Capítulo 5

952 26 0
                                    

¿Cómo podía ser tan evidente? Realmente me pregunté si era tan obvia.

-¡Jajajaja! ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? Te apuesto algo mejor, al final de ésta cita no sabrás de mí, NUNCA MÁS.-

Levanté mi ceja con ímpetu desafiante, mientras sentía como él aceleraba el auto cada vez más, recordé en ese momento después de casi 10 minutos que no tenía idea de adónde íbamos. Tímidamente pregunté.

- ¿A dónde vamos?- *Él siguió con su mirada en la carretera y respondió.*

- A un lugar que te encantará Anhel, espero que estés preparada para pasar la noche conmigo.-
 
Mi piel se erizó nuevamente, mis mejillas se ruborizaron.

-¿Te volviste loco? ¡No sé ni tu nombre! Comenzaré a gritar si no paras el auto. -

-Tranquila Anhel, sabes de mí justo lo que necesitas.-
 
Tomó mi mano de forma dulce y la apretó entre sus dedos, mis manos sudaban y yo sólo pensaba en buscar el teléfono para escribirle a Sharon y reclamarle, no tenía señal en el celular y mi batería estaba a punto de morir.
 
.-Bueno señor desconocido, mi hígado no sirve y creo que tengo problemas de vesícula. -

-¡Jajajaja! Vamos Anhel ¿Realmente crees que quiero sacar tus órganos?-

-No lo sé.- *Contesté.*

- Pensándolo bien si sigues comportándote de esa forma tan prepotente creo que tendré que hacerte un par de cosas.- *Respondió en voz baja.*
 
No dije nada, quedé muda ante tal advertencia, me dediqué a observar el paisaje y mantener mi cordura, había una hermosa puesta de sol justo en el camino, el olor de su perfume se había apoderado de toda mi ropa y había algo en él que me hacía sentir tan impaciente que no lograba controlar mi ansiedad. Pensé, Sharon es mi mejor amiga desde el kinder, es imposible que me ponga en manos de un pervertido.
 
.-No soy un pervertido Anhel, si es lo que crees, puedes estar segura que te encantará mi compañía, tengo planeada una hermosa velada para ambos.-
 
Éste chico hasta podía responder a mis pensamientos, estaba tan asustada e intrigada al mismo tiempo.
  Pensé, si él quiere jugar jugaremos ambos.

-Ya casi llegamos Anhel, pero antes debo advertirte un par de cosas.

Ojos de bengalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora