Episodio 41: Ride.

635 76 113
                                    

— ¡James, escuchame, carajo! — Cliff trataba de calmar al rubio, también estaba muy alterado. Trató de acorralarlo y lo detuvo ahí unos segundos.— Llevate a Jason y a Kirk — nos miró.— Después arregláremos las cosas con Lars, tranquilo.

— ¡Ese hijo de perra...! — gritó.

— Cliff, no puedes quedarte aquí — le miré, estaba asustado, temblando demasiado.— Lars... Él...

— Está algo drogado, Lee — fue como una patada en la entrepierna y después, como un balde de agua fría.— Y ebrio...

— Kirk, vámonos — Dave me halo del brazo.— Más tarde hablaran, sólo...

Asentí mirando a Lars, quien estaba con Chris y Gar pues habían llegado cuando todos trataban de quitarle a James de encima.

El rubio levantó a Jason entre sus brazos y lo puso en el asiento trasero, conmigo. Dave iba adelante, como copiloto; él mismo había decidido acompañarnos pues sabía lo que pasaría si se quedaba con ellos. Cliff, Gar, Chris y Lars, nos alcanzarían después, cuando el de los ojos verdes estuviese menos frenético pues, gritaba idioteces y se reía como un loco.

— James, nosotros sólo... — traté de explicar antes de que alguna otra cosa se llegara a pensar.— Jase y yo...

— Lo sé, Kirk — me miró por el espejo mientras manejaba.— Son como hermanos — trató de esbozar una sonrisa para hacerme sentir más tranquilo.— Nada malo estaban haciendo, pero el estado de Lars no es normal, él está...

— Muy drogado — vociferó el pelirrojo interrumpiéndolo y se encogió de hombros.

Sabía lo que estaba pensando.

Por un momento mi cabeza iba a estallar. Pensamientos horribles sobre Lars se combinaron con recuerdos sobre Dave, ¿por qué? Lars también actuaba violentamente bajo los efectos de las drogas.

Miré a Jason a mi lado, apenas estaba consciente de lo que pasaba. James tenía unos rasguños en los brazos que se dejaban ver por su camisa sin mangas, algunos sangraban aún. Eran de las veces que trataron de detenerlo, pero era completamente imposible. Llegamos al apartamento de Dave después de unos minutos. Eran las 3 am. Subimos las escaleras mientras James cargaba a Jase como un niño pequeño.

Decidimos ir ahí hasta que los ánimos se calmaran un poco más.

Dave les ofreció mi antigua habitación, aún seguía ordenada como yo la había dejado. Tiempo después, me hizo una seña para que saliéramos a hablar un poco, asentí y me levanté. Salimos al pequeño sofá que estaba en el living y nos sentamos ahí.

— ¿Estás bien? — negué.— ¿Puedo...? — me ofreció sus brazos. Asentí.

Me abrazó fuerte y me dio un beso en la frente para separarse lentamente después.

— No lo entiendo, Dave — suspire.— No había mostrado un comportamiento así antes, bebía, pero no sabía que consumía drogas.

— Lo sé — miró sus manos.— Chris llevaba cocaína, me ofreció un poco, siempre lo hace aunque sepa que no puedo consumir nada de eso, pero somos jóvenes, simplemente no dije nada y los dejé hacer sus cosas — se encogió de hombros.— Lars se acercó después...— pausó y dudo un poco.— Ya lo había visto hacerlo antes... Cuando tú no estabas...

Le miré.

— ¿Qué? — estaba confundido.

— Fue un par de veces, y era porque se deprimía demasiado, no es una excusa lo sé, pero traté de entenderlo — enserio.— No debí dejarlo.

in the hell; klarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora