My Bad Guys: oneshots

122- Draco Malfoy

Draco malfoy
Harry Potter post- hogwarts
Para valewwe

Basado en startruck de Disney. Amor eterno a esa película.

No tenías idea como terminaste dando vueltas por un bosque con Draco Maldito sonrisa perfecta de corazón de bruja. Lo conocías desde que eras una niña y siempre lo odiaste. Y de alguna forma habían terminados juntos por la fuerza del destino perdidos, tu varita quebrada había quedado en tu bolso, el cul  estaba repleto de barro por el pantano en el que ambos habían caído.
El rubio caminaba completamente molestó delante de ti. Sus manos en los bolsillos, el se había olvidado la suya en el auto.
-¿Por qué eres así?- preguntaste completamente molesta.  Le habías echo nada. No había sido tu culpa que estén completamente empapados de barro de pies a cabeza.
-¿Así como? Tengo que soportarte junto a mi hasta que lleguemos al pueblo más cercano, te parece poco?- pregunto matandote con la mirada
-maldito huron- gruñiste por lo bajo
-maldita sangre sucia- te respondió el insulto.
Volteaste los ojos ante lo racista de su insulto. Y comenzaste a caminar más rápido dejándolo atrás.
Unos minutos más tarde llegaron a un lago. Suspiraste aliviada. El barro seco comenzaba a picarte la piel.
Corriste hacia el pequeño lago, completamente segura de lo que ibas a hacer. Te arrodillaste en el borde y mojaste tu cara con agua quitando restos de barro de ella.
Era la gloria.
Sentiste un empujón en tu espalda, y caíste de cara al agua empandote de pies a cabeza. Escuchaste al rubio reírse de tu desgracia. Escupiste agua completamente molesta.
- eres un niño- le dijiste mientras quitabas restos de barro ahora de tu ropa, ya estaba mojada, ¿Qué podía ser peor?
El rubio te sonrió con cinismo, y tiro un poco de agua en su cabello para quitar la mugre que en el había.
Saliste del agua y caminaste hacia un árbol comenzando a quitarte la ropa. Traias un vestido rojo de tirantes al cuerpo.
-¿Qué crees que haces?-pregunto al verte completamente pálido
- pondré a secar mi ropa- respondiste completamente decidida-despues de todo no hay nada que no hayas visto ya-
Y era cierto. Ambos habían terminado borrachos luego de una fiesta, un hechizo de desaparición conjunta termino mal, y terminaron teniendo sexo en el medio de un pantano.
Y luego de despertarse por el sol, con resaca y molestos por la estupidez que habían echo cayeron al pantano.
Te quedaste en ropa interior , el rubio no volteaba a verte mientras aflojaba su corbata carísima, y su saco negro ahora marrón. Sonreiste internamente.
Te acercaste tomándolo desprevenido y paraste su espalda baja logrando que cayera al lago igual que lo hiciste tú.
Comenzaste a reír como foca al ver su cara salir del lago. Una especie de mancha marrón producida por el barro que portaba se formó alrededor de él.
- no vengas llorando después, griffindor- te dijo mientras comenzaba a correr hacia ti. Corriste lejos de él aún riendo mientras eras perseguida. Lamentablemente llego hasta ti, te tomo de la cintura entre risas y te cargo como saco de papas hasta el lago, te lanzó en el y luego procedió a quitarse su ropa para ir tras de ti y evitar que salieras del lago.
Se lanzaron agua el uno al otro , jugaron como dos idiotas y de alguna manera terminaron besándose nuevamente.
Maldito rubio.
Salieron ambos para acostarse en la costa tomando sol. El silencio era cómodo. Solo se escuchaba los pájaros cantar y la brisa chocaba contra sus cuerpos secandolos.
-a veces no te entiendo- dijiste sin mirarlo.- primero eres amargado, y vives enojado, después eres amable y divertido...-
Torció el gesto de manera desagradable.
- no lo se- contesto poniendo las manos  detrás de su cabeza- simplemente soy asi-
Te giraste a verlo, poniéndote panza abajo, mirándolo de costado. Llevabas unas gafas de sol que el te había prestado. Las utilizaba para que no lo reconocieran por la calle.
El era una celebridad del mundo mágico, uno de los galanes más codiciados y una de las personas más adineradas. Todos conocían su rostro.
-me gusta más este tu- sonreiste sincera-relajado, no la máscara que le demuestras a los demás.-
Su rostro cambio, su semblante se puso serio. Cómo si algo de lo que dijiste no le hubiera gustado.
Se levantó y tomo la ropa ya seca, comenzando a vestirse.
Lo imitaste en silencio, y comenzaron a caminar hacia el bosque nuevamente, llegando a una ruta.
- no es así como debe comportarse un malfoy- fue lo único que dijo después de unos minutos de silencio. Iban caminado uno al lado del otro, tomados de la mano, lo cual te sorprendia.
Tal vez una parte de draco quería ser eso, solo Draco.
- tal vez deberías dejar un poco tu apellido de lado, ser solo tú y no lo que la sociedad pide de ti.-
-tu no sabes lo que es esto- dijo repentinamente molesto deteniéndose. Sus manos se soltaron y te volteaste a verlo.
-¿Crees que por que no soy famosa no se lo que sientes?- preguntaste frunciendo el ceño
-todo esto, la presión, todos quieren algo se mi, todos buscan algo, fama, dinero, cualquier cosa- respondió molestó tirando el saco que llevaba en su mano al suelo.- todos interesados-
-yo no busque nada de ti- murmuraste con los ojos aguados- lamento no ser suficiente para juntarme con usted señor malfoy-
Comenzaste a caminar enojada hacia la carretera. Escuchaste al rubio correr tras de ti pero no te detuviste.
-¡_____! Espera- te pidió tomando tu mano.
Lo miraste a los ojos sintiéndote dolida aún.
Lo que no esperabas era que te lastimara aún más.
-necesito mis anteojos- pidió algo incómodo. Abriste la boca completamente sorprendida.
-¿Qué?- preguntaste sin entenderlo
-me fotografiaron ayer con ellos, si te ven a ti que estuviste en la misma fiesta pensaran...-
-pensaran que pasaste la noche conmigo- respondiste entendiendolo, te sentías triste de ver que el Draco que conociste en la secundaria volvia.
Tomaste los lentes y se los arrojaste al pecho-tomalos, no quiero nada de ti-
-______...- te pidió mientras comenzabas a caminar hacia donde escuchabas ruidos de autos.
Era lugar exclusivo de magos, no sería difícil que uno te ayudara a llegar a casa.
El rubio detuvo su caminata al ver que no lo escucharlas. Sintió algo de dolor al verte partir pero había sido un imbécil contigo y el lo sabía. Pero no podía remediarlo.
No eras de su mundo, solo eras una secretaria de una de las tantas empresas de su padre.
Solo eras otra chica, otra noche más.
Una noche que nunca querrias volver a repetir jamás.