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Los futuros padres estaban acurrucados en el sofá frente al televisor, se decidieron por poner una película al azar, al final terminaron viendo "Guerra mundial Z", Jungkook sabía que si bien no era una película que inspirara miedo, al menos tendría al omega reaccionando a cada escena, pero no, Jimin no hacía nada, de hecho no parecía ponerle atención a la película.

— Estas raro Mochi — Jungkook noto que Jimin había estado distraído la mayor parte del día y eso lo estaba poniendo nervioso.

— No es nada, seguro solo es cansancio — Se separó del cuerpo del alfa y se levantó con intenciones de irse — voy a dormir un rato.

Al alfa no le dio tiempo de reaccionar, Jimin ya estaba subiendo las escaleras, se supone que el dia de hoy todo había salido bien, a menos que la doctora le haya dicho algo a Jimin mientras este no estaba presente y eso tuviera al pelirosa de esa manera.

Después de unos minutos se decidió a ir tras el omega, el cual se encontraba, como la mayoría del tiempo, en la habitación que sería para el bebé.

La puerta estaba entreabierta y pudo ver como Jimin iba despojándose lentamente de su camiseta, deslizandola por sus brazos casi de manera sensual, provocando al alfa inconscientemente . El pelirosa parecía analizar con la mirada cada centímetro de piel expuesta frente al espejo, acuno en las palmas de sus manos su pequeño vientre para seguido acariciarlo delicadamente con las yemas de sus dedos. Una imagen demasiado tierna para el alfa.

 — Fui egoísta al pensar que estás arruinando mi cuerpo, lo siento — susurro fijando su vista en el pequeño bulto que era su vientre — no importa si dejo de ser atractivo, la verdad no creo que lo haya sido antes — soltó una risilla que demostraba su felicidad — tu si seras lindo o ¿linda?, como tu papá Jungkook, el si es guapo — levantó la vista encontrándose con la mirada de Jungkook a través del espejo — ¿Que haces aqui? — intentó cubrirse lo más que pudo con la camiseta que se había quitado.

— No te cubras por favor — Se acercó lentamente hasta tomar las manos del menor y quitarle la camiseta que cubría pobremente su torso — continua con lo que estabas haciendo.

— ¿Me escuchaste? 

— No realmente, estaba más concentrado en mirarte acariciar tu cuerpo — Un tenue color rosa invadió las mejillas de Jimin.

— No es lo que tu crees, no estaba... bueno, tu sabes — balbuceó.

— Acariciabas tu vientre, se que seguramente le demostrabas tu amor a nuestro cachorro — Posó su gran palma sobre el vientre del omega.

— No lo llames así, la gente ya no tiene capacidad de cambiar de forma, suena raro.

— No cambies el tema — deslizó la mano libre hacia la espalda desnuda del omega pegando ambos cuerpos — si no lo haces tu, ahora lo haré yo — acarició con su palma la zona del abdomen de una manera tan tierna casi con devoción.

El tacto con la piel desnuda del omega le provocaba miles de sensaciones intensas que le pedían que lo siguiera tocando, que lo hiciera de una manera más íntima. 

Si olor de vainilla y frutas característico de Jimin era delicioso, ahora con el embarazo habiendo adquirido también un olor a almizcle* y polvo de arroz**, le daban como resultado un embriagador y sensual perfume natural.

El alfa hundió su nariz en el cuello del omega solo para tomar una calada más profunda de aquel aroma, intentando saciar su necesidad.

— Hueles delicioso — Susurro contra el cuello del omega, liberando lenta y sensualmente su aliento sobre la piel sensible.

Mio (Kookmin) ~corrigiendo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora