The New Heartbreaker | DISPONIBLE EN LIBRERÍAS

24. Entre cielos y estrellas.

24 | Entre cielos y estrellas.

Entro a mi clase de literatura con la cabeza en bajo para no llamar la atención, como una persona que está siendo buscada por el FBI. La conversación con Liam hace unos minutos me tiene nerviosa y asustada. Básicamente, como me dejan la mayoría de nuestras conversaciones. Me siento en un lugar vacío justo en el centro y me distraigo con mi celular para matar el tiempo. Llegué con un poco de tiempo de sobra. Scott tiene muchas cosas malas, pero es puntual.

No hace falta intentar entretenerme porque al cabo de unos segundos, una mano se apoya en mi mesa. Soy capaz de identificar esa manicura rosa perfecta y anillos brillantes en todas partes. Subo la mirada y sonrío. Ella eleva sus cejas desafiante y con un toque de curiosidad y es como entiendo que, efectivamente, tenemos problemas. Sin embargo, no esperaba que lleguen apenas ponga un pie en Everdeen.

—Quinn, no quiero ser dura contigo —empieza tras darle una mirada de esas que queman al chico que está sentado detrás de mí para que se vaya y no escuche nuestra conversación. Lo hace en un santiamén. Es Agustine Monroe, después de todo—, pero sabes que te lo advertí. Quiero que me expliques qué hacías bajando del auto de Scott Van Lexer y por qué terminaste con Tyler.

Trago saliva. Su semblante se mantiene serio, lo cual me pone aún más nerviosa. Sabía que esto se venía. Solo que no me preparé para lo que iba a tener que enfrentarme. Tyler tiene amigos que lo cuidan con una determinación que nunca vi antes. No sé si impresionarme o correr asustada.

—Me estoy quedando en casa de Scott —respondo, tomándola por sorpresa. Frunce el ceño confundida—. Hubo un problema con mi mamá, no quiere que viva con mi hermano. Stella Van Lexer es una amiga de la familia y... Ahora vivo con ella.

Solo que no accedí a nada, pero mi opinión nunca importa. Aggie arruga su nariz como si no pudiera creer que me esté pasando esto.

—Te compadezco. Stella Van Lexer es como un perro en busca de huesos, solo que, en vez de huesos, busca alcohol, chismes y problemas. Y sobre Scott... Se piensa que es el centro del universo. Basura de primera, te lo digo ya. Mantente lo más alejada que puedas —habla y luego suspira como si recordara algo. Finalmente arquea una ceja—. ¿Tyler?

—Tyler —suspiro sintiendo cómo una punzada de culpabilidad me da de lleno en el pecho. Me acomodo en mi lugar nerviosa—. No podía estar con él, Aggie. No estoy lista para otra relación. No quería que avance más y terminar haciéndole más daño.

Lo único que me trae consuelo es que lo que digo es en parte verdad. No estoy lista para otra relación. Solo que lo aprendí a las malas. Por alguna razón, no fue un pensamiento lógico predispuesto en mi cabeza.

—Tienes suerte esta vez, Quinn. Tyler lo está llevando bien; de lo contrario... —titubea y sé a qué se refiere—. Supongo que tienes razón. Es bueno que hayas podido verlo antes de que se convierta en algo más. No voy a mentirte y decir que no me hacía feliz ver a mi mejor amigo tan emocionado por alguien, pero... Así es mejor.

Asiento, tragando la culpa y las ganas de salir corriendo de esta ciudad. Tengo mi pasaje asegurado al infierno.

—Entonces.... ¿Estamos bien? —pregunto con algo de miedo.

Aggie me mira indecisa por unos segundos. Es difícil confiar en la chica nueva que entró a la vida de todos hace un mes. Menos cuando luzco tan... sospechosa y mis acciones también.

—Supongo que sí. No veo por qué estarían mal—se alza de hombros de repente. El timbre suena y más estudiantes entran al salón. Ella suspira, dándose cuenta de que va a llegar tarde—. Nos vemos en el almuerzo.