Capítulo 49

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  Quizás Ethan realmente no era para mí, quizás no sintió todo lo que yo sentí al momento de estar juntos ¿Por que no me escribía?. Me desperté temprano con la disposición de ir a trabajar, revisé mi celular y aún no habían llamadas de él. El trabajo aparentemente era cómodo, la ubicación era buena y la paga mejor, así que intenté concentrarme en mi nuevo entorno laboral, para comenzar con buen pie, los elogios de Jacob no se detenían, para mí eran gratificante viniendo de una persona tan sabia y preparada como él. Al medio día Mónica me llamó, me dijo que Sharon podía recibir visitas y que no paraba de preguntar por mí, me invadió la felicidad así que al salir del trabajo fui al hospital.

 -¡Amiga estás bien!-

 - Bastante mareada, pero sigo mejorando amiga.- *Hablaba con cierta lentitud, notaba que su mente no estaba tan rápida así que intenté no saturarla.* 

- Anhel, estoy viva. Pero solo es para que puedas contarme el chisme ¿Cómo te fue con Ethan? Ya luego vuelvo a entrar en coma.-

 - Jajaja, que perra que perra.-

- Que perra mi amiga.-

 - Casi te mueres idiota, no sabes cómo nos dejaste a todos.-

 - Entré en pánico Anhel, no pensaba con claridad.-

- Sharon ya todos los hombres de la cuidad te habían visto las bubis antes no entiendo cuál fue el trauma, dije con tono sarcástico.-

 - Jajaja, no lo había visto de ese modo. Te odio Anhel jajaja.-

 - ¿Cuando te dan de alta?-

 -Aún me están haciendo muchos exámenes amiga, debo esperar.-

 - Bueno, pide que pinten este hospital, me enferma ese color.-

- ¿Las cosas no salieron bien con Ethan? Evadiste mi pregunta, te conozco.-

 - No quiero hablar mucho de eso ahora amiga, ya tendremos tiempo.-

Me fui directamente a casa luego del hospital, había tenido un día largo y necesitaba descansar todo lo que pudiera, al llegar estaba allí Sofía.  -Buenas noches.-

- ¿Puede perdonarme Anhel?-

- Ya te perdoné Sofía, pero sigo sin ganas de hablarte. - Me encerré en mi habitación y comencé a preguntarme nuevamente que había de malo conmigo para que Ethan no quisiera llamarme, moría por escribirle pero me contuve.  

Ojos de bengalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora