- ¡Eh, tú! ¡Helado andante! –Gritó mi mejor amigo desde el otro lado de la barra.
El local estaba repleto de gente bailando, bebiendo y pasándolo bien, como cada viernes a esas horas. El cielo negro y sin la iluminación de las estrellas se cernía sobre la ciudad que nunca dormía: Nueva York. Hacía casi cinco años que me había mudado aquí; era una adolescente de tan solo dieciocho años que comenzaba una vida en la Gran Manzana. Aquí nadie te pregunta, ni te mira. No eres nada. Y fue en este mismo pub donde le conocí. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer: tenía el cabello hacia atrás con una bandana roja de estampados étnicos; sus ojos reflejaban las luces cambiantes del techo y su blanca y gran sonrisa no desaparecía de su rostro mientras servía copas a diestro y siniestro. Yo me había sentado en una esquina apartada de la barra, y lo primero que me dijo al acercarse fue << ¡Hola! ¿Eres nueva? >> Nunca creí que una persona pudiese tener unos hoyuelos tan profundos y pronunciados sin romperse la cara. Desde esa primera sonrisa supe que no habría marcha atrás.
Me senté en el mismo asiento de siempre, como hacía desde que venía aquí los fines de semana.
- ¿Qué quieres, idiota?
Sus ojos, que después de nuestro primer encuentro supe que eran verdes, se clavaron en los míos y el corazón me dio un vuelco. Sí, estoy enamorada de él desde hace cinco años y no se lo he dicho.
- ¿No vas a tomar nada? –Me preguntó con esa sonrisa traviesa dibujada en los labios.
- Estoy muy cansada, Ash. En cuanto pueda me iré a casa –Respondí, sujetando mi barbilla con las manos.
Me miró levantando una ceja, y puso los brazos en jarras.
-¿Desde cuándo la gran Celeste Cabeza de Helado está cansada los viernes por la noche?
Le agradecía que intentase levantarme el ánimo, pero haber visto a Callie intentando ligar con él toda la semana en la Universidad no me había gustado nada. ¡Lo peor era que el muy imbécil le seguía el juego!
-No es nada, solo que la semana ha sido bastante larga –Intenté sonar lo más convincente posible para no tener que darle explicaciones, pero Ashton tenía otros planes.
-A ti te pasa algo – dedujo con su cara demasiado cerca de la mía. << No me digas. >> pensé de forma sarcástica.
Sus ojos escrutaban mi rostro intentando buscar una respuesta a lo que me estaba pasando. << Es tu culpa, idiota. >>
- Déjalo, Ashton, que de verdad no es nada –Intenté sacármelo de encima, pero fue tarde.
Antes de darme cuenta, ya había saltado la barra y tiraba de mí hacia la puerta trasera del local. Me di el lujo de mirarle mientras andábamos/corríamos. Llevaba una camiseta negra, sin mangas y bastante rota y desgastada, con el nombre del local adornando su espalda en color blanco. Sus skinny jeans negros, como siempre, y unas Vans negras que yo misma le había regalado en su cumpleaños. Sonreí al ver que le gustaban.
La puerta de atrás daba a un pequeño callejón oscuro y frío, con la única iluminación de una lejana farola.
-¿Me vas a decir qué te pasa? –Ahora podía distinguir con más claridad el precioso color de sus ojos, ya que dentro, el humo y las luces cambiantes, no me dejaban hacerlo.
Mi corazón iba a mil por hora solo de ver la preocupación pintada en su rostro. ¡Era tan adorable!
- Joder, Ashton, deja de preguntar, no es nada –Me apoyé sobre la pared con los brazos cruzados. No quería decirle la verdad, y además me estaba comportando como una cría por su culpa. Idiota.
- A mí no me engañas, Celeste –Comenzó diciendo con bastante seguridad y seriedad – Además, somos amigos. Puedes contarme lo que sea –Y me sonrió como si nada, como si esas palabras no me doliesen.
Y, entonces, exploté.
- ¡Ese es el maldito problema! –Casi le grité en la cara – Tú eres el problema. Tú y la tonta de Callie, ¡dios! –Me callé esperando una respuesta o algún gesto que terminase por romper toda nuestra amistad.
Una sonrisa asomó por la comisura de sus labios, su rostro comenzó a acercarse tanto al mío que casi me da un paro cardíaco.
- Eres tonta –Susurró sobre mis labios, antes de sellarlos con un beso lento y dulce.
Sus suaves manos acariciaron mi rostro, mientras que mi mente seguía en completo shock. No podía creer que estuviese pasando esto; esto que llevaba soñando durante años. Ahora, Ashton Irwin era más que mi amigo y no dejaría que nadie volviese a intentar quitármelo.
By: Miley @pepa_stalpaert (TW and IG) PepaStalpaert17Black (Wattpad)
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5 Seconds of Summer Imaginas
Fanfic¡Hola! Somos las chicas de @Spaussies y vamos a escribir imaginas de los chicos que esperamos que os gusten casi tanto como nos gusta a nosotras escribirlos para vosotras. Próximas fanfics en camino :) Att: @Spaussies xx ask.fm/Spaussies