My Bad Guys: oneshots

119- patch cipriano

Patch Cipriano
Hush hush
Para: DanyOrtiz800
Continuación del oneshot de patch anterior.

No supiste cuánto tiempo estuviste perdida en sus recuerdos. Imágenes de el contigo iban y venían en tu mente. El día que se conocieron, el día que le contaste tus sueños de ser una mundana común y corriente. Cuando se besaron por primera vez, cuando se amaron.
Cuando fuiste desterrada del cielo.
Quitaste tu mano de su cicatriz como si te quemará. Estabas arrodillada sobre la cama por lo que al retroceder tropezarse con tus propios pies.
Era imposible. Esa no eras tú, esto no era real.
Patch aspiro profundamente como si hubiera estado aguantando la respiración. Su torso desnudo tenía algunas gotas de transpiración. Su mirada estaba desenfocada. Se volteó a buscarte inmediatamente.
-no...eso no...¿Me drogaste?- preguntaste aturdida. Retrocediste un poco más chocando con una mesilla que tenía un vaso que cayó al suelo. Sobresaltandote.-alejate...llamare a la policía...-buscaste tu teléfono en tus bolsillos pero no lo tenías.
-____ se que es complicado- murmuró levantándose de la cama. Su mirada era sería y había perdido todo toque seductor o divertido-debes entender que...-
-¡Dije que te alejaras!- gritaste furiosa  con el por alguna razón que no comprendías. Sentías dentro de ti que el decía la verdad. Pero no podías tolerar la verdad. Por que eso significaba que toda tu vida aquí era una mentira.
Finalmente corriste hacia la puerta saliendo nuevamente hacia el parque. Necesitabas aire. Necesitabas respirar.
La lluvia golpeó tu rostro sin importarte. Caíste de rodillas delante de la estatua del ángel y miraste su contorno en la oscuridad. Lloraste. Confundiendo tus lágrimas con las gotas de la lluvia.
¿Habías sido tan egoísta de abandonarlo todo por un sueño así? ¿Por unas noches en un bar de mala muerte engañando personas y bebiendo alcohol?
¿Habías dejado a patch por esto?
Sollozaste con fuerza llevando tus manos a tu rostro. Sentías que todo lo que te había mostrado en sus recuerdos era de una persona completamente diferente a ti. Cómo si de una película se tratara.
Tu pecho subía y bajaba violentamente. Los sollozos no te dejaban respirar. Tu vista estaba nublada y tu cuerpo temblaba mientras soltabas pequeños gemidos de dolor.
Y caíste de frente, desmayandote frente a la estatua del ángel, lo último que sentiste fue que ponían un abrigo sobre ti y te cargaban para llevarte a resguardo de la lluvia nuevamente.

