11- Jace Wayland

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Jace Wayland
Shadowhunters/cazadores de sombras
Advertencia: ninguna

•Al final se decidió por la idea de Jace, preferí no seguir peleando, no quería darle más oportunidades a Isabelle para que me encierre con Jace.
Me vestí con una remera corta negra con puntilla, unos jeans negros tiro alto y unas botas hasta la rodilla. Me arme con varios cuchillos, algunos a la vista otros escondidos en mis botas, enrosque mi látigo en mi muñeca, me disgustaba usarlo pero siempre había que estar preparado.
Me peine poco, solo deje mis rulos rubios sueltos y me puse delineador y labial rojo, simple pero coqueta.
Salí de mi habitación en busca de mis compañeros, todos me esperaban en la puerta del instituto, Jace ni siquiera volteo a verme, vale admitía que me gustaba y que eso me dolio, pero lo ignore completamente.
Caminamos en la oscuridad hasta el pandemonium, mis pasos y los de Isabelle era lo único que se escuchaba, doblamos la esquina y pudimos observar como la gente se acercaba al lugar.
-Esperemos aqui- dijo Jace, observando a los llegados esperando que los demonios aparecieran-apareceran, tenemos el lugar rodeado-
Esperaron un par de horas, Jace miro a su compañera golpear su tacón fastidiada al no tener paciencia. Estaba realmente caliente con ese atuendo, pero no dejaría que ella lo supiera jamás.
-Bien, al parecer tus amigos no vinieron...-dijiste molesta al ver que pasaban las horas y no aparecían
-Oh tal vez llegaron antes que nosotros-sugirio Isabelle-deberiamos echar un vistazo a dentro-
-Creo que no hará falta-dijo Alec señalando a la calle bajo nosotros, cinco hombres se acercaban rápidamente hacia el callejon, miraban hacia todos lados de manera sospechosa
-Demosles la bienvenida-dijo Jace con una sonrisa.
Los cuatro siguieron a los demonios a través de un callejón oscuro junto al pandemonium, Isabella hizo caer a uno con su enorme látigo y todos se dieron vuelta dispuestos a atacar.
Me dirigí directo a uno rubio con ojos color violeta, al instante una enorme cola azul con punta salió de su pantalón, dejándome sorprendida.
-Dios, guarda eso en tus pantalones ¿quieres?-Dijiste con una sonrisa traviesa, sacaste de tú bota un cuchillo Serafín y empezaste la pelea.
Te abalanzaste sobre el demonio repartiendo cortes en el, era bastante fuerte pero eras unas de las mejores shadowhunters.
Te tomo por sorpresa cuando te tacleo golpeándote contra la pared del callejón, tú cabeza rebotó contra esta y tú cabello se despeino un poco.
Lo acuchillaste varias veces en la espalda mientras el seguía precionandote contra el muro, hasta que quedó sin vida y se esfumó en el aire.
-Uno menos-murmuraste, dirigiste tú vista a los demás, Alec con su arco asfixiaba a uno de los demonios mientras que Isabelle había perdido su látigo y ahora repartía puñetazos con otro.
Jace parecía ocupado peleando con dos a la vez.
-¿necesitas ayuda?-preguntaste divertida al rubio, quien te miro molesto.
Corriste hacia donde el se encontraba y te subiste de un salto a la espalda del demonio, pasaste tus piernas por su cuello y le hiciste una llave, tirándolo al piso decapitado y tú con la cabeza en tus manos.
-rayos-murmuraste mientras un líquido negro comenzaba a quemar tú piel. Soltaste la cabeza para que cayera al piso y viste el cuerpo decapitado levantarse nuevamente-mierda-
De su cuello empezaron a salir tentáculos de color violeta mientras que chorreaba sangre demoníaca.
Jace observó sorprendido lo ocurrido, clavo su cuchillo Serafín en su oponente y este desapareció por completo.
El cuerpo decapitado comenzó a moverse en tú dirección y fuiste lo bastante rápida para moverte del lugar, pero no para escapar de sus tentáculos. Te aprisiono contra el y clavo uno de sus tentáculos en tú estómago atravesando lo de lado a lado haciendo que gritaras de dolor, la flecha Serafín de Alec se clavo directo en la espalda de tú enemigo haciendo que desapareciera y dejándote caer al suelo sin delicadeza alguna.
Izzi elimino al último demonio con ayuda de Jace mientras Alec venía por ti.
-¿tan feo se ve?-Preguntaste mareada a Alec quien tenía la boca abierta de la impresión.
-Magnus te ayudará no te preocupes-Se limitó a decir mientras intentaba que te levantaras-¡hay que irnos!-
Llevaste tú mano a la herida y presionarte con fuerza, no sabía que te Dolia más si la sangre demoníaca que ardía como mil demonios o la herida en si.
Tus ojos comenzaron a cerrarse de a poco.
-Yo la sostengo ¡llama a Magnus ahora! Necesitamos un portal-dijo Jace llegando junto a su parabatai.
Isabelle estaba en shock parada frente a ti respirando entrecortada mente.
-No necesitas una excusa para estar cerca de mi-bromeaste a Jace, todo te daba vueltas pero detestabas que se preocuparan por ti.
-Ya quisieras tu-contesto el pasando un brazo por tú espalda y otro por detrás de tus rodillas-todo va a estar bien, no te preocupes-dijo como si quisiera calmarse más el que a ti misma.
-Lo se-murmuraste amoldandote a su pecho, cerrando los ojos con cansancio.
-¿________? ¿¡__________!? -tengo llamo el rubio preocupado pero no pudiste responder. Una gran luz traspaso tus párpados cerrados y supiste que sería el portal.-vas a estar bien- susurro contra su pelo mientras caminaba hacia el portal, y sentiste sus labios posarse en tú cabeza de manera cariñosa.
Amar es destruir y ser amado es ser destruido. Eso era lo que Jace siempre les enseñaba a sus compañeros de equipo.
Pero como dice el dicho .... ¿has lo que yo digo y no lo que yo hago, verdad?

My Bad Guys: oneshots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora