91- Jonathan Morgestern

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Jonathan Morgestern
Shadowhunters
Advertencia: algo apasionado (?
Para AndreaFernandezPerez

¿Qué oneshots incompletos les gustaría que siguiera?

-esto no puede seguir jonathan-dijiste con los ojos cristalinos
Ambos estaban en el departamento de "Sebastián", eras una bruja y estabas perdidamente enamorada... De un demonio.
¿Como fue que llegaste a esta situación? Conociste a Jonathan por que era amigo de Clary y Jace, un shadowhunter del instituto. Pero cuando descubriste su faceta oscura supiste que algo escondía. Te enamoraste a pesar de todo, y el pareció corresponderte a su manera. No sabías si el era capas de amar, pero no necesitabas que lo haga. Solo que te dejará quererlo a tu manera.
Pero todo se complicó cuando su plan con Valentine implicaba destruir al submundo.
Viste un brillo negro peligroso en sus ojos mientras adoptaba una expresión de enojo. Sabías que esto pasaría.
-¿Qué quieres decir con eso?-
Te abrazaste a ti misma mientras un escalofríos recorría tu columna, podrías amarlo pero aún así le temías.
-no puedo seguir siendo parte de esto-pronunciaste lentamente. Jonathan cambio, ahora parecía amenazante.
-sabes lo que mi padre piensa de los traidores, y qué hacemos con ellos- gruño amenazante.
-si, su lema es "desaste de lo que estorbe" tu bien lo sabes ¿Verdad?-preguntaste molesta. ¿En verdad era capas de asesinarte?-matame si quieres, después de todo eso es lo que lograran con su objetivo-
Jonathan se acercó o a ti rapidamente, tomándote del cuello y elevandote unos centímetros del suelo. Llevaste tus manos a las suyas las cuales apretaban tu tráquea, el aire comenzaba a faltar en tus pulmones, la sangre se acumulaba en tu cabeza y comenzabas a ver borroso y marearte.
Los ojos del shadowhunter estaban fijos en los tuyos, demostraban ira, traición, dolor, y otras cosas que no alcanzaste a distinguir.
Acariciaste levemente la mano que hacía presión sobre tu cuello. No le dirías que lo amabas, el no necesitaba oírlo, el sabía que lo hacías.
Sus ojos negros completamente contrastaba con su cabello rubio, aún usaba el aspecto de Sebastián, pero no te importaba. Teniendo cualquier forma lo amariad igual.
Cuando comenzaste a cerrar los ojos fue cuando su mirada se aflojo. Dolor fue lo único que viste. Te bajo lentamente sin sacar las manos de tu cuello mientras apoyan su frente contra la tuya, cerrando los ojos intentando calmarse. Subió sus manos a tu rostro mientras intentabas recuperar el aliento, tosiste un poco pero a él no pareció importarle. Comenzó a acariciarte las mejillas, mientras acercaba más su cuerpo a ti, haciendo que se tocaran entre sí.
-no puedo-susurro por lo bajo para el mismo, dandose cuenta que tal vez si no te amaba estaba muy cerca de hacerlo.
-no te odiaré si lo haces-murmuraste tu intentando aliviar su pena.
El negó aún con los ojos cerrados y la frente pegada a la tuya, para luego llevar sus labios a los tuyos, devorandolos hambriento de amor y de tu piel.
Sentiste su pecho pegado al tuyo subir y bajar rápidamente, bajo una de sus manos a tu cintura atrayendote a el de manera posesiva.
-te amo-murmuraste para que el entre besos, pero él no respondió. Sin embargo te cargo con tus piernas alrededor de sus caderas, llevándote hacia el sillón del comedor, como si no pudiera aguantar hasta la habitación.
Revolviste su cabello mientras se posicionaba sobre ti como un carnivoro devorando su presa.
-no dejaré que te vayas-murmuro el de manera egoísta. Sabías que la relación que tenían era enfermiza, sin embargo no podías evitar estar cerca de el.
-no puedo quedarme-respondiste mientras te desabrochaba la blusa celeste dejándote en corpiño. Rápidamente llevaste las manos a su pantalón bajando su cierre.
-te encontraré donde vallas-gruño levemente mientras te miraba a los ojos. Ahí estaba de nuevo, el brillo negro de sus ojos, tan peligroso como un demonio mayor. O incluso más.-no podrás esconderte de mi, no puedes huir, porque eres mía-
Y te dio temor escucharlo, y una rara satisfacción que recorrió tu estómago, a la vez que algunas alertas se encendían en tu cerebro. Después de decirte esto volvió a devorar tus labios mientras terminaba de quitarte la ropa para hacerte suya cuántas veces quisiera. Porque así era tu relación con el. Siempre una parte oscura y psicópata y otra encantadora, por la cual moririas una y otra vez.

My Bad Guys: oneshots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora