in the hell; klars

Episodio 4: Bleeding Me.

Dave me miró. Su mirada reflejaba la angustia que llevaba por dentro. Yo ya estaba preparado para esto. Es decir, escogerían a Dave por ser más experimentado y por la limpieza con la cual tocaba.

— Nos gustaría que cada uno interpretara algo — dijo el rubio.

— ¿Traen algo preparado? — preguntó Cliff muy amable.

Los dos asentimos.

— Bien, pasaremos con los dos últimos chicos y después los veremos a ustedes, ¿de acuerdo? Para que tengan tiempo de prepararse.

— Esta bien — dijo Dave.

Desconectamos nuestras guitarras de los amplificadores y salimos al pequeño jardín. Nos sentamos en el pasto con nuestras guitarras entre las piernas. No íbamos a ensayar, ya teníamos todo preparado.

— Hey — dijo rozando su dedo en mi nariz.— Tranquilo.

— No lo haré — hice que nuestras miradas se juntaran.

— ¿De qué hablas? — tomó mi mano.— Quiero que lo hagas porque posiblemente tú te quedes.

— Ambos sabemos que no, Dave — lo miré irónicamente.

— ¿Te vas a acobardar ante mi presencia? — me reto.

— Sabes que no es eso...

— Lo es — hizo un gestó de grandeza, el cual, sabía que me molestaba.

— No hagas eso — dije exacerbado.

— Bien, entonces demuestrame que no es por eso — pausó.— Amor, no estamos compitiendo. Quiero que lo intentes — me miró con toda la sinceridad del mundo.

Asentí.

— Bien — dijo sonriendo.— Haz lo mejor.

Esperamos unos minutos hasta que el ultimo chico terminó su número. Volvimos a entrar; Dave fue el primero en tocar, interpretando algo de su autoría. Eso llevábamos preparado.

Cliff y James lo miraban atento, igual que yo.

Su performance era un gran solo de unos 3 minutos, acompañado de arpegios, algunos acordes, tapping, hammer on, pull off y fingerstyle. A diferencia de mí, él tocaba más rápido, haciendo que todo fuera increíble debido a la limpieza y cuidado que le ponía a cada movimiento.

— Increíble, hermano — dijo Cliff cuando Dave terminó.

Dave desconectó su guitarra y fue hacia mí.

— Hazlo mágico — soltó una risita y beso mi mano.

— Lo haré — esboce una sonrisa y me dirigí a conectar mi guitarra al amplificador.

— ¿También tocaras algo de tu autoría? — James estaba sonriendo.

— Si — dije sonriendo. Seguramente estaba rojo como un tomate.

— Excelente.

Comencé mi acto tranquilamente, con algunos acordes. Todo fue intensificando a medida que pasaban los segundos.

"Die... Die... Die..."

Repetía una y otra vez en mi mente. Mientras tocaba aquellos acordes que había compuesto desde que tenía 16 años. Lo que actualmente es Creeping Death, se formaba en mis dedos aquel día de forma brutal. El solo salió de no se dónde. Era algo nuevo, lo estaba formulando en ese momento, y mis sonidos aparecían como si ya los hubiese tocado antes.
Mire a Dave; estaba emocionado y tenia una expresión de "¿qué carajo estás haciendo?" Negué con la cabeza dando la señal de que yo tampoco sabía que era eso.

James y Cliff me miraban encantados, como hacían con Dave hace un momento.

Me distraje por completo cuando miré a un extraño bajar por las escaleras de madera. Tenía el cabello largo, castaño claro, ondulado. Traía unos pantalones cortos, zapatillas gastadas y no traía camisa. Su pequeño cuerpo bajaba tranquilamente. En la mano derecha traía un sándwich. No pude mirar su cara hasta que estuvo frente a mí, junto a James y Cliff. Sus pequeños labios rosados se movían junto con sus mejillas regordetas al masticar. Me miraba atento y tranquilo. Su presencia hizo que mis mejillas ardieran, pues había más tensión sobre mí. Lo miré directamente a los ojos, eran color esmeralda y estaban brillando. Sus rizadas y abundantes pestañas le daban un aspecto más femenino, junto con su pequeña y fina nariz.

Ya no sabía que estaba tocando pero no sonaba nada mal. Improvise un final y terminé con eso.

— Vaya, amigo, eso fue increíble — James se veía muy convencido pero no sabía que iba a pasar al final.

Mire a Dave.

No recordaba que estaba ahí. Pero su aspecto estaba serio. Me había mirado prestarle total atención al chico.

— Bien, hermano — Cliff miró a Dave.— Son increíbles, pero esto será difícil.

— Nosotros les llamaremos para avisarles que procederá.

— Esta bien, gracias — dijo el pelirrojo más serio.— Les daré el número de nuestro apartamento.

Se acercó a ellos y anotó el número en el cuadernillo que utilizaban mientras yo desconectaba mi guitarra.

Miré discretamente al chico que parecía chica; estaba muy atento mirando su sándwich, su cara se veía... No se... Tierna.

De repente me miró.

“Oh, mierda... Me esta mirando...” pensé poniéndome nervioso.

Me sonrió. Yo hice lo mismo y rápidamente desvíe la mirada hacia Dave quien me miraba serio, creo que estaba molesto.

Me encogí de hombros.

Mierda.

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SOY ITZEL MARTINEZ Y FUE UN PLACER.