Episodio 24: Welcome Home.

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— ¿Y por qué lo hiciste? — le pregunté mientras me acomodaba en la pequeña barra de metal que sostenía aquel anuncio publicitario.

— No lo sé, estaba ebrio y drogado — se limpió las lágrimas suavemente y me miró.

El sol comenzaba a esconderse entre la lejanía. El viento frío me congelaba el rostro, estábamos sentados en un pequeño anuncio a un lado de la carretera. Miré a Dave con el cabello enmarañado por el viento y sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar.

— No pasa nada — dije finalmente con un nudo en la garganta.— Pero, no quiero regresar contigo...

Mis ojos estaban llenos de lágrimas.

— Kirk... — me miró, y dijo entre un sollozo.— Por favor... Yo cambiaré...

— Eso lo escuché antes, Dave — Le interrumpí.— Muchas veces.

Me limpie las lágrimas y sonreí.

— Fue bonito todo lo de antes — comencé a reír recordando momentos bonitos.— Pero no puedo estar contigo. No sé cómo... No puedo ayudarte si no quieres...

Quiso decir algo más, pero sólo resonó el soplido del frío viento.

— Entiendo — dijo minutos después con la voz destrozada.

Habíamos venido hasta aquí a que él me explicara las cosas. La situación no era fácil. Estaba dejando a Dave; estaba dejando a la única persona a la que realmente logré amar. En mi núcleo quería intentarlo, pero había llegado a mi límite más grande. Mi límite de Dave Mustaine. Lo había hecho tantas veces antes, teníamos promesas y planes, pero sólo quedarían en eso.

— Quisiera quedarme — le dije.— Pero ya no puedo. No lo soportaría...

Rompí en llanto. No era un decisión fácil, pero no debía vendarme los ojos yo mismo con una fantasía que no era y no sería. Dave había sido infiel, pero aunque lo pareciera, eso no era lo grave; muchas veces incumplió con su promesa de mantenerse sobrio y lejos de las drogas. Todo terminaba igual siempre.

— ¿Puedo besarte? — dijo mientras bajábamos de aquella propaganda.

Lo pensé unos segundos. Toda mi dignidad se iría en ese beso pero yo lo quería. Acepté. Antes de cruzar la calle para tomar el autobús de regreso a casa, lo besé. Ese fue el beso que más me dolió, tanto física como emocionalmente. Nos abrazamos y me alejé, dejándolo ahí.

Tomé el autobús de regreso a casa. Solo.

Los chicos habían ido a comprar la cena y más cosas que se necesitaban. Abrí la puerta de la casa. Seguramente mis ojos estarían rojos e hinchados igual a los de Dave. No lo sé. Quería llorar más. Entré y cerré, dejando las llaves en la mesita de madera que estaba a unos pasos del umbral. Escuché que alguien corría por el pasillo del segundo piso. Me asuste pues se suponía que no habría nadie, pero lo miré ahí, bajando las escaleras, con el cabello revuelto y sin zapatillas. Se detuvo frente a mí. No lo había visto en tres días. Después del beso, había estado huyendo de mí. No desayunaba, no comía y no cenaba con nosotros, para evitarme.

Se detuvo frente a mí, a sólo un par de pasos. Sus ojos también estaban rojos y cristalizados. Estábamos inmóviles, mirándonos fríamente. No entendía que sucedía y por qué no hablaba.

— ¿Estas bien? — me preguntó con el acento que lo distinguía.

Un nudo se formó en mi garganta. Negué.

Terminó con el espacio sobrante, avanzando apenas unos pasos, y me abrazó fuertemente como si supiera que tan roto estaba. Soltó un sollozo, no sabía que pasaba, pero eso me hizo llorar nuevamente. Lo enrede en mis brazos y lo abracé fuerte también.

— Todo estará bien, ¿verdad? — se separó de mí y me miró. Sus ojitos verde pasto claro brillaban increíblemente.

Asentí y le di un beso en la frente. Aunque no sabía porque lloraba.

— Todo... — le susurré.

Me dio un beso en los labios y esbozo un sonrisa.

— Terminé con Ron — soltó de una.

Mi sonrisa se borró. No lo había hecho por mí, ¿verdad?

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Bueno, éste es un aviso pequeño.
Tal vez este sea el ultimo capítulo que les dejé en mucho tiempo. Me duele decirlo. Como saben no me he sentido bien, pero no quiero que eso les importe. Haré todo lo posible por actualizar. Sólo es un aviso, para que no digan que dejaré la historia incompleta. Tengo muchos planes para esto. Además, he estado trabajando en un nuevo proyecto que espero que también lean, pero eso será más adelante. Muchas gracias por el apoyo.

Las aprecio mucho y en verdad les agradezco.

Itzel.

in the hell; klarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora