho durante todo un año de clases.

—Antes de que bajemos —empieza y gira a mirarme con seriedad—. Tal vez no pase nada. Tal vez sí. Mejor prevenir que curar. Si tienes algo de valor, déjalo aquí.

Parpadeo como una tonta, nunca se me hubiera ocurrido dejar mis cosas en el auto y es por eso que me va como me va. Miro a Key mientras se despoja de su Rolex y un anillo color plata que me gusta. Guarda ambas cosas en la guantera del auto. No traigo nada de valor. Regla importante de salir de fiesta: no lleves nada de valor. Es tonto llevar algo que puedes perder.

The New Heartbreaker | DISPONIBLE EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora