Ojos de bengala

Capítulo 2

¿Alguna vez tuviste frente a frente un tigre de Bengala? ¿Miraste fijamente sus ojos hasta perderse en ellos? -Yo tenía 5 años cuando vi por primera vez ese majestuoso animal. Era impotente, quedé asombrada ante la hermosura del felino, tras unos minutos de estar parada frente a la jaula olvidé que era peligroso e intenté acercar mi mano, de los pocos recuerdos que tengo de mi infancia ese es el más marcado, suelo recordar todo de forma borrosa, nunca con nitidez, es como si mis recuerdos tuvieran un filtro, se acercó a mí despacio y abrió su boca de par en par, sin embargo mi mano seguía allí tomando el barrote de su jaula, estaba petrificada viéndolo, un cuidador notó lo que ocurría y me apartó rápidamente. Mi historia se repitió hace unos meses, sólo que ésta vez no hubo nadie para "salvarme" ¿Para qué necesitaba a alguien que me rescatara? Si quería hundir mis labios en los suyos desde el primer momento en el que lo vi, no quería ser rescatada, al contrario quería ser totalmente suya, cada centímetro de mi cuerpo, de mi mente, de mis pensamientos, de mi ser. Y así fue, se apoderó hasta de mis deseos más profundos y oscuros, me dejó sin ganas de ver a nadie más, sin ganas de amar a nadie más ¿Sentiste alguna vez que el corazón latía tan fuerte que podías escucharlo? El día que lo conocí pude escuchar cada latido resonando en mi cabeza, leí en algún lugar que cuando conoces a "Esa persona" todo tu cuerpo la identifica. Describirlo es un acto poético, mis manos sudaban y estaban tan temblorosas que apenas podía ocultarlo, mi corazón latía rápido, mis ojos parpadeaban más de lo normal, mi lengua se puso tan torpe que no podía pronunciar las palabras con claridad, mis orejas estaban rojas, tanto que sentía que ardían en llamas, mis piernas, por primera vez estaban en ese trillado estado de "Temblor", con dificultad caminaba con mis zapatos de plataforma, afortunadamente ese día decidí usar el cabello suelto, me da seguridad, me hace sentir impetuosa y allí estaba él.