My Bad Guys: oneshots

26- Jace Wayland

Jace Wayland
Shadowhunters/ cazadores de sombras
Advertencia: ninguna

•Despertaste en una habitación que no era tuya, estabas acostada sobre tu espalda y te dolía todo el torso. Te apoyaste sobre tus codos para verificar tú herida. Tú estómago estaba completamente vendado, un momento...¿tenias ropa diferente?
Frunciste el ceño. Quien se haya atrevido a desnudarte pagaría las consecuencias.
Te levantaste lentamente de La cama y observaste a tú alrededor. Cortinas purpuras, cama roja pasión, tamaño king y un gran armario dorado, junto con un televisor a los pies de La cama.
Volteaste los ojos, ese cuarto tenía el nombre de Magnus Bane por toda su esencia.
Caminaste hacia donde el sonido de murmullos sonaban. Abriste La puerta del cuarto encontrándote con cuatro pares de ojos en la sala observandote.
-Deberias estar en la cama niña-señalo Magnus, quien sostenía una copa de Martini en la mano
-Reposar no es lo mio-respondiste sosteniéndote del marco de la puerta.
-Pues lo harás, Isa y yo iremos a informar a La clave que la misión fue completa y volveremos aquí, y cuando lo hagamos quiero que estés durmiendo ¿entendido?-Alec te observo con esa mirada penetrante suya de padre protector, Isabelle tenía reproche en la mirada.
-bien-refunfuñaste molesta, Isa y Alec se despidieron de ti y salieron por la puerta del apartamento, dejándote con Magnus y Jace.
-Bueno...Yo voy a...-Movio las manos de manera extravagante y se dirigió a La cocina, a hacer quien sabe que.
-Deberias hacer caso a alec-menciono Jace parado junto a la barra de licores-aunque La vista sea buena, tú cuerpo necesita descansar-
-sobre eso, ¿quien me quito la ropa?-Preguntaste entrecerrando los ojos con desconfianza. Jace te miro con una ceja alzada y una sonrisa soncorrona.-¡tu! ¡pedazo de ...!- te acercaste molesta a el e intentaste golpearlo pero estabas débil y el detuvo tus manos con un movimiento simple.
-Es broma, Isabelle lo hizo-rio el chico mientras peleaban infantilmente-vamos te llevaré a la cama-sonrio ante el doble sentido de la palabra
Puso su mano en tú cintura y paso tú brazo por su cuello, sosteniéndote contra el, caminando hacia la habitación.
-Ya quisieras-murmuraste molesta, mientras te ayudaba a sentarte en la cama, para luego acomodarte en una posición cómoda.
-Bien, ¿que veremos?-Pregunto tomando el control y echándose a tú lado.
-¿disculpa?-Preguntaste ofendida. ¿pensaba instalarse allí contigo?
-el brujo tiene Netflix, cosa que en el instituto no hay asique aprovecharemos la noche...A menos que se te ocurra algo más divertido...-Sonrio coqueto, haciéndote ruborizar .
-Cualquier cosa estará bien-murmuraste cohibida. Jace se acostó junto a ti sobre las sábanas, puso una mano detrás de su cabeza y con la otra manejaba el control remoto poniendo una película de comedia en el televisor. Observaron un rato en silencio, riendo cada tanto entre ustedes, no hubo más comentarios con doble sentido.
Te quedaste dormida en algún momento de la noche, Jace te observo dormir cuando La película termino, estabas acostada de lado mirando hacia el, con exprecion relajada y respirando de manera pacífica.
Eras otra persona.
Acariciaba suavemente un mechón de cabello fuera de lugar cuando Magnus entonces a la habitación. Se sobresalto un poco encontrado infraganti pero Magnus evitó comentario alguno, acercándose a ti lentamente.
-Tengo que verificar que no tenga más veneno de demonio-murmuro mientras se sentaba junto a ti.
Jace removió tú hombro suavemente, el estaba semisentado junto a ti mientras escondias tú rostro junto a sus costillas.
-______- te llamo nuevamente, pero Magnus negó ligeramente, girandote levemente, dejando las vendas a la vista. No necesito sacarlas, hizo un movimiento de manos sobre esta, saliendo un pequeño brillo azul iluminando la oscura habitación.
-Perfecto-dijo Magnus con una sonrisa-me retiró a dormir, aprovecha que no tiene sus garras afuera, rubio-le aconsejo el brujo al chico quien le guiño un ojo en complicidad.
Luego se retiró de la habitación, mientras Jace se acomodaba para pasar la noche alli, acostándose a tú lado sosteniendo tú mano con la suya. Disfrutando el momento.
Al día siguiente despertarías, completamente descansada y observarias que el espacio junto a ti en la cama estaba vacío.