Edward Elric /alquimista de acero
Fullmetal alchemistñFue la mañana del tercer día que Winry conecto el automail a su brazo. Un punzante de dolor recorrió su cuerpo mientras gemia intentando contenerse.
Luego de unos minutos movió la extremidad. Estaba maravillada, Winry si que hacía un buen trabajo.
Luego de pagar el automail y sacar el boleto de tren para ciudad central al atardecer, Alphonse propuso una tarde en el lago de Rushvalley como despedida.
Se sentía algo incómoda ya que esos tres días extrañamente no había peleado con Edward y el ambiente entre ellos por alguna razón estaba tenso. El parecía evitarla o no quería quedarse solo con ella.
No lo culpaba, después de todo tu seguías siendo un perro de los militares.
Almorzaron unos sándwiches al borde del lago. El día estaba soleado y muy tranquilo. Podrías acostumbrarte a un lugar así.
-¿A qué hora sale tu tren ___?- pregunto Alphonse curioso a la joven
-a las 20:00pm es el último tren, espero que Mustang no haya tirado medio país a la basura mientras no estaba- respondiste burlona mientras el rubio reía
- y ¿Volverás a visitarnos?- pregunto esta vez Winry- en verdad me caes muy bien, estos dos generalmente tienen amigos muy raros-
-tal vez tu eres la rara aquí- respondió Edward a la defensiva luego de tragar parte del almuerzo.
-¡Callate enano!- gruñó Winry en broma
-¡A quien llamas enano eh!- grito el rubio a modo de respuesta, levantándose repentinamente. Tomo a la rubia en brazos y se alejo al borde del lago para tirarla a pesar de sus súplicas.
-no volverás ¿Verdad?- pregunto Alphonse cuando su hermano y amiga se encontraban peleando, luego de que está última logrará tirarlo también al lago.
Lo miraste con una sonrisa de nostalgia, tus ojos se cristalizaron un poco. Estos tres días habían sido la primera vez que realmente se sentía tranquila y en paz, y no quería dejar eso atrás.
- no creo que pueda en mucho tiempo- respondió ella suspirando mientras miraba a los amigos discutir en el lago- Mustang quiere que haga un recorrido entre ciudades, observar las necesidades y pedidos del pueblo- se encogió de hombros- llevará tiempo-
La sonrisa de Alphonse se entristeció un poco cuando vio a Edward escupir agua luego de ser ahogado por Winry.
-¡Oye hermano!- grito al rubio quien estaba empapado de pies a cabeza saliendo del lago -creo que ________ necesita un chapuzón también, ¿No te parece?- pregunto burlón
La cara de Edward cambio al instante a una de maldad pura. ______ en cambio se puso sería, no sé dejaría ganar tan facilmente, se puso de pie y se colocó en guardia.
-eso no va a suceder hoy- dijo mientras veía al hermano mayor de los Elric acercarse lentamente como si ella fuera su presa
-no me voy a contener porque seas una niña- le dijo el otro mientras sonreía de lado
-intentalo, rubio teñido- respondió ella sonriendo igualmente
Edward se acercó corriendo pasando por encima de los almuerzos, sin importarle mucho. _________ esquivo su primer ataque, un puño al rostro. Al parecer el chico jugaría sucio.
Tomo la mano de su oponente por la muñeca mientras lo evadia y lo tiró sobre si mismo para terminar de espaldas al suelo, pero Edward se recuperó rápidamente golpeando con sus piernas a _____ y haciendola perder el equilibrio, cayendo también al piso.
Ambos se levantaron rápidamente y comenzaron una lucha intensa entre ellos. En ningún momento se dieron cuenta que se habían desplazado cerca del lago.
-tal vez necesitan un empujon- murmuró Alphonse pensativo.
Cuando Edward esquivaba un rodillazo al estomago, un pequeño movimiento de tierra hizo que ambos perdieran el equilibrio y cayeran al lago, uno sobre el otro.
Era increíble lo cristalino del agua, podías ver a la perfección bajo ella.
Su mirada se cruzó con la de Edward dándose cuenta que estaban muy cerca del otro, incluso al caer el había abrazado a su compañera accidentalmente.
Su piel se erizo completamente mientras intercambiaban una mirada y se alejaban rápidamente, rompiendo la pequeña burbuja y saliendo a la superficie.
-¡Eso fue trampa!- gritaste furiosa a Alphonse quien sonreía con gracia desde la orilla con las manos en el bolsillo de su shorts.
-fue estrategia, no seas mala perdedora- le respondió el burlándose de la joven
La chica no se lo pensó dos veces, se acercó a la orilla del lago nuevamente dónde sin círculo de transmutación logro hacer el mismo truco que Alphonse haciéndolo caer al lago, quedando los cuatro empapados de pies a cabeza.
Cuando Alphonse salió a la superficie escupiendo agua rompieron a reír los cuatro, incapaz de contenerse.
Jugaron el resto de la tarde como niños, incluso en un momento ella se subió en los hombros de el hermano menor y Winry en los de Edward intentando tirarse unos a otros.
Podría decir que fue una de las tardes más divertida de su vida.
Se puso algo melancólica cuando llego el momento de partir.
-Eres bienvenida cuando gustes!- le dijo Pinako a la joven mientras está se colocaba la chaqueta y tomaba su pequeña mochila despidiéndose de todos.
