Capítulo 18

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Había olvidado el consejo que seguía al pie de la letra todos éstos meses de mi amiga Sharon "Anhel, cuando definitivamente no quieras acostarte con un chico, sal de tu casa sin depilar" ese consejo me salvó más de una vez de pecar con personas equivocadas. ¿Pero en éste momento? ¡Diablos! No creí que me gustara tanto éste chico. Respiré y me dije a mí misma: "Mi misma ¡Tu dignidad!". Mi dignidad vale más que una noche de pasión, al final no quería que el hombre misterioso pensara que se estaba acostando con un oso, dignamente me levanté y actúe como una diva.

-Hombre misterioso, tengo mucha sed.-

Dije en tono indiferente.

-Yo estoy encendiendo el fuego pequeña, creo que iré por otra ronda de mojitos, ya entiendo por qué le dicen fruta de la pasión.-

Dijo en tono pícaro.

-Jajaja, no sé qué decirte, soy un incendio difícil de controlar, querido amigo bombero.-

Me miró de una forma que estremeció mi cuerpo entero.

-Vamos pequeña, no me tientes ¿Nunca viste como se activa el fuego cuando le pones un poco de agua?-

Estaba impactada, ante aquel cortejo, ante tantas sensaciones que juro que si no hubiese estado completamente húmeda desde que lo vi, culparía al alcohol por todos éstos sentimientos encontrados que aflojaba en mí.
Entramos en aquella hermosa casita y comenzamos a conversar.

-¿Por qué no me dices tu nombre?-

-Me encanta cuando me llamas "hombre misterioso" Anhel.-

-Pues yo odio que me digas "pequeña" así que evítalo.-

-Perdona, no sabía que te molestaría, ahora que lo sé te diré pequeña por siempre.-

Contestó sarcásticamente.

-Entonces te diré voldemort.-

-¿Voldemort?-

-Sí, el innombrable Jajaja.-

-Ven acá cállate y dame un beso pequeña.-

Sabía que no iba a funcionar, él me llamaba pequeña y yo siempre me sentí una gran mujer ¡Pero vamos! Yo soy catedrática en equivocarme una y otra vez.

Ojos de bengalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora