in the hell; klars

Episodio 50: Hurt.

UN MES DESPUÉS.

Gary estaba frente a mí con los brazos cruzados, mis ojos llenos de lágrimas le miraban. Habíamos regresado de su ensayo y discutiamos porque él comenzó a decirme cosas sobre nuestra relación. Ese mismo día cumplíamos un mes, pero a decir verdad, a partir de las dos semanas, todo cambio drásticamente.

Y ahora estábamos terminando.

Su silueta se dibujaba apenas con la poca luz que había y entraba por la ventana. Me limpié las mejillas con la manga de mi camisa y me senté sobre la cama.

- Bien, ¿y qué hago ahora? - me dijo con la voz áspera.

- No lo sé, simplemente haz lo que quieras hacer - sorbí mi nariz. Estaba molesto.

- Es que no sé que hago aquí - me reclamó.- Estoy perdiendo el tiempo.

- ¿De qué hablas? - exhalé un suspiro.

- Kirk, siendo honesto, siempre tuve el miedo de que Lars regresara y te fueras con él - soltó una risa.- Te quiero pero no funcionara, nada será bueno si tú continuas pensando en él mientras estas conmigo - se acercó y se arrodilló frente a mí.

Lo miré sin decir nada. Por un momento, Gary se volvió muy importante, tanto que Lars no importó mucho por un tiempo. Además de que parecía que había renovado su relación con Ron, pues varías veces los miré juntos, siendo felices. Ni siquiera me miraba.

- No has dejado de pensar en él - masculló.- Además...- pausó.- Siendo honesto, fuiste un capricho...

Mi estómago se revolvió, ¿por qué me estaba diciendo esto?

- No, ¿de qué hablas? - mis lágrimas escaparon de nuevo.

Me estaba sintiendo estúpido.

- Cuando conocí a Lars, él lloraba por ti - se revolvió el cabello.- Pobre idiota, me dio lástima y quería hacerle pagar por lo que te hizo aunque no fuera mi problema - sonrió.- Comenzó a contarme acerca de ti y cuando mencionó tu nombre, algo de mí quiso conocer al Kirk Hammett del cual estaba seguro que eras tú. Mi amiguito de la infancia - me acarició las manos.- Cuando te miré de nuevo en la fiesta de Scott, me gustaste, más por el cambio tan radical que tuviste...- suspiró.- Pero sólo quería presumir que salí con Kirk Hammett. El chico que le rompió el corazón a Lars Ulrich...

Lo miré con desagrado. No dije nada, estaba procesando todo.

- Gary...

- Te quiero, Kirk, pero lo nuestro sólo se basó en lo físico - me acarició los muslos con la yema de los dedos.

Sentí asco y la furia me invadió.

- Vete - aparté sus manos.

- No tienes que ponerte así, simplemente, quería probar un poco de lo que todos dicen que es bueno - soltó con descaro.

- ¿Qué mierda? Largate, Holt.

Me levanté apartándome de él.

- Lo lamento pero debo ser sincero - se levantó y caminó hacia la puerta.

- Sólo vete - suspiré.

Me recargué en la puerta del armario y deje que mis lágrimas bajaran tranquilamente por mis mejillas. Escuché que la puerta principal se cerraba, dándome una señal de que me había quedado sólo. Un par de minutos después, me recosté sobre la cama, dejando que mis lágrimas mojaran mi almohada. Mi mente estaba en blanco.

Estaba molesto conmigo mismo.

Me quede dormido minutos después, no supe cuanto fue, pero tuve que despertar tras escuchar como la puerta se abría y se cerraba nuevamente. Me quedé acostado, seguramente era Dave.