Bad Boy, Innocent Girl

07: Otra forma

Capítulo Siete: Otra forma.

Park Jae Beom

Miércoles 24 abril, 2013

Estoy confundido, demasiado confundido como para concentrarme en las clases siguientes luego de observar a Nina, ella... diablos... no.

Camino a casa pensativo; desde el mismo día en que con Nina decidimos que nos conoceríamos mejor para ser amigos, es que ni siquiera estoy seguro de aquello, porque estoy próximo a caer y eso no es algo bueno para ninguno. Un cliché es lo último que podría comenzar a retratar.

Expulso todos mis pensamientos sobre Nina cuando una llamada entrante de Hero llega a mi celular, quiero responder bromeando, pero a cambio solo tengo un sonido de desesperación del que no logro entender muy bien el significado.

—Tenemos un grave problema —es lo único que alcanzo a identificar.

Corro desesperado para llegar al departamento y me encuentro con Simon teniendo una crisis de ansiedad en pleno living. Los chicos intentan calmarlo, pero su cuerpo tiembla sin poder controlarlo.

—No sabemos qué hacer —dice Zico desesperado intentando arroparlo con algunas mantas.

—No es frío, Zico —escucho que aparece Rome gritando desde la cocina. —Debemos llevarlo al hospital, antes de que colapse.

—Al hospital no —balbucea Simon. —Al hospital no.

—¡Entonces tendrás que decirnos que mierda te ha estado pasando!

Rome está desesperado, se posiciona frente a Simon y en vez de intentar calmarlo comienza a moverlo con desesperación, Hero y Zico lo toman por los brazos para detenerlo y comienzan un forcejeo​ del cual solo soy espectador.

—¡Todos sabemos cómo funciona, nos drogamos, nos embriagamos, pero hay un límite y este es el nuestro! —grita con desesperanza Rome. —Suéltenme, cabrones.

Los chicos lo sueltan y en un movimiento brusco Rome se recompone mirando a Simon enojado.

—Este es mi límite, el verte así, yo me salgo de esta mierda, espero que alguien sea sensato y también lo haga.

—No podemos salir, estamos dentro. Necesitamos de esto —dice Hero por detrás.

—Podemos hacerlo —me atrevo a hablar. —Podemos salir de esta mierda si nos lo proponemos como amigos.

—Claro, lo dice el universitario —interpone Hero.

—Puede que tú salgas, tienes en quien sostenerte, esa puta de iglesia te puede ayudar, ¿Pero qué hay de nosotros? ¿Qué hay de quienes no tenemos a nadie en que apoyarnos? —cuestiona Simon recomponiéndose, ha dejado de temblar, pero ahora parece un poco más desorientado que antes.

—Nos tenemos unos con otros, debemos detenernos —pido nuevamente.

—No, no lo haré. No me detendré.

Simon sale empujándonos y al segundo lo vemos desaparecer del departamento.

—No pueden entenderlo, ¿Verdad? Ustedes dos tienen a alguien, nosotros no —dice Hero para luego salir también del departamento.

Nos quedamos viendo entre los tres, Zico no dice nada solo está en silencio observando el piso, mientras que yo miro a Rome en busca de alguna respuesta.

—Algo debe haber ocurrido —digo.

—Simon fue a buscar a su padre hace algunas semanas, él... literalmente lo echó a la cárcel por acercarse, tiene orden de alejamiento —responde Zico.