Episodio 11: Orion.

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Nuestros días de ensayo eran increíbles, podíamos hablar de lo que fuera, a excepción de que nadie sabía que eramos pareja. Dave por su parte, había estado coqueteando con una de las chicas rubias que vivían frente a nosotros, lo cual era confuso y a la vez me llenaba de celos pero sentía que no debía decir nada. Por otra parte, me dejaba charlar con los chicos. Había aprendido a conocer un poco mejor a James y a Cliff, pero no me gustaba mucho conversar con Lars. Por lo general pasaba más tiempo hablando con Cliff acerca de sus proyectos y me contaba anécdotas sobre sus melodías en bajo.

— Mira, compuse algo, me gusta mucho como suena — estaba sentado con Cliff en el sofá después de finalizar un ensayo. Dave y James estaban hablando de algo y Lars estaba en la cocina.

Me mostró una melodía bastante peculiar. El chico dejaba caer su larga y castaña cabellera mientras tocaba con los ojos cerrados. Describiré ese momento como majestuoso. Jamás había escuchado nada parecido a eso. Me quede boquiabierto. Él se miraba tan concentrado mientras tocaba. Todo le parecía muy fácil.

Cuando terminó, me miró; yo estaba extasiado.

— ¿Qué te parece? — sonrió.

— Es... Es genial — dije aún perplejo.

— Le llamé Orion — dijo orgulloso.— Por el sonido espacial que tiene — miró su bajo.— Me gusta mucho tratar de perfeccionarla cada noche o siempre que puedo — pausó.— La presento como una pieza calmada, con un sólo tono... Me gustaría agregar un poco de la batería y que esta vaya aumentando su sonido y su energía...— suspiró.— Y ponerle un pequeño puente en donde experimentes un grado de plenitud indescriptible, y después de ese pequeño espacio quisiera incluir un riff armónico, en donde sientas que estás en uno de esos conciertos de música clásica, y sea ahí cuando admires la naturaleza de los sonidos — se detuvo un poco.— Cuando todo vaya avanzando en bellos arreglos y una reconfortante melodía... Presentar el clímax de la canción — su rostro lucía como si estuviera imaginando todo.— Y finalmente una salida majestuosa, imparable.

Lo observé como idiota. Sin duda ese sería uno de los planes más hermosos que habría escuchado.

— Deberías ponerlo en marcha — dije entusiasmado.

— Una vez que este perfecta, lo haré — esbozó una sonrisa.

Hablamos un poco más, Dave y James se unieron a la conversación y apareció Lars nuevamente.

Metí mi guitarra en su estuche en señal de que ya debíamos irnos.

— ¿Ya se van? — Lars me habló.

Me tense rápidamente al sentir su cercanía.

— ¿Quieres una cerveza? — me dijo nuevamente.

— No no, estoy bien — dije tratando de relajarme un poco más.

Se encogió de hombros y no dijo nada más.

— ¿Quieres irte ya? — me susurró el pelirrojo quien mágicamente apareció a un lado de mí. Miró a Lars y enserio.

— Si, estoy algo cansado — dije levantándome.

— Bien, debemos irnos, ya es tarde — el pelirrojo se levantó después de mi y tomó el estuche de su guitarra.

— Esta bien, cuidense — James y Cliff se despidieron de nosotros.

Dave se adelantó un poco y yo me quedé atrás.

— ¿Se van? — me preguntó Lars.

— Eh... Si —dije avanzando un poco.

— No entiendo por qué no quieres hablarme — mencionó por lo bajo.

— ¿De qué hablas? — le miré confundido.

— Ya nada — hizo un gesto.

— Esta bien...

Alzó la mirada rápidamente y me miró.

— ¿Todo bien? — me preguntó James mirando a Lars con una expresión de molestia.

— Si, todo perfecto — dije en seguida.

Avance hacia Dave y salimos por la puerta.

El comportamiento de Lars era extraño y me causaba incomodidad. Más aún porque el pelirrojo se molestaba cuando le hablaba.

Al día siguiente tendríamos un pequeño duelo de bandas en un pub, básicamente competíamos por tocar en el bar un par de noches y por cerveza gratis. Me preocupaba el estado en el que Dave podía terminar, pero tampoco podía ser su niñera. Ya no habíamos tocado el tema de lo sucedido unas noches antes.

¿Qué tan mal podía terminar esto?

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Dejo esto <3

in the hell; klarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora