Bad Boy, Innocent Girl

01: Drogas y alcohol

Capítulo Uno: Drogas y Alcohol.

*Park Jae Beom*

Seúl, Corea del sur.
28 de febrero, 2013.

La música retumba en mi cabeza como si de un tambor se tratara, las mujeres que de algún lugar habrán sacado mis amigos, bailan semidesnudas en medio del living, mientras que mis dichosos compañeros comienzan a formar las líneas de coca.

Me levanto de mi lugar en el sillón para intentar pasar la pequeña locura que se está formando y desde el otro lado de la sala, me adentro a la cocina por un poco más de whisky y algún papelillo.

-¿Mareado? -pregunta una chica en el mesón de la cocina.

Quien es, como se llama y si es que la he visto antes, no tengo ni la menor idea, lo que si sé es que está lo bastante buena como para entretenerme esta noche.

-Comenzando -respondo repasando su cuerpo con mis ojos.

-Me comerás con la mirada -reprocha en un tono chillón y divertido.

Le doy una sonrisa ladeada mientras me acerco hacia ella, la tomo en mis brazos y sin reclamos ella abre sus piernas para acomodarme entre ellas.

No se demora mucho para aceptar mi beso desmedido y en unos segundos después su poca ropa ya no está.

Puedo seguir escuchando la música y el griterío de mis amigos en la otra habitación, pero 2 botellas de whisky, 3 papelillos y 3 líneas de coca ya han afectado bastante mi sistema como para medir donde estoy teniendo sexo en aquel momento.

*

01 de marzo, 2013.

El dolor de cabeza no es la gran parte de toda la desorientación con la que despierto al día siguiente.

Me levanto reconociendo mi habitación en el proceso, desnudo y con dos mujeres a mí alrededor, me encamino hacia el baño intentando despejarme un poco.

Una vez vestido, arreglado y un poco más decente, tomo mi celular y mis llaves para comenzar a salir. A mitad de camino me encuentro con mis amigos tirados en el suelo seguramente con alguna sobredosis de la noche anterior.

Debería preocuparme, pero después de todo este tiempo siempre logran despertar, espero esta no sea la excepción.

Antes de salir siento ruidos en la cocina y solo para cerciorarme que no es alguna clase de ilusión por los efectos de lo que consumí el día anterior me adentro buscando al responsable del sonido.

-¡Hey, estás despierto! -me saluda Simon, uno de mis amigos más cuerdos, dentro de lo que se puede decir.

-¿Cómo puedes estar tú despierto? -pregunto afirmándome en el marco de la puerta.

-Me gusta desayunar temprano, ¿Me quieres acompañar?

Asiento adentrándome y sentándome en el taburete del mesón, espero expectante a mi desayuno diario, hay que decirlo, Simon tiene unas manos de ángel para la cocina.

Mientras veo como mi amigo ordena algunas cosas trato de ordenar mis pensamientos, orientándome en que punto de mi vida estoy.

Aún no puedo creer que todos los días en la noche me obligo a sufrir de tal forma, estoy consciente de toda la mierda en la que me meto y bastante acorde con lo que me podría pasar. Pero no hay una pizca de remordimiento, no tengo de qué arrepentirme, simplemente estoy aquí porque la vida me hundió de este modo y aunque intente salir muy seguramente algo me tirará más abajo de lo que podría estar ahora.