34. "Amnesia" -Calum Hood.

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Me pregunto cuantas veces más acabaré tirada en suelo gracias a Calum. Siempre, cuando menos me lo esperaba, venía por detrás y comenzaba a hacerme cosquillas ¡el sabía perfectamente que no las soportaba! Por muchas carcajadas que estas provocaran, me pongo muy histérica cada vez que me las hacen. Pero según él le gustaba cuando me enfadaba, aunque bueno, era imposible enfadarse con él. Su sonrisa, sus ojos, su forma de ser... Ya hacía meses que descubrí que le quería. Aunque no era uno de esos amores pasajeros que tanto se estilan hoy en día, yo le quería de verdad. Él había sido una de las personas que me ayudo afrontar la pérdida de mi padre, estuvo durante meses apoyándome, nunca me dejó. Al igual, es el que más risas me saca, y ¡lo guapo qué es! Aunque bueno, yo sabía que en el fondo nunca habría nada más que una buena amistad entre nosotros.

-¡Cal, para! - grité mientras parecía quedarme sin aire.

-Silvia, enrealidad te encanta. - dijo Calum con un tono de burla.

-He dicho que pares.

-Vale, vale... Si es lo que realmente deseas. - y soltó una sonora carcajada.

A los segundos Calum dejó de hacerme cosquillas, así que me sente en el suelo apoyada en la pared, y a continuación cogí aire.

-Sabes que odio que me hagan cosquillas, no me vuelvas a hablar en tu vida. -dije mientras miraba hacia otro lado.

-Lo siento, pero es que es muy gracioso cuando te enfadas. - fue acercándose poco a poco hasta llegar a mi lado.

-He dicho que no me vuelvas a hablar, nunca ¿entiendes nunca? -entonces fue cuando se sentó delante de mi y levantó con delicadeza mi rostro. Qué ojos tenía el sin vergÜenza... Rendida, le perdoné.

-Gracias Silvia, si sabes que en el fondo me quieres. - y tanto que le quería, pero era un secreto. Los únicos que sabían sobre a quién pertenecía mi corazón eran Mai y Mike, ellos eran también de mis mejores amigos. Me habían recomendado confesarle mis sentimientos, pero, tenía miedo de perder aquella bonita amistad, de perder a Cal. Por ese mismo motivo durante meses he estado ocultándolo, aunque sinceramente creo que él se lo imagina. Disimular no es una de mis cualidades.

-Venga va, no seas tonto.

-¡Oye! - y en ese momento nuestras miradas coincidieron, durante un instante no dijimos nada. Entonces fué cuando yo me giré bruscamente, me prometí a mi misma no hacerme ilusiones.

-Bueno, ya es tarde, me voy. -había sonado bastante brusco, pero de repente me había entristecido y no creía que tuviera las fuerzas suficientes para continuar allí.

-No, no te vayas, quédate un poco más venga.

-Sabes que no puedo Cal, tengo que ayudar a mi madre con la cena y... - me giré para comprobar que mi... Mi amigo, me estaba escuchando. Y para mi sorpresa, cuando me giré, vi como tenía su rostro a escasos centímetros del mío.

-Silvia, no. - y tras decir esas dos palabras me besó.Fue un beso lento, pero dulce. Es extraño de explicar. Desconcertada, di un paso atrás.

-Calum, eh, no... No, te estás equivocando.

-Para nada, llevo meses esperando este momento. Llevo equivocado meses. Sin embargo, si no sientes lo mismo, Silvia, dímelo.

-No, no es que no sienta lo mismo, es... Tú te mereces a alguien mejor.

-Dudo que pudiera encontrar a alguien mejor que tú. - ví como sus mejillas adoptaban un color rojizo.

-Cal... - entonces puso su dedo en mis labios, haciéndome entender que quería que no hablara más, y me volvió a besar. Nuevamente, un beso corto pero dulce.

-Silvia, llevo esperando esto durante meses, ¿quieres salir conmigo? -dudé unos instantes, todo era demasiado rápido. Pero ¿qué hacía? Yo también había soñado con ese momento durante mucho tiempo.

-Sí, quiero salir contigo. - y otro beso más. Sin embargó este duró más, y cuando ya era momento de irme, nos separamos. Los dos sonreímos tímidamente y tras un gran abrazo, Calum dijo:

-Nunca sabrás lo agradecido que estoy contigo, te debo mucho, eres lo que siempre busqué. Te quiero. -en ese momento me di cuenta de que no era uno de esos 'te quiero' vacios, era de verdad. No me podía creer todo lo que acababa de pasar.

-Y yo Cal, y yo. - y salí dirección a mi casa, con una gran sonrisa dibujada en mi rostro.

1 día después, por la tarde...

-Sí Mai, no me lo puedo creer. - le decía a una de mis mejores amigas a través del móvil.

-Ahora te darás cuenta de que nos tienes que hacer caso más a menudo a Mike y amí ¡nos lo vimos venir! Sí se os notaba demasiado, tortolitos. - dijo entre risas.

-Que boba eres. - dije yo, también riendo - Espera, ahora te llamo, tengo una llamada pendiente.

-Vale. - y colgó.

-¿Dígame?

-Silvia. - gritó alguien.

-¿Sí? ¿Quién eres?

-Corre ven a la florestería en frente de mi casa. -distinguí que era la voz de Mike, parecía bastante preocupado. Colgé y fui lo más rapido posible.

Cuando llegué vi dos ambulancias y varios coches policía. Estaba poniendome de los nervios ¿qué había pasado? Comenzé a gritar el nombre de Mike desesperadamente ¿estaría bien? y cuando me giré lo vi. Estaba llorando agarrado a la camilla de alguien. Fui corriendo, tropecé con bastante gente.

-Mike, eh, Mike ¿qué ha pasado?¿estás... - no pude acabar la frase- No podía creer lo que estaba viendo, no, no podía ser real.

-Silvia... -dijo Mike tras coger aire.

-No Mike, no, esto no puede ser. - en ese momento comencé a gritar y llorar. Era una pesadilla. Mike me abrazó, muy fuerte. No era lo que más necesitaba pero me ayudó.

Varias horas después.

-Lo sentimos, hemos hecho lo que hemos tenido en nuestras manos, pero no ha sido posible. El golpe ha sido demasiado fuerte y... No pudimos salvarlo. Nuestro más sincero pésame. - y ahí se hayaban los padres de Calum, sin poder asimilar lo que acababan de perder ¿y yo? Me había desmayado instantes después de que Mike me soltara. Ahora estaba en recepción, escuchando como aquella pesadilla se estaba conviertiendo en realidad. Las lágrimas no dejaban de caer, humedeciendo mi rostro. Seguía sin poder creerlo, Mike me sujetaba de la mano, él había dejado de llorar porque sabía que yo no podría soportarle verle mal a él también. Aunque en el fondo el también estaba destrozado, no quiero imaginar el esfuerzo que estaría haciendo para aguantar las lágrimas.

Mi ángel había dejado la tierra para ir a su hogar, para ser eternamente feliz y descansar en paz. Aquí mi consejo, si queréis a alguien, que el miedo no se apodere de vosotros, mostrad vuestro amor, porque nunca sabréis que os depara el futuro. Nunca me perdonaré lo que ha pasado, si quiera sé cuánto duraré. Es como si Cal fuera lo que me mantuviese, mis pilares. Pero ahora los pilares han desaparecido, y es momento de seguir sola o desaparecer también. Y ojalá pudiera despertarme con amnesia, esto va a ser muy duro y no estoy segura si podré soportarlo.

Gracias por todo Calum,

Firmado:

Silvia.

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Bueno me llamo Teresa (@trsftcyrus_) y espero que os haya gustado. Muchas gracias a todas por las visitas y comentarios, os lo agradecemos muchísimo :) un beso!

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