My Bad Guys: oneshots

44- Lucius Malfoy

Lucius Malfoy
Harry potter. Ambientado post hogwarts.
Adv: este oneshot esta dedicado a subnormal-amimanera es un fragmento de un Dramione en el que estoy trabajando hace tiempo. Espero que lo disfruten!

Sus pensamientos eran erráticos al momento que sintió los brazos de del hombre sobre si, ninguna palabra hiriente pudo salir de su boca, su cuerpo no sabía cómo reaccionar ante este estimulo, podía sentir la calidez que el rubio desprendía y sus cabellos parecían brillar como hacía tiempo no lo hacía, al igual que sus ojos.
Los ojos azules de la mujer se llenaron de lágrimas, y sus brazos cobraron vida al tiempo que le devolvía el abrazo a su esposo.
El rubio sonrió mostrando su perfecta dentadura, no comprendía que hacia el allí, ¿Cómo era posible verlo? ¿Acaso estaba muerta? ¿Esto era real?
-No estás muerta-susurró con voz cariñosa a su amada, quien no se había dado cuenta que había formulado las preguntas más allá de su cabeza-solo estoy en tu mente-
-Lucius-murmuró con voz baja Narcissa llena de emoción, temiendo que ante cualquier movimiento su sueño se desvanecería- ¿Cómo es que estas aquí conmigo?-
-Siempre estoy contigo querida esposa-respondió el mientras colocaba su mano en el corazón de ella, su Lucius, no la fría persona en la que se había convertido luego de ser corrompido por el poder y la avaricia, sino la persona de la cual se había enamorado-sinceramente, creí que me odiarías por lo que le he hecho a nuestra familia-murmuró pensativo
-Solo dame un minuto para poder pensar algo coherente con lo que herirte-respondió su mujer sonriendo mientras apretaba su abrazo
Sus últimos años juntos habían sido llenos de odio, rencor y miseria para los Malfoys, a pesar de nunca separarse de su esposo, Narcissa sabía que era por su culpa el destino que había sufrido la familia, todos separados por la muerte y la prisión, despreciados por la sociedad mágica, llenos de remordimientos hasta el día de sus muertes. Recordaba pasear por los pasillos de la mansión, insultándose cada vez que podían, odiándose mutuamente dejando olvidado el amor que los había unido, ese que había surgido después de su matrimonio arreglado por sus padres.
-Solo vine para decirte querida mía-le advirtió Lucius mientras mecía suavemente a su esposa, su voz sonaba con amor mientras su cuerpo desprendía un brillo especial- nada ha terminado aun, la guerra no ha terminado para nuestro hijo, el tiene un largo camino por recorrer-
-Draco-suspiró ella con pena al pensar en su pequeño dragón, al cual le había puesto ese nombre por una constelación, tradición de la familia Malfoy-¿El se encuentra bien? -
-El está atravesando por un duro camino-respondió el sonriendo-pero lo ayudará a abrirse de sus miedos y salir de los horribles pensamientos que le hemos impuesto a lo largo de estos años-
-Mi pequeño-fue todo lo que Narcissa pudo decir antes de que sus ojos se llenaran nuevamente de lágrimas
-Así es Narcissa-La sonrisa de Lucius nunca se fue de su rostro, todo parecía tan brillante, tan irreal-por eso, vengo a decirte esto, a advertirte, ellos se están reuniendo nuevamente, ellos buscan venganza, no pararan hasta obtenerla-
-¿Quiénes son ellos Lucius?-preguntó su esposa con preocupación, mientras levantaba el rostro del torso de su esposo para observarlo fijamente-¿de quienes hablas?-
El besó su frente con ternura, como hacía años no lo hacía, y acercó el rostro hacia el oído de su mujer, recitando claramente y dejándola confusa-de los sobrevivientes-
Despertó luego de las últimas palabras, por su rostro de tez pálida y sucio corrían ríos de lagrimas al tiempo que llevaba una mano a su corazón y sonreía con tristeza. Se levantó de su litera con sus ropas rotas y mugrosas y se acercó al único lugar donde llegaba la luz de la luna, una pequeña ventana con barrotes con vista al mar que rodeaba la prisión de Azcaban, allí podía observar figuras obscuras con aspecto tenebroso que flotaban a la luz de la luna mientras las olas del mar rompían contra las rocas que rodeaban la pequeña isla. El paisaje era aterrador, para cualquier persona que tuviera esa vista, pero no para ella. Porque al mirar al cielo negro libre de nubes podía observar la que para ella era la más hermosa de las constelaciones al tiempo que susurraba una sola palabra:
-Draco-