-¡Si! Ahora que soy oficialmente tu mecánica debes hacerle reparaciones a tu automail y cuidarlo mucho- agrego Winry feliz de haber hecho una amiga nueva- podriamos visitarte en central algún día-
______ sonrió ante lo dicho por la rubia, pero luego se sorprendió al sentir que rápidamente se le tiraba encima y la abrazaba -¡No te olvides de nosotros!-
Incómoda por la cercanía, ______ consoló un poco a Winry mientras está comenzaba a lagrimear un poco.
-vendre en cuanto pueda Winry- mintió la joven observando a Alphonse- espero muchas cartas de todos vosotros- su mirada se dirigió al mayor de los hermanos, quien se sentía algo incómodo también, pues no le gustaban las despedidas.
-¡Hermano! ¿Por qué no acompañas a _____ a la estación? Ya es algo tarde- dijo Alphonse sacando a su hermano de sus pensamientos.
-¿Tu no vienes?- pregunto duditativo.
-no, estoy algo cansado- se excuso el menor. Edward asintió entendiendolo, aún no se recuperaba del todo.
Las despedidas concluyeron y ambos partieron por el sendero de tierra hacia la estación de Rushvalley. Ambos perdidos en sus propios pensamientos.
-¿Tienes tu boleto?- pregunto Ed tratando de sacar un tema de conversación. Iba caminando con la mirada al frente y las manos en los bolsillos.
-aqui está- respondió ella sacando el boleto se su chaqueta militar-no tenías que venir, conosco el camino-
-no me molestaba venir- respondio el finalmente.
Luego de eso ambos se mantuvieron en silencio el resto del camino.
Cuando llegaron a la estación eran las 19:45, el tren aún no había pasado por lo que se sentaron a esperarlo, no tardaría en llegar.
Edward se sentía nervioso, como si un peso estuviera en la boca de su estómago, impidiendole respirar.
-venga, dilo, ¿Que te molesta?- dijo la joven rompiendo el silencio
El la miro confundido
-¿de que hablas?- pregunto el me mirandola por primera vez en todo el camino
-me evitas desde que llegué , y ahora estás callado, ¿Te molesto algo que dije?- pregunto ella bufando- no sé ni para que me molesto-
Se levantó del asiento y se acercó a las vías, tratando de ver si el tren estaba acercándose a la estación.
-yo no te evito- respondió el ahora molesto, levantándose también del asiento- no me pasa nada...-
-si claro, lo que tú digas- se burló la chica.
Por qué su relación siempre fue así, un tira y afloja constante.
-eres tu la que estuvo rara en muchas ocaciones- la contraataco el ahora enojado, ¿Que derecho tenía ella a venir a decirle cómo se sentía?
-edward, ¿Enserio crees que no hay mecánicos en Central?- pregunto ella sarcásticamente- vine hasta aquí por ustedes, por ti- dijo finalmente.
El corazón de ambos se detuvo en ese momento, y el silencio solo fue roto por el claxon del tren que estaba a unos metros de ellos, por llegar a la estación.
-¿Por mí?- pregunto el ahora anonadado
-si, bueno... Yo quería saber cómo estabas después de todo- ella se encogió de hombros mirando al piso- fue una estupidez, lo lamento-
El tren se estacionó, y ella se sorprendió al sentir los brazos del chico alrededor de ella. Su corazón bombeaba fuertemente, tan fuerte que su rostro se ruborizo al pensar que el joven la escucharía.
- ley de intercambio equivalente- murmuró él joven igual de rojo, sin saber cómo expresarse, aún sosteniéndola contra si, intentando no olvidar lo que se sentia- el hombre no puede obtener nada sin primero dar nada a cambio. Para crear, algo de igual valor debe darse a cambio- recitó de memoria el chico.
Luego se alejo dándole espacio.
-yo... No entiendo- dijo ella sin comprender lo que él quería decir, mientras el claxon del tren sonaba nuevamente, llamando a los que debían subir
- ______ ¡te daré la mitad de mí vida si me das la mitad de la tuya!- le ofreció el rubio rápidamente a todo pulmón, como si le costará decir esas palabras.
-¿La mitad de mí vida?- pregunto ella aún en shock- ¡Edward! ¡Te daria mí vida entera si es necesario!- le reprendió con lágrimas comenzando a acumularse en sus ojos.
La última llamada sonó en ese momento y la chica vio hacia atrás el tren, sin saber que hacer ahora.
Y sin pensarlo, se abalanzó sobre los labios del chico dándole un pequeño pero intenso beso.
Y luego corrió al tren, buscando la ventana más cercana para ver a su enamorado antes de que el tren partiera.
-¡Estás loca! - grito el con una sonrisa creciendo en su rostro - ¡¿Ignoras la ley de intercambio equivalente?!-
-¡Solo por esta ocasión!- grito ella en modo de respuesta, para ver cómo el tren arrancaba y se alejaba de la estación, y también así del ex alquimista de acero.
El cual se quedó observando el tren partir mientras colocaba una mano en sus labios, todavía sintiendo el beso antes dado.
¿Intercambio equivalente? Daría todo por esa chica.
ESTÁS LEYENDO
My Bad Guys: oneshots
FanfictionMY BAD GUYS: sarcásticos, seductores, misteriosos, típicos chicos malos de las películas/Series/Animes que nos gustan a todas. De eso se trata este book. Una recopilación de oneshots de mis personajes preferidos, mesclados en una sola historia, al...