Abriste los ojos con pesades sin recordar siquiera como habías llegado a tu cama. Pero pronto te diste cuenta que no era tu cama.
Te encontrabas en el escondite de patch, el olor a tocino te había despertado, estabas tapada con una frazada y tu cabello estaba mojado, tenías puesto una camisa blanca y unos boxers de hombre. Y recordaste.
-¿Qué sucedió?- preguntaste a Patch quien entro a la habitación con dos platos de comida en la mano y un trapo en su hombro. Vestía lo que parecía ser un pijama.
-te desmayaste en la lluvia- dijo el sentándose a tu lado. Pasandote un plato con tu desayuno- tu ropa está secandose-
-ohh...- no supiste que decir. El ruido de los cubiertos chocando con el plato fue lo único que se escuchaba.-bien, esto es incomodo-
El te miro divertido mientras llevaba un trozo de tocino a su boca. Mierda que era sexy.
-lo siento- dijiste luego de unos segundos-pero no soy la persona que está en tus recuerdos...si lo era...ya no soy igual- la tristeza de filtro tu voz.
-lo se- respondió simplemente encogiéndose de hombros-  pero debía intentarlo, después de todo estamos en guerra-
Suspiraste pesadamente. Y luego miraste el lugar.
-¿Desde cuándo estás en la tierra? - preguntaste sacando tema de concentracion-¿te echaron a ti tambien?-
-digamos que desde que tú te fuiste yo... Tenía la sensación de que debía estar aqui- un pinchazo de culpa perforó tu pecho- tenía que buscarte, saber que estabas bien. Pero a ellos no les gustó, ya eras un ángel caído, y yo representaba un peligro para ellos-
-¿Qué pasó con mis recuerdos?- preguntaste triste dejando el plato de lado, acomodandote en la cama para quedar recostada de lado, mirándolo atentamente.
-ellos te los quitaron, pero encontraré la forma  de devolvertelos- hizo una mueca-se que todo es raro y confuso...pero creí que merecías saber la verdad-
Asentiste en silencio, el término con su plato y lo dejo de lado. Luego se acostó junto a ti, ambos mirándose a los ojos.
-lamento no recordarte- dijiste nuevamente
-¿Pasarás todo el día lamentándote por cosas que ni siquiera recuerdas? - pregunto divertido el- estuve observándote...-
-por lo que yo tenía razón, en verdad me acosas- bromeaste intentando aligerar el ambiente. Funcionó por qué soltó una pequeña risa que podría matar a cualquier chica.
-eres completamente diferente aqui- respondió el llevando sus manos detrás de la cabeza- pareces más... Tu misma-
-¿Y como era antes?- preguntaste confundida
-un alma triste - respondio serio mirando a la nada. Recordando viejas épocas.
Cuando viste a Patch en el bar, pensaste que era el tipo de chico malo, tal vez que sus padres adinerados mantenían, pero que buscaba problemas para llamar la atención
Ahora en cambio parecía un chico solitario, en la misma situación que tú. Qué se ganaba la vida a su manera e intentaba sobrevivir.
-no entiendo cómo pude haberte dejado solo- murmuraste sin querer tus pensamientos. Sacándolo de los suyos. Un pequeño rubor tiño tus mejillas.
El giro su rostro para verte con una sonrisa coqueta.
- ¿estas coqueteandome?- pregunto divertido enarcando una ceja.
- callate- gruñiste con una pequeña sonrisa de complicidad- por cierto ¿Quieres decirme cómo es que amanecí con una ropa diferente a la mía?-
-la tuya se mojó con la lluvia, eres un ángel caído no superman- respondió el encogiéndose de hombros- podías enfermarte así que la puse a secar-
-no me refiero a eso- murmuraste fingiendo enojo- para quitarme la ropa y ponerme está, debi estar en algun momento en ropa interior...-
-¿Crees que no puedo cambiarte la ropa sin mirar? Conosco cada parte de tu cuerpo- respondió completamente serio. Lo que te hizo dudar de tus pensamientos- no quiere decir que lo haya echo, no afirmó ni niego nada-
- eres un embustero- reiste ante sus palabras
-mira quien lo dice, finges ser una damisela para atraer a tus víctimas y luego le robas sus pertenencias jugando billar- respondió el también riendo
- no es mi culpa que sea buena jugando- dijiste fingiendo estar ofendida - además, quiero que sepas que te deje ganar-
-eso no es verdad y tú lo sabes- respondió el ahora completamente serio nuevamente. Parecía que habías tocado una fibra peligrosa en el ya que sus ojos adquirieron un brillo especial.
-¿Ese último tiro que no entro por unos milímetros? Lo hice a proposito-
-retractate- respondió nuevamente con el mismo tono. Si no discutieran de un tema banal, te sentirias intimidada de pies a cabeza.
-¿O que?- preguntaste desafiante. No sabías que clase de persona habia conocido el en el pasado pero no te dejabas ganar por nadie ni nada.
No te dio tiempo a gritar. Se abalanzó sobre ti y comenzó a hacerte cosquillas en la cintura, sujetando con una de sus manos tus brazos, mientras con la otra atacaba tus costillas.
Comenzaste a reír sin parar. Ese era tu punto debil y por lo visto el lo conocía. Algo de la antigua tu estaba dentro de ti todavía.
-retractate- pidió nuevamente está vez con una sonrisa.
-¡Me retracto! ¡Me retracto!- gritaste notando la posición comprometedora en la que se encontraban ambos, sobre la cama y con el sobre ti entre tus piernas. Pero no te sentiste incómoda en lo absoluto. Era como si pudieras tener total libertad con el. Como si fuera natural en ustedes.
-señor Cipriano usted es diabólico - dijiste con una sonrisa antes de con una mano en su cuello atraer sus labios a los tuyos. A lo cual no se resistió en absoluto. Al contrario, llevo sus manos hacia tu cintura y espalda atrayendote a él como si necesitara tenerte cerca. Cómo si extrañará tu cuerpo.
Si la guerra entre nephilims y angeles se desataba como el decía, lo mejor sería disfrutar cada momento al máximo. ¿Verdad?