Ojos de bengala

Capítulo 55

  - Nos vamos Anhel, te daré tiempo para recoger tus cosas nos vemos en el estacionamiento.-*Dijo Jacob.*

 - Nos vemos mañana en la oficina, ya hice planes.- *Respondí de forma fría.*

 Jacob sabía que odiaba que intentaran dominarme y decirme qué hacer. - Está bien te veo a las 7 en punto, tenemos muchos pendientes por organizar.-

 - Jacob, mi horario de entrada es a las 9, con mucho respeto nos vemos a esa hora.- *Mi molestia ruborizó mis mejillas*

 ¿Por que debería dejarme controlar?. Tomé mi abrigo y salí de la oficina. - Vamos pequeña no te molestes te llevaré a cenar.-*Mi piel se erizo al sentir sus manos calientes posándose en mis hombros.*

- Está bien, necesito algo con calorías.-

 - Iremos al mejor rest de por aquí. -

Nos montamos en el coche e intenté calmar mi mal humor, realmente pude notar que Ethan se manejaba muy bien ante las provocaciones de Jacob, o al menos mientras yo estaba presente.

 - Gracias por comportarte a la altura esta noche Ethan.- *Le dije mientras tomaba con suavidad sus manos.*

 - Gracias a ti por siempre llegar de forma inesperada a mi vida. Ahora dime, qué tienes que estás tan extraña.-

 - No lo sé Ethan, quizás el cansancio, hay muchas cosas sin resolver y un ambiente muy tenso en torno a todo.-

 - ¿Te gusta tu nuevo empleo Ahnel?-

 - El empleo es lo máximo, pero hay demasiada tensión en torno a él.-

 - Le encantas a los accionistas, todos hablan de la impetuosa chica castaña de largas piernas y ojos café.-

- Jajaja, gracias por describir como me ven esos cuarentones Ethan.-

 - Si deseas, te propongo algo.-

 - ¿Dime?-

 - Espera, prefiero hacerlo con una copa de vino en la mano, para brindar cuando digas que si.-

 -Estaba pensando en silencio y creo que lo mejor que puedes proponerme ésta noche es una jornada de sexo casual.-

 - Lo lamento pequeña mañana debes ir temprano a tu cuidad a ver a tu jefe mandón y mal humorado.-

 - Jajaja, deja de hacerme reír, se supone que estoy de mal humor.-

Cuando estaba con él todo parecía tan claro, tan suave, todo fluía y se hacía nítido, sin él sin embargo comenzaba a dudar hasta de mis sentimientos ¿Era normal? Jamás me había enamorado con tanta intensidad antes.