Episodio 42: Why?

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1981.


Era el verano de 1981, hacía un año que conocía a Dave y pocos meses antes habíamos iniciado nuestra "relación". Nos habían invitado a una de esas fiestas en donde los adolescentes pierden el sentido y dejan ir toda su cordura por la borda. No es que yo no conociera del todo a mis compañeros del salón, pero sólo me hablaban por ser el novio raro de Dave Mustaine, el chico rizado de los anteojos que se sentaba lejos de todos, leyendo historietas de terror o haciendo dibujos extraños. La verdad es que no me interesaba mucho como me llamarán, simplemente los ignoraba y el asunto se arreglaba.

Llegamos a la casa de una de las chicas de nuestra clase con las que Dave solía hablarse. Había un barullo tremendo en el interior y la música estaba a todo lo que daba. Dave me sujetaba de la mano. Eramos dos adolescentes a los que no les importaba nada. El alcohol y las drogas estaban bien para mí antes de esa fiesta; no voy a negar que yo también las consumía.

El ambiente estaba lleno de humo de cigarrillo y marihuana. Había chicos y chicas comiéndose en algún rincón y ebrios recostados en el jardín. La fiesta parecía estar acabando pero no era nada de eso. Eran las 10 pm, habíamos llegado a esa hora porque pasamos la tarde tocando guitarra, hasta que por fin decidimos ir.

— ¡Chicos! — nos recibió la "anfitriona", una castaña de grandes ojos marrones y con una sonrisa hermosa.— Entren, adentro hay de todo — decía fumando de su cigarrillo.

Asentimos y entramos. No había mucho que hacer, pero sin duda creíamos que era muy interesante. Nos quedamos sentados en un sofá, con otros chicos, el curso estaba por terminar y ya no había que preocuparse por tareas o por actividades extras para aprobar. Había botellas de cerveza regadas en el suelo al igual que tipos ebrios, delirando por la embriagues. Chicas fumando porros marihuana y muchas cosas que no sabía ni que eran. Dave sabía que podía fumar o beber, cualquier cosa, ya que yo no me embriaga mucho; odiaba las resacas del día siguiente.

— Quería decírtelo luego, pero no puedo aguantar las ganas de mirar tu rostro todo iluminado cuando pronuncie la noticias — me acomodo unos rizos detrás de la oreja.

— ¿Qué ocurre? — esboce una sonrisa.

— Compré un par de entradas para ver a UFO — sonrió.— Una para mí y otra para ti.

— ¡Dios mío, Dave! — me emocioné.

Se quedó serio, sin hacer un sólo movimiento.

— ¿Qué sucede? — le pregunté con el entrecejo fruncido.

— Estoy esperando a que me beses con pasión en forma de agradecimiento — hizo un gesto.

Comencé a reír y me lance sobre él, llenando su cara de besos. No era muy normal que me lo pidiera, pues simplemente no eramos muy cariñosos.

— Bueno, basta — me dio un beso en los labios y se apartó de mí, mordiendo mi labio inferior fuerte.— Necesito alcohol.

Esa era su extraña forma de apagar los momentos "románticos". Por lo general terminábamos ebrios, tirados en algún parque. Incluso a mi madre, me prohibió juntarme con él un par de veces, pero Dave era alguien que no dejaría nunca, ni siquiera por petición de la única mujer que me podía exigir algo.

Tomamos un par de cervezas, y fumamos un porro de marihuana juntos como era la costumbre. Al momento todo iba bien, como siempre.

Debo admitir que Dave siempre fue un poco enérgico las veces que no emborrachabamos, yo siempre traté de cuidarlo pues tenía un historial de peleas en fiestas y reuniones, incluso en la escuela.

in the hell; klarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora