Capítulo 39

599 15 0
                                    

  Rodeaba con sus manos mi espalda, mientras nos acurrucábamos. 

- No sabes cuánto desee esto Anhel, cuanto imagine cada noche que te tendría, te quiero tanto.-

*Mi corazón se aceleró al escuchar aquellas palabras.* -Yo también te quiero Ethan, hoy sentí cosas que jamás había sentido en mi vida.-

 - Gracias por regalarme este momento Anhel, no sabes cuando te desee.-

 - No digas nada más, esta noche no te dejaré dormir en honor a todas esas noches que me acosté pensando en este día.-

- Vamos a ducharnos, tenemos un paseo esperándonos Anhel.-

Mi cuerpo temblaba, pero aún así acepte, había tomado duchas antes en conjunto, pero esta fue totalmente diferente. Tomó mi cuerpo me colocó de espalda a él y comenzó a frotar el jabón suavemente, enjabonando cada parte de mi, de la forma más sutil y sensual que jamás imaginé, mi respiración se aceleraba con cada movimiento de sus enormes manos, tomó mi cabello y comenzó a lavarlo, colocando el shampoo y dando ricos masajes, estaba extasiada ante tantas atenciones, nos sumergimos ambos bajo la ducha abrazándonos y besándonos, mi alma y la de él se habían mezclado inevitablemente.

 -Vamos Anhel, te encantará.-

*Caminaba con dificultad, pero no dejaría que lo notara, mi dignidad no iba a permitírmelo.*

-Wow que hermoso muelle Ethan.- *Estábamos justo a orilla del mar, respiraba aquel aire tan exquisito, quité mis zapatos para sentir la arena en mis pies.*

 -Preparé algo para ti, ven.-* Caminamos tomados de la mano por la orilla de la playa y vi una pequeña mesa, con una botella de vino a medio beber.*

-Me había preguntado en dónde estaba esa botella, sólo llevaste dos copas.-

-Esperándonos, pero sólo pensabas en usarme como objeto sexual Anhel.-

-Jaja, correcto hombre misterioso.-

Allí estábamos a orillas del mar, tomando aquel delicioso vino, cuando comenzó a amanecer.

 -Te regalo este amanecer Anhel, especialmente para ti.

- Mi corazón quería salir de mi pecho, estaba con el hombre más guapo que vi en mi vida, tomando el vino más delicioso que había probado alguna vez y viendo un amanecer a la orilla del mar.   

Ojos de bengalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora