Capítulo 1

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Supongo que la causa del "Insomnio" de muchos de nosotros tiene nombre y apellido,estoy segura de que muchos compartimos ese "No es nada" que lo es todo. El mío en particular tiene una sonrisa que hace que se me estremezca cada parte de mi cuerpo, con sólo recordarlo y unos ojos de bengala que roban el aliento... Se preguntarán ¿Por qué ojos de bengala? A veces para mí es difícil respirar cuando está cerca, no sé si se te ocurre pero sin importar el tiempo que tengas junto a él o ella, siempre te dejará sin aliento, sin palabras, sin pensamientos. Tengo la extraña creencia de que cuando conoces a esa persona con ojos de bengala nunca más puedes escapar, no intentes escapar, el amor te alcanzará de cualquier forma.
En éste juego sencillamente soy la presa, así como tú, sé que leyendo ésto seguramente pensaste en alguien, cada palabra fue poco a poco creando la imagen de una persona, o quizás, ya la venías pensando todo éste tiempo y tu imagen sólo la recreo, posiblemente todo éste tiempo tuviste un tigre de bengala siguiéndote muy de cerca y no lo notaste. ¡Espera! NO intentes correr, te alcanzará, lo mejor es quedarse quiet@ y ver cómo te consumes poco a poco entre sus colmillos, entre su amor, su lujuria, su pasión, su luz y finalmente su oscuridad, deja que te posean sus demonios y te envuelvan, al final del día no evitarás sufrir,en el amor no hay forma de salir ileso, sin embargo con mi consejo sólo intento que aprendas de cada incada que te den sus dientes, ya sabes lo que dicen "Fría como el hielo, pero en las manos correctas se derrite" mi nombre es Anhel y a partir de hoy quiero contarles mi historia, si me lo permiten, me siento en un callejón sin salida, entre la espada y la pared, preguntándome diariamente si debo permanecer aquí poniendo mis manos sobre el fuego, noche tras noche, derramando mi alma en sus labios, amándolo con cada partícula de mi ser y preguntándome al mismo tiempo si me ama, si soy la única mujer en su vida, si piensa en mí, si me desea tanto como yo lo deseo a él. Todo el día pienso cuándo volveré a verlo, supongo que no sólo mi cuerpo es su presa, mi mente y mi alma también lo son.

Ojos de bengalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora