18: Sube y baja

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Capítulo Dieciocho: Sube y baja

*Song Nih Nah*

Tengo tantos miedos que querer a Jay solo hace que los recuerde, y está siendo inevitable no recordarlos todos los días. Todo vuelve a mi mente cuando lo veo y solo quiero llorar, pero luego de haber hablado con la doctora Kang parece que las cosas han cambiado de rumbo.

Ryu es un niño excelente, pero necesita de mí, necesita que yo esté allá, necesita que esté junto a él, todos los días, como antes, quizás haberme trasladado a Seúl fue la peor elección que tomé solo para convencer a mis padres, tal vez... cuando ellos se muden a Daegu yo podría volver a Busan y así las cosas serían más fáciles, quizás esa sería una opción más factible ya que llevarme a Ryu, según la visión de la Doctora, es imposible.

Pero esto no se lo comento a Jay, y a pesar de que piense que fue un error haber vuelto a Seúl, sé que conocerlo ha sido lo único que ha valido la pena este tiempo, a pesar de que revuelva mi cabeza con temores y amor, a pesar de que me confunda y haga que me vuelva una loca bipolar, sé que es hermoso tenerlo.

Pero... ahí está de vuelta todo... Tendría que elegir, tendría que pensar mucho, por durante un mes comenzar a ver que es mejor... Irme a Busan y dejar a Jay, o quedarme aquí y viajar todos los días por Ryu.

Pero primero que todo, tengo que convencer a mis padres de que estoy bien, que no tienen que mantenerme bajo vigilancia excesiva, de otra forma si no los convenzo tendría que viajar a Daegu y eso sí sería mi perdición.

—Jay... creo que ya no podremos seguir hablando —digo a lo que llegamos a Seúl.

—¿Y ahora por qué? —pregunta casi escéptico.

Si, como que nuestra relación es bastante bien definida como un constante sube y baja, nos alejamos nos reencontramos, este debería ser nuestro nuevo alejamiento, espero no duela tanto como el primero.

—Necesito que mis padres crean mi farsa de buena niña, y si estamos juntos... tal vez podrían descubrirme, puedes ocupar este tiempo para resolver tus cosas, con el tráfico de drogas, con tus amigos... con tus padres...

—Podrías seguir tu consejo —me contrapone haciendo que frunza el ceño. —¿Qué? Tú también tienes dramas con tus padres, Nih Nah, no puedes estar esperando a que ellos se vayan para ser libre, deberías serlo mientras están, ningún padre puede manejar la vida de sus hijos.

—Okay... lo dice el chico sin padres... —veo como su mandíbula se tensa, mierda he comenzado.

—Primero, si tengo padres, que mi madre esté muerta y mi padre sea una mierda es diferente, pero por lo menos nunca fueron aprensivos y controladores al nivel que no me dejan respirar.

—Por algo será, de esa forma yo no he caído en la droga, ni el alcohol...

—Basta —dice Jay cortándome. —Comprendo que quieres que me aleje, de acuerdo, un mes, ni más ni menos, Nih Nah, porque te vendré a buscar en un mes exacto, y no tienes que hacer esta mierda de dañarme para alejarme, pude hacer entendido.

—Adiós entonces, Jay —digo intentando comenzar a caminar, pero él me detiene y me tira hacia él.

—No, amor... Hasta un mes más.

Parece ser una promesa porque esta se cierra cuando el choca sus labios contra los míos, terminando un beso muy poco recatado y bastante violento a decir verdad, que cuando termina me deja sin aliento y esperando por más.

Pero Jay no me da otro, a cambio pasa de mí y comienza a caminar, no volteo, solo sonrío y comienzo a caminar por el lado opuesto.

*

Bad Boy, Innocent GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora