Episodio 54: The Dream Is My Reality.

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LARS.

Desperté muy temprano, apenas había dormido unas horas pues la fiesta término muy tarde. Observé el cielo por la ventana, estaba teñido en tonos rojizos y naranjas; el amanecer se acercaba.

Me levanté con cuidado y fui a cerrar las cortinas para que la luz del sol no entrara. Antes de cerrarlas, observé a Kirk; dormía boca abajo pacíficamente, sobre la cama, su respiración era tranquila y suave. Acomodé las cortinas y me acerqué a él, observando con atención su espalda desnuda. Tenía algunos lunares y pequeñas pecas. Me recoste a su lado y comencé a besar su dorso con delicadeza, permitiéndome acariciar su cintura con las yemas de mis dedos.

Soltó un gemido al sentir el contacto de mis labios contra su piel desnuda, y pude sentir como se erizaba completamente.

Me detuve un par de minutos, estaba en la misma posición que él. Soltó un suspiro para después seguir durmiendo plácidamente. Recorrí mis dedos por su espalda hasta llegar al borde de su bóxer azul; se sobresaltó un poco pero no me detuve, y no lo haría.

Me acomodé sobre él y repetí la acción de unos minutos antes, besando su espalda  y parte de su cuello. Su olor natural era exquisito y me encantaba.

— Uhm...— murmuró tratando de despertar.— ¿Qué haces? — sonrió sin abrir los ojos.

— Nada — continúe besando su piel mientras se retorcía un poco debajo de mi.— ¿Te incómoda?

— No...— soltó un jadeo.— Esta bien.

No sabía a que jugaba pero me gustaban sus jadeos.

Lo tomé de la cintura y lo hice girar para que estuviese frente a mí. Ataque sus labios como delicadeza e introduje mi lengua en su boca, jugando un poco con la suya.

Me regaló un suspiro y me abrazó.

Era demasiado bello. Él. Era un ser perfecto para mí. Ahora lo tenía nuevamente y no lo dejaría ir.

Me acomodé sobre la cama nuevamente e hice que se recostara sobre mi pecho, tomando uno de sus muslos y pasándolo por encima de mi cadera.

— Por cierto — pausó.— Buenos días — soltó una risita.

— Buenos días — le di un beso en la frente.

Suspiró y me abrazó con fuerza.

— ¿Lars? — me miró.

— ¿Si?

— Te...

¡Kirk! — escuchamos un grito de Cliff que venía del piso de abajo.— ¡Rebecca está en la línea!

Kirk se quedó estático. No es que Rebecca fuese mala pero yo sabía que él tenía cierta debilidad por ella. O tal vez, ella por él, no lo sé. Me miró unos instantes y me dio un beso en los labios.

— No contestes — dije riendo. Me estaba cagando de celos.

— Sólo veré qué pasa, ¿si? — se separó de mí sin esperar a que contestara y tomó el teléfono.— ¿Hola? — esperó la contestación.— Hola, cariño — me sonroje por el apodo tan afectivo.

— Joder...— susurré y me levanté.

Me quité el bóxer y tomé una toalla del armario. Kirk me miró atento, pero yo estaba bastante molesto.

— ¿Eh? — dijo relamiéndose los labios sin dejar de mirarme.— Oh, si, han pasado muchas cosas desde esa vez...— escuché por último mientras iba al cuarto de baño.

in the hell; klarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora