4. "El chico de Watson Bay" - Luke Hemmings

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Era un día soleado y caluroso del mes de abril, aunque dentro de pocas horas, llegaría la brillante y mágica puesta de sol a Watson Bay. Me encontraba apoyada en el tronco de un árbol, bajo la refrescante sombra que este proporcionaba. El cesped me hacía cosquillas entre los dedos de los pies, libres tras haber sido apresados en mis Converse durante todo el día. Los acordes de mi guitarra llenaban mis oídos de una melodiosa música. Hacía pocas semanas que había empezado a tocar, y no es que se me diese muy bien, pero aquel lugar conseguía que hasta mis horribles acordes con la vieja guitarra de mi abuela sonasen bien. Estaba tocando una canción que había compuesto, cuando comencé a cantar. Puede que tocar la guitarra me guste mucho, pero cantar va más allá. Me encontraba tan concentrada en mi canción, que no me di cuenta de que un chico se había apoyado al otro lado del tronco, también sentado.

- Bonita voz.

Di tal respingo, bastante exagerado, que la guitarra casi se me cae del regazo. He de confesar que soy algo asustadiza y bastante torpe.

- H-hola... - dije.

- Hola, ¿cómo te llamas? - me dijo con una sonrisa y una mirada bastante misteriosa.

-Me lla-llamo Samantha. Bueno, mentira, me llamo Sam. Es que no me gusta mucho mi nombre. A ver, que yo comprendo que mi madre me lo puso en honor a mi abuela, a quien quiero un montón, pero que el nombre, bueno, que no me gusta. 

Aquel chico desconocido me sonrió y empezó a reírse. Fue entonces cuando me fijé en él. En ese pelo rubio de punta, que pedía a gritos ser acariciado y revuelto. En ese piercing en el labio, que le convertía en un tío realmente atractivo, para qué mentir. En esos hoyuelos, esos hoyuelos que, en fin, me dejaron sin palabras de lo adorables que eran. Y finalmente, en esos ojos azules, unos ojos que me hicieron olvidar incluso quién era. Nunca me habían gustado los chicos rubios de ojos azules, pero aquel tío se había llevado el diez. Luego me fijé en su ropa. Llevaba una camiseta azul en la que ponía 'NIRVANA' en letras amarillas. Sus vaqueros eran ajustados y negros. Estaba descalzo, igual que yo. También me fijé en la cantidad de pulseras que llevaba, que no eran pocas. 

Cuando dejé de hacerle ese 'chequeo', levanté la vista y volví a mirarle a los ojos. Tenía la típica cara de 'esta tía me da grima, ¿por qué me mira tanto?' Al pensar eso, me puse más roja que un tomate y quise pedirle disculpas por haberme quedado mirándolo, pero me tapé la boca. Soy una chica bastante tímida, pero cuando me pongo nerviosa no hay forma de callarme.

- ¿Te encuentras bien? - me preguntó.

- S- sí, perdona, no soy rara ni nada de eso, de verdad.

Volvió a reírse. Los hoyuelos se le acentuaban cada vez más y yo estaba derritiéndome por momentos.

- He estado escuchándote - señaló mi guitarra.

- ¿Cómo? - no me lo podía creer, aquel chico llevaba todo el rato escuchándome tocar desastrosamente mal la guitarra, y además me habría oído cantar. Tierra trágame.

- Se nota que llevas poco tiempo con la guitarra, pero, si me dejas, podría ayudarte - me sonrió aún más - aunque creo que con tu voz no necesitas ayuda. Es preciosa.

Nos quedamos mirándonos el uno al otro durante unos segundos que, al menos a mí, se me hicieron eternos, pero que no quería que terminasen.

- Bueno, ¿y bien? - me preguntó.

- Em... bueno, primero, gracias, por lo de que canto bien... y segundo, no puedo. Quiero aprender sola, lo siento, esto es cosa mía. Además, no te conozco de nada...

Soy la tía más tonta del universo.

- ¿Sabes? - me dijo - Creo que la mejor forma de conocer a una persona es a través de la música. Yo ya te he escuchado cantar y tocar, por lo que ya te conozco un poco. Ahora es tú turno. Te toca escucharme.

Me quitó la guitarra de las manos y empezó a tocar. No me podía creer lo que ese tío estaba haciendo, ¿pero quién se cree que es? Iba a decirle que por favor se fuese y me dejase en paz, cuando fui consciente de que esa era la voz más bonita que había escuchado en mi vida. La guitarra, su sonrisa y su mirada fija en mí también ayudaban bastante a que pensase eso.

"For a while we pretend that we never had to end it, but we knew we had to say goodbye"

No podía dejar de mirarle. Estaba ensimismada.

"Torn in two, and I know I shouldn't tell you but I just can't stop thinking of you, wherever you are"

Él me sonreía. Yo también le sonreía.

"Wherever you are"

Terminó de tocar esa bellísima canción. Volvió a dejar la guitarra sobre mi regazo.

- Vaya, ha sido... impresionante. Creo que ya te conozco un poco mejor - le dije con una sonrisa.

- Ah, ¿sí? Entonces objetivo cumplido. Me alegro de que te haya gustado, Sam - me dijo con esa sonrisa.

De verdad, ese tío no era real.

- Bueno, yo ya te he dicho mi nombre. ¿Se puede saber cómo te llamas tú? - le pregunté.

- Soy Luke, encantado.

- Encantada Luke, yo soy Sam.

Entonces se acercó y se sentó junto a mí. Juntos contemplamos la puesta de sol de Watson Bay. Luke, Luke. Ese chico misterioso que conocí un día cualquiera en mi lugar favorito. Ese chico que pasó de ser un completo desconocido, a un profesor de guitarra y, finalmente, aunque suene muy pero que muy empalagoso, a ser el chico de mis sueños

5 años después

- ¿A donde me llevas?

- A un sitio que te va a gustar, anda, confía de una vez  en mí.

- Mira que eres tonto.

Nos reírmos y, por fin, me quitó esa venda tan agobiante. Abrí los ojos. No lo podía creer. Había vuelto. Después de varios años volvía a estar en mi lugar favorito. Seguía tan mágico como siempre.

- ¿Por qué? - le pregunté.

- Porque es nuestro hogar. Y porque soy un novio diez - me contestó.

Le pegué un pequeño puñetazo en el hombro y él me cogió por la cintura. Tenía un brillo especial en los ojos. Habíamos vuelto al lugar donde nos conocimos, después de tantos años.

Me puse de puntillas para intentar estar a su altura, algo imposible, y le besé. Quién iba a decir que hace cinco años yo besaría a aquel chico en ese mismo lugar. Las cosas que se trae la vida.

- Te quiero, Sam.

- Y yo a ti, Luke.

Iba a volver a besarle para rematar este momento tan romántico, cuando salió corriendo y empezó a gritar '¿A que no me pillas?'. No pude disimular mi sonrisa y empecé a correr tras él bajo la puesta de sol de Watson Bay.

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¡Hola a todas! Soy Marta (@LittleDemples) y este ha sido mi primer imagina. Soy nueva en esto, por lo que no sé si os gustará, aunque espero que sí c:

Recordad que cada una de nosotras irá subiendo imaginas cada cierto tiempo, ¡así que estad atentas! También podéis seguirnos en Twitter (@Spaussies) para estar al día de los imaginas que subimos.

Pues nada chicas, espero que disfrutéis de nuestros imaginas. Un besazo de las Spaussies :3

 

5 Seconds of Summer ImaginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora