in the hell; klars

Episodio 48: Ghost Riders In The Sky.

La noche que salí con Gary, marcó un punto de inició de algo que comenzó a gustarme. Salí con él un par de veces más. Y debo confesar que nos besamos un par de veces. Durante las dos semanas y media que pasaron para mi cumpleaños, él venía a casa casi diario.

Hasta el día de mi cumpleaños, las cosas no podían ir mejor, estábamos en el jardín de la casa de Cliff festejando con los chicos, la música estaba a todo volumen y el ambiente tan armonioso generado por el alcohol era demasiado agradable. Todos los chicos estaban ahí. Había stripers pero creo que era algo irónico porque las mujeres en mi vida no eran exactamente recurrentes, y comenzaba a pensar que ni siquiera me gustaban. Aunque lo chicos se divertían con ellas.

Hasta este punto, yo también estaba algo ebrio, pues los chicos trataron de embriagarme cuando el festejo comenzó.

— ¿En dónde estabas? — se acercó Gary con una cerveza en la mano.— Te estuve buscando.

— Estaba arriba en el cuarto de baño lavándome la cara — esbocé una sonrisa. En realidad, también estuve en la habitación de Lars mirando como había dejado todo ahí.

— Le he hablado a los chicos del riff que me enseñaste — sonrió.— En verdad suena genial — me dio un beso en la mejilla.

De inmediato me sonroje al escuchar algunas burlas de parte de los asistentes.

“Y Lars ya se fue al carajo” mencionó alguien.

Imposible.

— Vamos chicos, ¿cuánto llevan ocultándonos esto? — Jason, Cliff y Helen se acercaron.

Helen era la castaña del bar con la que Cliff comenzó a salir desde un par de semanas atrás. Era muy linda y divertida. Demasiado tranquila igual que Cliff.

— ¿Ocultando qué? — sonreí confundido.

— Pues que estamos saliendo, tonto — Gary rodeó mi cintura con su brazo y me atrajo un poco más hacia su cuerpo.

Esas palabras me revolvieron el estomago más que su aliento alcohólico.

— ¿Qué? — pregunté confundido. Muy confundido.

— ¿Cuándo planeabas decirnos? — Jase sonrió.

Miré a Cliff, él sabía que eso no era verdad. Cliff siempre se daba cuenta de todo. Me miró frunciendo el ceño y trató de negar. Como si supiera que no me sentía cómodo con eso.

— No estamos saliendo — dije mientras sentía que mi estómago trataba de salir por mi boca.

Me aparte un poco de Gary, empujándolo discretamente.

— ¿Qué dices? — me miró.

— No estamos saliendo, Gary — aclaré la garganta.— ¿En dónde está James?

— Eh...— Jason y Cliff se miraron unos segundos.— Fue a recoger a Deanna y a Lilly — me respondió Jason algo nervioso.

Lo miré dudoso unos segundos.

— Deberían hablar — nos dijo Cliff.

Miré a Gary quien tenía la mirada perdida en el suelo. Asentí. Los tres se alejaron, mientras la pareja hablaba con Jason.

— Ven, vamos adentro — lo tome de la mano e hice que me siguiera hacia la sala.

LARS.
(O sea que esta narrando el calvito)

Llegué al aeropuerto al rededor de las 6 de la tarde, el sol aún no se escondía y el vuelo de regreso había sido pesado. Me dolía el culo por mi inmovilidad en el avión. Esperaba mi equipaje para después dirigirme a algún teléfono público. El ambiente estaba fresco, extrañaba el clima cálido de San Francisco.