40: Preguntas y respuestas

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Capítulo Cuarenta: Preguntas y respuestas

*Song Nih Nah*

Miércoles 05 de julio, 2017

Observo mi celular mientras le doy un buen trago a mi copa. Son las 10 de la noche y ni siquiera entiendo por qué sigo aquí cuando ya debería dar por hecho que Jay no llegará. Suspiro, creí que podría ser una salida, un nuevo apoyo para todo el maldito plan, que cada vez que lo intentamos sale mal. No tiene sentido, sigo teniendo la esperanza de acabar con todo, pero a medida que el tiempo pasa las preocupaciones aumentan y la posibilidad de salir viva, disminuyen.

Suspiro levantándome del taburete y tomando mi celular para guardarlo, estoy segura que los vigilantes de Kalet no me darán más tiempo de prórroga para salir de su vista como para que me quede más tiempo esperando. Pero al momento en que tomo mi cartera para pasarla por sobre mi hombro e irme de una vez me encuentro de lleno con la mirada seria de Jay, tiene sus manos en sus bolsillos y parece que ninguno de los dos tiene animo de avanzar.

No digo nada mientras lo observo, siento como si pasara un océano entre los dos, hay tantas cosas que conversar y tan poco tiempo para hacerlo. Han pasado cerca de 3 años y unos cuantos meses que no nos hemos visto, pero siento como si fueran siglos...

—Acompáñame —termino por suspirar y darme la vuelta para subir las escaleras que llevan al pequeño hotel conjunto al bar.

Llegamos hasta la habitación que previamente me había encargado de pedir por la noche, de todas formas tenía pensado dormir aquí, por lo que me quito los tacones y tiro la cartera a la cama mientras que Jay camina inseguro mirando por todos los lados.

—Nadie nos molestará, solo pensarán que eres uno más de los hombres con los que engaño a Kalet —me encojo de hombros sentándome en la orilla de la cama observándolo.

Los años no han pasado en vano, su cabello está más corto, sus músculos están incluso más marcados, tiene nuevos tatuajes en sus manos y espero tal vez encontrarme con algunos si es que se saca la chaqueta, suspiro, no hay nada que deje de gustarme de él, lo cual no tiene ni un poco de sentido.

—No vine a aquí para que nos mantengamos en silencio, Nih Nah, necesito respuestas.

—Entonces, pregunta.

Él termina por dar un bufido y se quita la chaqueta para tirarla al suelo, se sienta a mi lado y ni siquiera me mira cuando se inclina dejando sus codos contra sus rodillas mientras une sus manos como si fuera a rezar, por mi parte solo estoy inclinada hacia tras sujetándome con mis manos, esperando a que diga algo, esperando que a volvamos a ser los mismos de antes cuando estoy muy segura que eso no va a ocurrir.

—¿Por qué no viniste conmigo? Podríamos ingresarte a protección de testigos.

—No sirvo afuera, me necesitan dentro.

—¡¿Para qué?! —se exalta, para mi sorpresa. —¿Qué tanto has hecho allá adentro como para tener que quedarte cuando tienes la oportunidad de volver con tu familia? ¿En qué te has convertido, Song Nih Nah? ¿O ahora debo llamarte Nina Jones? No, mejor, Lyang Choi.

Se levanta de golpe y comienza a moverse de un lado a otro tomando su pelo completamente frustrado. Ni siquiera sé por cual pregunta comenzar.

—¿Recuerdas la historia que te conté sobre mi... mi madre? —Jay se detiene completamente atento a mis palabras. —Era falsa... en cierta parte... —susurro moviendo mi cabeza para luego cerrar mis ojos. —Kalet... quería que odiara a mis... padres... Algo que le pidió su madre claramente —Jay no dice nada por lo que suspiro comprendiendo que debo empezar a hablar. —Hace 26 años atrás Frank trabajaba como un transportador más... Así como tú empezaste —señalo, pero él no parece muy feliz con recordar ese tiempo. —Conoció a una chica que llevaba tiempo en el rubro y terminaron... ¿En la cama? Bueno... tu entiendes... tuvieron sexo... Resultó que esa chica era una de las hijas de la mafia Doble Dragon y que lastimosamente se obsesionó con Frank Jones, quien en ese entonces solo se llamaba Song Kyung Yang... —suspiro. —Tuvieron un hijo, pero Frank siempre le dijo que en el momento menos esperado escaparía de ahí... Supongo que en el camino fue cuando se contaminó... como todos —elevo mi mirada para ver a Jay en busca de alguna reacción, pero parece tan estático que ni siquiera sé si continuar o detenerme. Decido encogerme de hombros y seguir hablando. —De la misma forma conoció a Kim Na Na, ella entró al tráfico de drogas repartiendo en cantidades pequeñas... se enamoraron... tuvieron relaciones y sorpresa, un año después ella estaba esperándome... Frank dijo que iba a dejarlo todo... pero... "Ella" jamás lo permitiría, "ella" jamás lo va a dejar ir... por lo que se deshizo de Nana y de mí antes de que Frank pudiera escapar... desde ahí supongo que las cosas se nublaron para Frank y continuó con su trabajo olvidando que había sentido alguna vez emociones diferentes al odio... el punto es que 17 años después de eso descubrió que yo existía, que Nana no había acabado con mi vida como lo había dicho "ella" y supo que estaba siendo criada por una familia religiosa... En vez de traerme a su lado, él... hizo lo más estúpido que pudo haber hecho... —me detengo a la espera de alguna reacción, pero nuevamente nada ocurre. —¿Realmente quieres escucharme o no?

Bad Boy, Innocent GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora