03: Alguien

6K 352 101
                                    

Capítulo Tres: Alguien.

*Park Jae Beom*


08 de marzo, 2013.

Me siento como un niño con juguete nuevo, el pequeño trato con Nina solo me dejó pensando en lo maravilloso que será coromperlo y a la vez en lo interesante que sería indagar en ello. Extrañamente me siento feliz y es por eso que cuando entro al apartamento que comparto con todos mis amigos me importa nada lo desordenado que está y como es que ellos saltan arriba de los sillones sin ningún aprecio por el lugar.

—¿Te follaste a la directora buena de tu universidad? —salta Hero.

—No, se folló a la profesora que lo traía duro desde el año pasado —contrapone Zico.

—No, se folló a la chica sexy de su grupo —aparece molestando Simon.

—Oh, cállense —les reclamo riendo y tirando una de las almohadas. Cuento a mis amigos y noto que falta uno. —¿Dónde está Rome?

—Fue a conseguir trabajo —responde Simon volviendo a la cocina.

—¿Y a ese que le dio?

—Dice que algo apareció y tiene que ganar dinero para que valga la pena.

—¿Traducción? —todos se encogen de hombros

Me lanzo contra el sillón ganándome una lluvia de almohadas de parte de los idiotas que saltan de un lado a otro como si el piso tuviera lava, ni siquiera quiero preguntar porque estoy seguro que están jugando como niños pequeños.

—¿Por qué estás tan feliz? —pregunta Zico finalmente sentándose a mi lado.

—Conocí una chica —respondo aún recordando su extraña forma de hablar.

—¿Una chica caliente? —pregunta Hero, sentándose también, niego con mi cabeza.

—Una chica con poca ropa —salta Simon, por otro lado. Vuelvo a negar.

—¿Una chica con buenos senos? —intenta Zico.

—¿Con buen culo? —aporta Simon.

—¿Una chica con buenos contactos para la coca? —aprovecha Hero.

Niego a todo lo que dicen para que finalmente regañen y me golpeen con las almohadas otra vez.

—¿Entonces? ¿Qué? —pregunta Hero.

—Es una chica con mucha ropa, nada caliente, bastante plana a decir verdad y más bien, una chica de iglesia más que con coca.

Los chicos se miran de un lado a otro, pareciendo no entender lo que acabo de decir. Simon sale de la cocina con varios platos para ponerlos sobre la mesa de vidrio de nuestro living comedor, ordena las cosas y parece que pasa un largo tiempo hasta que todo está listo.

—A comer, perritos —nos llama y todos se levantan ignorándome para lanzarse por su plato de comida.

—¿No me dirán nada? —cuestiono desde el sillón sin moverme.

—Te has vuelto loco —apunta Zico.

—Sí, es decir, en serio, ¿Una chica de iglesia? Jamás de los jamases te mirará —exclama Hero embutiéndose una gran parte de su plato de fideos.

—Ya hablamos —respondo encogiendo mis hombros.

—¿Te interesa? —pregunta Simon sentándose a la mesa.

—Es curiosidad —me levanto del sillón para ir junto a ellos y sentarme comer.

—La curiosidad mató al canario —replica Zico.

Bad Boy, Innocent GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora