Solté a Lars y me alejé unos pasos de él. No consentía la idea de que haya dejado a Ron por mí. No lo obligaría a regresar con él, pero me abrumaba la idea de que Ron estuviera sufriendo por mí culpa.
— ¿Por qué lo hiciste? — clavé la mirada en el suelo.
— No no, no es lo que tú imaginas — se acercó y me tomo de los hombros.— Hablamos acerca de lo nuestro y decidimos ser amigos.
Mi expresión no era exactamente la mejor.
— Quiero estar contigo — sonrió.
Me quede inmóvil. No es que yo no quisiera estar con él, pero las cosas iban demasiado rápido. Apenas hace unas horas había estado con Dave, haciendo perder nuestras promesas. No podía permitirme comenzar algo con Lars.
— Lars, yo no... — sentí el corazón en la garganta.
Su expresión se volvió demasiado deprimente y sus esmeraldas comenzaron a cristalizarse. Me miro fijamente y se alejó. Se dio la vuelta y planeó subir por las escaleras, pero se lo impedí. Parecía una de esas teleseries en donde el enamorado trata de hacer una escena romántica reteniendo a su amada.
— Lars, no, no te vayas — exhale un suspiro.— No es momento, sólo quiero que pienses las cosas con detenimiento.
— Lo hice, todo este tiempo desde que te conozco...— bajo la mirada.— Pensé que podrías sentir lo mismo pero a veces hago las cosas muy rápido, no entiendo por que soy así, yo solo quería...— me acerque hasta él nuevamente y le di un beso en los labios. Interrumpiéndole. Dios, necesitaba esos labios.
Aquellos rosados labios eran la perfecta combinación entre lo más suave y el Séptimo Cielo. A medida que el beso pasaba, mi necesidad se volvió mayor, era algo que no había experimentado. Yo no odiaba a Lars, nunca lo había hecho, sólo quería alejarlo para no enamorarme de él, pero muchas cosas no resultan como uno quiere. Tal vez Dave, al herirme, me había hecho un favor. No entendía que sucedía, abrí los ojos un poco y miré a Lars con los ojos cerrados. Sentía un gran frenesí. Me separé de él, mordisqueando su labio fuertemente. Sólo escuché un gemido de dolor bastante extraño. Me miró sorprendido y sonrió.
— ¿Qué estas mirando? — dije sintiendo mis mejillas arder.— Vamos arriba.
Levantó una ceja y comencé a reír.
— Estoy bromeando — sonreí dándole un beso en los labios.
— Podemos...
— No, no podemos — le interrumpí riendo aún más.
Comenzó a reír también.
— No estaremos juntos, pero necesitas conocerme... Soy Lars Ulrich — sonrió.— Pero, seré más que eso para ti.
Miles de recuerdos vagos se vinieron a mi mente en ese instante; mirarle bajar por las escaleras, sus mejillas sonrojadas la primera vez que me sonrió. Su risa contagiosa. Un Dave dominandome. Mi corazón roto. Pero, ahora estaba en este punto. Algo significativo. Lars Ulrich parecía enigmático cuando trataba imaginar algo con él.
Al menos sabía que Lars no era peor que Dave.
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Después de esta parte, todos los episodios serán un poco más largos uwu Escribí esto porque me pareció bonito <3
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Les dejo esto para que vean lo horrible que es Kirk Hammett, iugh.
