Capítulo 22

705 26 0
                                    

-¡¡ANHEL!! ¿¡EN DÓNDE ESTUVISTE TODA LA NOCHE!?.-

Mi corazón se detuvo.

-Mamá ¿Qué haces aquí?

-¡Explícame en dónde pasaste la noche Anhel! Sharon me dijo que estarías con ella, y su madre me llamó a las 1 de la madrugada a decirme que su hija "la fácil" se había suicidado.-

-¡No hables así de Sharon mamá! , estamos en un hospital, la mamá de Sharon está destrozada, ten respeto.-

-¡Hablo como quiera! Seguramente eres igual que esa mujer, toda la cuadra vió su trasero. Deberías estar avergonzada, alimentando a una mujerzuela en mi casa.-

-¡MAMÁ NO ME FALTES EL RESPETO!-

-El respeto ¡TE LO FALTAS TÚ MISMA, AL PERDERTE EN LA NOCHE PARA IR A REVOLCARTE CON QUIÉN SABE CUÁNTOS HOMBRES!-

-Madre, lamento informarte que soy UNA MUJER y mi vida sexual no te incumbe.-

Salí del hospital y me fui a respirar aire fresco, estaba devastada, no entendía como alguien puede hacer algo tan horrible. "Mi pobre amiga Sharon", me invadía la culpa al pensar que se había preocupado tanto por mí y yo simplemente no estuve cuando me necesitaba. Lloré por un rato por mí preocupación y luego comencé a preguntarme cómo sabría de aquél hombre de nuevo, sintiéndome egoísta al mismo tiempo por ocupar mi tiempo en pensar en ello, cuando mi amiga estaba tan mal. - Si al menos hubiese tenido un lápiz, si al menos supiera su nombre.-
Mi vida había cambiado completamente, había descubierto el amor y lo había perdido en 15 segundos. Mi mente se nubló totalmente ante tantas emociones, no tenía idea de cómo regresar a aquella casa, nisiquiera tenía idea si era de él o si le pertenecía a alguien más, no sabía en dónde trabajaba, no sabía si mi amiga sobreviviría para contarle la mejor experiencia que tuve en mi vida, allí estaba, YO SOLA y ésta vez realmente sola, anhelando una oportunidad para impedir que Sharon intentara suicidarse y anhelando saber la identidad de aquél hombre que había robado mi alma aquella noche. La vida es tan difícil pensaba, un día tienes todo lo que quisiste y al otro ya no...

Ojos de bengalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora